La ideología oculta de la Teletón

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Chile: Detrás de las camaras y el show. (Texto publicado en el periódico El Siglo el 2 de enero de 2001. Por Luis Klener Hernández).

Entrar al edifico Teletón ubicado en la estación de metro Ecuador, es como llegar a un consultorio de atención primaria: la misma cantidad de personas esperando su turno y el mismo olor a desinfectante de pisos que en las atenciones de urgencia de las poblaciones y zonas rurales. La diferencia del lugar está dada por la música ambiental y los anchos corredores flanqueados por las típicas imágenes de ladrillo descubierto, de ventanas redondas y sillas de ruedas de niños vacías y ordenadas en filas.

La Sociedad Pro-Ayuda del Niño Lisiado es la que organiza la Teletón. Esta sociedad surgió por el año 1947 como una institución de beneficencia sin fines de lucro y con el objetivo de rehabilitar a discapacitados. Según información oficial de esta institución, la historia comienza ya hace 50 años, aunque sólo desde 1978 se realizan los eventos masivos televisivos. O sea, se pueden contar dos historias separadas: la historia de la Sociedad Pro-Ayuda del Niño lisiado, que tiene 50 años, y la de la Teletón propiamente tal que no tiene más de 22 años y que surgió en el periodo de consolidación de la dictadura y cuando ésta se hacía fuerte con sus vínculos internacionales.

Dentro de los cincuenta años de esta Fundación, se señala que han existido cuatro etapas tipificadas como una «primera etapa voluntaria 1947-1965(1), una segunda etapa técnica 1965- 1980(2), una tercera etapa de crecimiento y expansión desde 1980 hasta 1990 y una cuarta etapa desde 1990 hasta la actualidad llamada de incorporación de la comunidad a la rehabilitación»(3).

Es en la primera etapa cuando la institución sienta sus bases de acción y para insertarse en la sociedad. Logra la función de ser una respuesta ante las constantes epidemias de poliomielitis, que copaban los hospitales y que dejaban como secuelas la invalidez infantil. Desde entonces, la fundación incorpora dos elementos: un primero, que desliga los problemas de salud pública y los instala en un ámbito privado y además incorpora la movilización de las mujeres o, como señala el documento corporativo, de una «legión de señoras voluntarias»(4), desviando la atención respecto a las causas de los problemas de salud en el país e instalando soluciones por medios filantrópicos y de beneficencia.

Con estos ejercicios se anuló el cuestionamiento respecto a causas y soluciones del caso particular de la polio y de paso este tipo de Sociedades apareció en roles «progresistas», o sea, dando mayores posibilidades de desarrollo y «libertad» a la mujer, y de que ellas aportaran a la prevención en temas de salud de toda la población. Así, esta primera etapa está caracterizada por el surgimiento de la institución bajo el alero del Hospital Luis Calvo Mackenna (una entidad estatal) y la participación de personas voluntarias(5) que hicieron estatutos. Posteriormente, se trasladaron a una casa de mayor tamaño y crearon programas técnicos de rehabilitación con médicos ortopedistas y fisioterapeutas. Hacia 1956, una escuela que logró tener dicha sociedad pasó al Ministerio de Educación y el centro de rehabilitación de la Sociedad Pro-Ayuda del Niño lisiado se trasladó a Huérfanos 2681.

LA SALUD PRIVADA, EL EMPRESARIADO Y LA VOZ DE EL MERCURIO

Según información de la institución, en el año 1978 la Sociedad Pro Ayuda al Niño Lisiado fue invitada por Mario Kreutzberger (don Francisco), quien ofreció hacer una «telemaratón» en pro de la institución, al estilo de la que organizaba Jerry Lewis en Estados Unidos para la distrofia muscular progresiva(6) .

Hacia esos primeros días de diciembre del 78, el diario El Mercurio daba por noticias el estado de avance de el «Altar de la patria» y mostraba un gran hoyo frente a La Moneda. En su editorial denunciaba «el suministro de armas al Frente Sandinista en Nicaragua y el apoyo del marxismo internacional». Como noticias estaban la participación de Florcita Motuda en la OTI, el conflicto por el canal Beagle, la solidaridad mundial de los empresarios contra el boicot a Chile y, por miscelánea, una gran cantidad de hojas con avisos de modas, cremas y perfumes, los resultados del Hipódromo Chile, del fútbol y del tenis con Gildemaister(7). El domingo 10 de diciembre recién terminada la primera Teletón, el titular de El Mercurio señala que «La Teletón superó la meta»(8), más adelante el diario hace un recuento de cómo fue la transmisión televisiva, y de la participación de algunos artistas como Florcita Motuda y su baile de cumbia, de las vedettes Pitica Ubilla y Maggie Lay en el casino Las Vegas, y de la animación de estas 27 «horas de amor» por parte de los conductores Javier Miranda, Gina Zuanic, Antonio Vodanovic y César Antonio Santis -éste último, en pijama.

Es indicativo que las informaciones y fotografías de la Teletón aparecieron en la última parte del tradicional cuerpo A, e inmediatamente en la primera página del siguiente segmento se publicara un reportaje que destacaba las bondades de «la medicina en busca de utilidades»(9). Allí se señala la aparición de las primeras 44 clínicas particulares y cómo ellas «atienden por Sermena a regañadientes porque piensan que con esa tarifa ni siquiera cubren los gastos»(10). Lo que ya decía El Mercurio es que la Teletón como institución privada podía solucionar problemas de salud de todos los chilenos, es decir, era una posibilidad y alternativa a la salud pública. Al mismo tiempo, las clínicas privadas podían ser un negocio con gran rentabilidad.

En 1978, el proyecto de unión entre medicina y empresa privada fomentado por la televisión ya estaba andando. La primera meta que se fija la Teletón y que avala El Mercurio es fijar plazos: «campañas similares seguirán en los próximos cuatro años»(11). El tiempo dijo que en vez de 4 se hicieron 5 teletones seguidas para continuar en el año 85 y luego en años saltados y seguidos.

Hoy, la industria de la salud y la confluencia salud-mercado ya no es una novedad, es un hecho. El economista Hugo Fazio tiene investigaciones que indican que «el negocio de la salud privada no está al margen del proceso de concentración de la economía, ya que actualmente tres Isapres controlan el 65% del total del mercado». Ello implica que se consolida la industria de la salud con un circuito cerrado o de integración vertical: Isapres+HMO (Health Management Organization) o salud administrada+entidad financiera. Allí los esfuerzos por parte de grupos económicos y financieros, como la asociación entre Fernández León y empresas Penta (12) «implica que quienes tienen grandes capitales en clínicas, empresas y bancos nacionales se han constituido de hecho en un grupo controlador del flujo de capitales del país. Un mismo grupo puede ser dueño de estas vitales áreas del país.

Bajo esta lógica empresarial, la recolección por parte de la Teletón de 10 millones de dólares por evento no es significativa, ya que según Hugo Fazio esta cantidad es menor considerada con otros presupuestos públicos como podrían ser las sumas propuestas para el fondo de desempleo. La apuesta empresarial apunta hacia legitimar la injerencia de la empresa privada en el tema sanitario. Por lo tanto, algunas operaciones que habría tras la Teletón serían la legitimación de los sectores empresariales que saben que la población cree y confía sin grandes críticas en los medios de comunicación, ya que en buenas cuentas los aportes a la salud de la Teletón no son tan grandes como se hace ver, sino que son una apuesta del empresariado para limpiar su imagen y mostrar a la salud privada como opción, eliminando con ello la idea de salud como derecho y como obligación del Estado.

La Teletón se presenta como una sociedad privada que logra unir empresas que socorren a la población ante problemas de salud reales, restándole una importante carga económica al Estado, y mostrando a las empresas e instituciones privadas como legitimadas y trasparentes en el manejo económico. En toda esta operación, hay inversiones a mediano y largo plazo por cuanto las empresas participantes logran simpatías en los consumidores y con ello pueden generar nuevos recursos en el futuro.

La Teletón es posible y se puede llevar a efecto bajo la lógica de la confianza de la población y de la credibilidad hacia los medios de comunicación, ello le permite que no existan críticas ni suspicacias respecto a los dineros implicados. Así se desprende de los documentos de 1990 de esta sociedad: «Don Francisco, iba a velar porque los fondos fueran utilizados en bien de los niños. La confianza que ha despertado Don Francisco se fue estableciendo a través de su carisma personal y al hecho de anunciar que se iba a construir un instituto de rehabilitación, y al año mostrarlo construido y operando» (13). Sin embargo, es necesario aclarar que tal transparencia nunca existió, ya que la población no tiene acceso a los datos económicos reales de esta institución privada y el manejo financiero. Y la manipulación comunicacional de los sentimientos y la utilización de imágenes de niños, genera rechazo por parte de los conglomerados comunicacionales y las empresas adheridas a la campaña.

Finalmente, todas estas operaciones, económicas, privadas, comunicacionales, manejo de voluntades y de fomento de la beneficencia están guiadas por la idea de la salud como un negocio.

LA UNIDAD NACIONAL: UN VIEJO PRINCIPIO MILITAR APLICADO EN LA TELETÓN

La «unidad nacional» es un viejo principio militar que ha sido usado recurrentemente en la Teletón. Sin embargo, a diferencia de la aplicación castrense, la característica de estos 22 años de Teletón ha sido resaltar aspectos emotivos y de generosidad con el fin de provocar la movilización del país.

Documentos de divulgación de los principios de la Sociedad Pro-Ayuda del Niño lisiado señalan explícitamente que «la Teletón es un proyecto de unidad nacional, que no tiene distingos sociales ni políticos y que se funda en la solidaridad y la emoción»(14). También explícitamente, reconoce que el contexto político en crisis en que se dio esta unidad forzada en 1978 fue primordial para el nacimiento de este evento: «es así como se inició la Teletón como un proyecto que unió a todos los chilenos en tiempos en que estaban muy desunidos política y geográficamente. El país se unió a través de la figura de Don Francisco, del teléfono y de todos los medios de comunicación»(15).

Destacable es que en aquella primera Teletón se utilizara como canción símbolo «El himno a la alegría» y el eslogan «Teletón Logremos el milagro». Tanto la canción como el eslogan situaron a los participantes en una ilusión de país feliz y unido. La alegría no era un sentimiento mayoritario y el milagro era lo que necesitaba la dictadura para encandilar por TV, y hacer olvidar los problemas políticos y económicos. Este discurso unitario aún se repite en la voz del gerente de la Fundación, Sergio Oyaneder, quien indica que «la Teletón une a los chilenos detrás de una obra que es atender y dar una respuesta a necesidades de personas que tienen discapacidad del aparato neuro-músculo-esquelético».

Respecto a ese primer evento de 1978, también es importante rescatar que en la prensa de la época no aparece la figura de Pinochet directamente ligada a la Teletón. En cambio, los personajes televisivos más importantes y comprometidos con la dictadura pusieron la cara y dieron una aparente neutralidad a este show televisivo «unitario». Otro hito de la idea «unidad nacional» que predica la Teletón fue dado en la última Teletón del año 98 cuando el evento terminó con un Estadio Nacional repleto por 80 mil personas, la presencia del entonces Presidente Eduardo Frei y televisado a todo Chile y al mundo vía satélite.

La «unidad nacional» de la Teletón rescata y maneja importantes elementos de psicología social. La imagen de niños con mutilaciones severas o «niños símbolos», ha sido permanente en estas 16 teletones. Algunas palabras claves de estos eventos masivos son: milagro, increíble y esperanza. Y algunos de los eslogans usados han sido: último paso, creer en la vida, tarea de todos, nadie nos puede faltar, gracias a usted, hay tanto por hacer, el compromiso de Chile, nuestra gran obra, otro paso adelante, todos contamos y por último, este año, un desafío para los chilenos. Como vemos, las frases apelan a la unidad y a la movilización social, se hace un llamado al país y siempre se le endosa la responsabilidad de un posible fracaso a la población. Con ello, la sociedad siempre le responde de manera emotiva ante un posible fracaso que perjudicaría a los niños.

Por otro lado, las imágenes publicitarias de Teletón siempre resaltan los aspectos positivos como la construcción de centros, las condiciones arquitectónicas y ecológicas de éstos y la distribución a nivel nacional de los centros. El tríptico informativo titulado «¿Qué somos?» tiene en su imagen principal una foto del centro de Alameda Nº4620, arcos de metal en su entrada, dos sillas de ruedas vacías y ordenadas, una mujer conduciendo a una pequeña con muletas, ladrillos al natural y las ventanas redondas. La idea de accesibilidad y emotividad está representada por las sillas de ruedas vacías y una pequeña niña lisiada junto a una mujer mayor que da la idea de ser su madre.

«La Teletón se funda en la generosidad individual ante un estímulo tan poderoso como la discapacidad»(16). El Mercurio, desde sus inicios, rescata esta ideología. Ya en 1978 señala: «la generosidad chilena se volcó en el espectacular programa de 27 horas creado por Don Francisco para ayudar a los niños lisiados». Esta voz no ha parado de enviar el mismo mensaje en 22 años y su voz se ha ido incrementando y aumentando en la misma medida en que ha aumentado la concentración de los medios. Sin embargo, ya llega la hora de cuestionar el fondo de la tan laureada Teletón y decir que no es tan inocente ni tan blanca. La idea e ideología de privilegiar la salud privada y de forzar unidades nacionales utilizando la manipulación de los sentimientos de la población, ya en parte puede ser desenmascarada.

FRASES Y MONTOS DE LAS TELETONES

1) 8-9 DIC. 1978- LOGREMOS EL MILAGRO: $84.361.838
2) 30 NOV-01 DIC. 1979- REPITAMOS LO INCREIBLE: $138.728.450
3) 5-6 DIC. 1980- DE PIE LA ESPERANZA: $176.420.628
4) 11-12 DIC. 1981- JUNTOS TODO ES POSIBLE: $202.436.220
5) 10-11 DIC. 1982- EL ÚLTIMO PASO EL MÁS IMPORTANTE: $263.402.022
6) 6-7 DIC. 1985- EL MILAGRO DE TODOS: $368.495.845
7) 4-5 DIC. 1987- PARA CREER EN LA VIDA: $502.293.311
8) 2-3 DIC. 1988- ES TAREA DE TODOS: $711.712.019
9) 7-8 DIC. 1990- NADIE NOS PUEDE FALTAR: $1.153.291.010
10) 29-30 NOV. 1991- GRACIAS A USTED: $1.803.923.485
11) 27-28 NOV.1992- HAY TANTO POR HACER: $2.874.230.697
12) 2-3 DIC. 1994- EL COMPROMISO DE CHILE: $3.640.268.169
13) 1-2 DIC. 1995- NUESTRA GRAN OBRA: $5.534.774.829
14) 6-7 DIC. 1996- OTRO PASO ADELANTE: $5.692.426.301
15) 4-5 DIC. 1998- TODOS CONTAMOS, IDENTIFICATE CON LA TELETON: $6.029.912.000
16) 1-2 DE DIC 2000- UN DESAFIO PARA LOS CHILENOS

NOTAS

1.- 50 años de desarrollo de una institución dedicada a la rehabilitación del niño discapacitado. Sociedad Pro Ayuda del Niño Lisiado-Chile. Por Ana Mari Urrutia Arestizabal. pp 4.

2.- Idem pp 5.

3.- Idem pp 6.

4.- Idem pp 4.

5.- El tema de los voluntariados tuvo especial importancia en los regímenes de los fascistas italianos y el nazismo alemán. Los muchos voluntariados y damas de distinto color que surgieron bajo dictadura no son sino una mala copia de Pinochet.

6.- 50 años de desarrollo de una institución dedicada a la rehabilitación del niño discapacitado. Sociedad Pro Ayuda del Niño Lisiado-Chile. Por Ana Mari Urrutia Arestizabal. pp 6.

7.- El Mercurio 1 de diciembre de 1978 y 8 de diciembre de 1978.

8.- El Mercurio 1º de diciembre, página 1 Cuerpo A.

9.- «Clínicas Particulares, medicina en busca de utilidades». El Mercurio 10 de diciembre de 1978. Página B1.

10.- Idem.

11.- El Mercurio 10 de diciembre de 1978. Página A1.

12.- Hugo Fazio. Cenda. Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo. Cartas Económicas 09/07/2000.

13.- 50 años de desarrollo de una institución dedicada a la rehabilitación del niño discapacitado. Sociedad Pro-Ayuda del Niño lisiado-Chile. Por Ana Mari Urrutia Arestizabal. pp 10.

14.- 50 años de desarrollo de una institución dedicada a la rehabilitación del niño discapacitado. Sociedad Pro-Ayuda del Niño lisiado-Chile. Por Ana Mari Urrutia Arestizabal. pp 11

15.- Idem 16.- 50 años de desarrollo de una institución dedicada a la rehabilitación del niño discapacitado. Sociedad Pro-Ayuda del Niño lisiado-Chile. Por Ana Mari Urrutia Arestizabal. pp 10.

2 de enero del 2001

Por Luis Klener Hernández

El Siglo

La imagen de cabecera fue extraída de: teletoing.blogspot.com

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