«Que otros se jacten de los libros que les ha sido dado escribir; yo me jacto de aquellos que me fue dado leer», dijo Borges en su prólogo a la Biblioteca personal, que publicó la editorial argentina Hyspamérica, en 1985. En el momento de su fallecimiento, el escritor bonaerense había completado los prólogos a los primeros setenta y cuatro títulos de una selección de cien que habrían de constituir esta colección cerrada, escogida por él mismo.
Lo que pretendía con esta generosa lista era abrir al mundo las galerías y los palacios de su memoria literaria; juntar los textos que fueron más esenciales en su vida, por si algún día, otro lector ahí afuera estuviera al igual que él «destinado a sus símbolos». En su selectiva biblioteca, Borges no incluye títulos forzosamente famosos; incluye aquellos que no fueron escritos para su análisis sino para su entero goce. Es decir, su selección es íntima y es dispar, hecha de libros y páginas cuya lectura fue una dicha y como tal la quiso compartir.
• Julio Cortázar: Cuentos • Evangelios apócrifos • Franz Kafka: América. / Relatos breves • Gilbert Keith Chesterton: La cruz azul y otros cuentos • Maurice Maeterlinck: La inteligencia de las flores • Dino Buzzati: El desierto de los tártaros • Henrik Ibsen: Peer Gynt / Hedda Glaber • José María Eça de Queiroz: El mandarín • Leopoldo Lugones: El imperio jesuítico • André Gide: Los monederos falsos • Herbert George Wells: La máquina del tiempo / El hombre invisible • Robert Graves: Los mitos griegos • Fiodor Dostoievski: Los demonios • Edward Kasner & James Newman: Matemáticas e imaginación • Eugene O’Neill: El gran dios Brown / Extraño interludio • Herman Melville: Benito Cereno / Bily Budd / Bartleby, el escribiente • Giovanni Papini: Lo trágico cotidiano / El piloto ciego / Palabras y sangre • Arthur Machen: Los tres impostores • Fray Luis de León: Cantar de cantares / Exposición del Libro de Job • Joseph Conrad: El corazón de las tinieblas / Con la soga al cuello • Oscar Wilde: Ensayos y diálogos • Henri Michaux: Un bárbaro en Asia • Hermann Hesse: El juego de los abalorios • Enoch A. Bennett: Enterrado en vida • Claudio Eliano: Historia de los animales • Thorstein Veblen: Teoría de la clase ociosa • Gustave Flaubert: Las tentaciones de San Antonio • Marco Polo: La descripción del mundo • Marcel Schwob: Vidas imaginarias • George Bernard Shaw: César y Cleopatra / La comandante Bárbara / Cándida • Francisco Quevedo: La Fortuna con seso y la hora de todos / Marco Bruto • Eden Phillpotts: Los rojos Redmayne • Sóren Kierkegaard: Temor y temblor • Gustav Meyrink: El Golem • Henry James: La lección del maestro / La vida privada / La figura en la alfombra • Heródoto: Los nueve libros de la Historia • Juan Rulfo: Pedro Páramo • Rudyard Kipling: Relatos • Daniel Defoe: Moll Flanders • Jean Cocteau: El secreto profesional y otros textos • Thomas de Quincey: Los últimos días de Emmanuel Kant y otros escritos • Ramón Gómez de la Serna: Prólogo a la obra de Silverio Lanza • Antoine Galland: Las mil y una noches (selección) • Robert Louis Stevenson: Las nuevas noches árabes • León Bloy: La salvación por los judíos / La sangre del pobre / En las tinieblas • Bhagavad-Gita. Poema de Gilgamesh • Juan José Arreola: Cuentos fantásticos • David Garnett: De dama a zorro. Un hombre en el zoológico. La vuelta del marinero • Jonathan Swíft: Viajes de Gulliver • Paul Groussac: Crítica literaria • Manuel Mujica Láinez: Los ídolos • Juan Ruiz: Libro de buen amor • William Blake: Poesía completa • Hugh Walpole: En la plaza oscura • Ezequiel Martínez Estrada: Obra poética • Edgar Allan Poe: Cuentos • Publio Virgilio Marón: La Eneida • Voltaire: Cuentos • J. W Dunne: Un experimento con el tiempo • Attilio Momigliano: Ensayo sobre el Orlando Furioso. • William James: Las variedades de la experiencia religiosa / Estudio sobre la naturaleza humana • Snorri Sturluson: Saga de Egil Skallagrimsson