La inteligencia artificial, tan criticada por algunas de sus negativas consecuencias, podría generar un antes y un después en la medicina al tener la posibilidad de desarrollar anticuerpos que permitan combatir enfermedades como el COVID-19 de manera más efectiva.
Al menos esta es la propuesta de un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford y Oxford, que recientemente publicó un artículo en la revista Nature Biotechnology.
De acuerdo con los primeros avances, la inteligencia artificial podría ser útil para el desarrollo de anticuerpos y fármacos que ayuden a mejorar la respuesta del sistema inmunológico.
«Hay un gran interés por descubrir cómo utilizar la ingeniería de anticuerpos», asegura el bioquímico de la Universidad de Stanford, Peter Kim, coautor de la investigación.
La investigación se centra en el desarrollo de redes neurales con las cuales se pueden trabajar modelos de lenguaje de proteínas, parecidos a los modelos de lenguaje que utilizan aplicaciones como ChatGPT, solo que en lugar de ser alimentados con textos e información se introducirán secuencias de proteínas.
Usando tecnología de IA, los investigadores pueden acelerar el procesamiento de modelos que no solo permitirían generar proteínas con una estructura precisa para cumplir su función, sino que incluso podrían generar nuevas que se adapten a las mutaciones de enfermedades. Con ello, se podría luchar contra las mutaciones de padecimientos como el COVID-19 y, de ese modo, tener vacunas más eficaces.
Este primer modelo estudiado en la investigación fue alimentado con 100 millones de secuencias de proteína, aunque solo se llevó a la práctica con unos miles, lo que ya arrojó un mejoramiento de la respuesta de los anticuerpos contra el SARS-CoV.2, el ébola y la influenza.
La capacidad de procesamiento de información de la IA permitiría, por ejemplo, abarcar áreas que en estos momentos son inalcanzables para los ingenieros biotecnológicos, como el mejoramiento de los receptores de la proteína G, una familia de proteínas ubicadas en las membranas celulares relacionadas con trastornos neurológicos.
Si bien este tipo de investigaciones aún está en desarrollo, empresas como Absci ya dieron los primeros pasos para la fabricación de fármacos de anticuerpos que traten enfermedades como el cáncer de mama.
«Esta es una herramienta que la gente usará para mejorar sus anticuerpos. Pienso que esto es fantástico», comentó Charlotte Deane, investigadora de inmunoinformática de la Universidad de Oxford.
Fuente Sputnik
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