El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal, con el Cardenal Errázuris a la cabeza, se están moviendo con el propósito de conseguir del gobierno de Sebastián Piñera, para que considere los indultos para los presos que cometieron horrendos crímenes de lesa humanidad bajo la nefasta dictadura militar del General Augusto Pinochet Ugarte.
La iglesia por intermedio de sus voceros, dicen que acuden ante el presidente Piñera, para que éste a su vez, se pronuncie por los indultos de los presos, tanto civiles como militares, que sean ancianos y enfermos, se les debe conceder el indulto como un homenaje al Bicentenario en que se celebran los 200 años de nuestra Independencia ¿Qué Independencia?
Lo curioso es que la Iglesia habla de tener “misericordia”, con estos presos, tanto por su edad, como por sentirse algunos de ellos con su salud quebrantada.
Pero la Iglesia, no se acuerda que aún los familiares de los detenidos desaparecidos, siguen sufriendo sin misericordia la pérdida de sus seres queridos, que fueron torturados, masacrados, asesinados y arrojados al mar. Para ellos Cardenal Errázuris, no hubo misericordia. Y quienes cometieron estos crímenes, gozan de grandes privilegios allí donde están recluídos, con excelente alimentación, su buena TV Cable, algunos hasta salen a echar sus canitas al aire, como la cosa más natural del mundo.
Mientras los demás presos, son apaleados, mal alimentados y se les trata como animales en cárceles super pobladas. Esa es la igualdad de que gozamos los chilenos ante las leyes del país. ¡LA LEY DEL EMBUDO!
Sin embargo, creo que es necesario dejar las cosas bien en claro:
Los indultos son un privilegio exclusivo del Presidente de la República. Por lo que considero que el presidente Sebastián Piñera, debe hacer un estudio muy concienzudo a quienes él cree que son merecedores de este indulto presidencial.
Si se va a indultar a criminales y asesinos, por crímenes de lesa humanidad, el Presidente de Chile, estaría desautorizando: “LA “DECLARACIÓN DEL EJÉRCITO DE CHILE”. Firmada y dada a conocer a la opinión pública de todo Chile, de cómo: «El Ejército repudia a todos los partícipes en este cobarde asesinato, especialmente a los militares que lo consumaron, más aún que su acto criminal tuvo como víctima a un ex Comandante en Jefe, y también a su esposa. Con su extrema crueldad violaron trágicamente, además, los principios que constituyen el acervo moral de la institución». Por el actual General en Jefe del Ejército de Chile, Juan Miguel Fuente–Alba.
Un hecho que los chilenos no podemos pasar por alto sin reconocer que después de 36 años de silencio de los Tribunales de Justicia, que demoraron en dictaminar sentencias de los inculpados, también aparece un General en Jefe del Ejército, como don Juan Miguel Fuente–Alba, condenando a estos malos militares y devolviéndole de alguna manera la “DIGNIDAD A LA INSTITUCIÓN DEL EJÉRCITO DE CHILE”. Acción digna de aplausos, que no fue capaz de hacer ningún otro Jefe de Ejército, después de la muerte del dictador Pinochet.
Póngase las pilas presidente Piñera, que con el honor y la dignidad de nuestras FF.AA. de Chile no se puede jugar.
Por Lautaro Rojo Millapán
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