LA MADRE DEL CORDERO
Por Mauricio Redolés
Parece ser, por el tono de los noticieros de televisión, que por fin se ha llegado a descubrir «la madre del cordero», o sea, el origen de todos los males en que está enraizado el así llamado «Problema de Seguridad» que afecta a Chile.
El origen de todos los males no es ni «El Tren de Aragua» ni «La Banda de Los Pulpos». No. Todo el crimen organizado (y a todas luces el desorganizado también), dependía de una mujer ¡Era que no! ¡Y chilena pa’ más remate! Ella, la que en el Mercado de Lo Valledor, en la mañana del primero de abril del dos mil veinticuatro, desesperada, le arrebató el revólver a un guardia «asopao», e hizo varios disparos hacia atrás, mientras la engrillaban, hiriendo a dos o tres personas.
Entonces, dale con mostrar las imágenes de esa pobre mujer chilena, pobladora, detenida, maltratada y humillada (en este gobierno feminista), por un guardia privado que no tiene ningún derecho a detenerla (o sea detenida ilegalmente por un policía ilegal) ¿Por qué? Por ser pobre, por tener un carrito que estaba prohibido en ese lugar, por no llevar su cédula de identidad, por «amenazar» con su lima para arreglarse las uñas a un mocetón que la sobrepasaba en varios centímetros de estatura y en quizás cuantos kilos de peso y musculatura.
Así, los industriales del crimen, el secuestro ,la tortura, las decapitaciones, los desmembramientos, la extorsión de mujeres obligadas a ejercer la prostitución, el narcotráfico, la extorsión y el lavado de dinero pueden dormir tranquilos, ya que los medios de comunicación chilenos gritan a los cuatro vientos que los problemas de seguridad del país comienzan a solucionarse, mientras orgullosos muestran a esa mujer, que defiende con una dignidad que ellos no tienen y a balazo limpio, su derecho a trabajar con su carrito en el Mercado de Lo Valledor.
¡Ella es la Heroína del Siglo Veintiuno!