“La sangre menstrual recuerda a las mujeres realmente lo que son,
y el día que las mujeres amen sus reglas
amarán verdaderamente su cuerpo y su alma”
Miranda Gray
Durante la historia nuestra menstruación fue vista como algo negativo, algo que desordena, algo que es un signo de enfermedad. El ciclo femenino (sobre todo la menstruación como manifestación física) ha sido y sigue siendo objeto de tabú social. Esto, queramos o no, causa un desorden en nuestra psique, es decir en nuestra capacidad de conexión con el alma, y así también desconecta la capacidad intuitiva de sentir viva a la madre tierra.
Hoy lo seguimos viendo en las niñas, que poco conocen su ciclo y que mucho lo desprecian. Por lo tanto ¿cómo poder cambiar eso?…
Trabajar de modo consciente en lo que significa la menstruación y con una expectativa positiva de verla es una creíble ayuda para nosotras y para la madre tierra.
Veamos lo que nos entrega…
La menstruación -regla– o mejor expresado como nuestra «Luna», dicho así por la relación con el astro lunar, es la plena conexión con nosotras, un proceso orgánicamente rítmico con recordatorios inmortales:
* de lo misterioso y complejo de de la vida
* del asombroso poder creador que pulsa en el interior de cada mujer
* de la imposibilidad de dominar la vida y la Tierra
¡¡Y todo esto no lo puede tolerar la sociedad!!
Antiguamente y en varias tribus la mujer se iba a un lugar alejado cuando llegaba el momento de su menstruación, en ese momento desarrollaban y conocían el centro de si mismas. El momento del sangramiento o más amorosamente el sagrado sangramiento, es el momento en el que las emociones están a flor de piel, en donde la intuición es tu aliada y el signo de cambio se aproxima, por lo mismo hacer de esto algo relacionado con la limpieza, con la purificación, con la sabiduría que podemos obtener de este momento, no es difícil, pues en ese proceso que en algunas dura tres a cinco días ( sino más) nos encontramos vivenciando la metamorfosis de nuestro cuerpo emocional, mental, y físico, los acontecimientos, como la hipersensibilidad, la angustia, la ansiedad la irritabilidad y un sin fin de emociones, que pasan a ocupar pensamientos y por consiguientes ocupan nuestro cuerpo, mostrando malestar físico de varias clases, llevándonos a la cama o simplemente a estar tendidas sin ganas de hacer nada, es un signo de que tienes que trabajar en aquello, de que esas emociones-sentimientos esperan lo mejor de ti , son como nuestro tirano interno que nos dice, trabaja, trabaja… pues se nos muestra directamente en donde estamos menos flexibles o en dónde necesitamos hacer de aquella emoción una fortaleza y no una debilidad, por lo que asegurarse de manera coherente lo que sucede en ese preciso momento es una invitación a adentrar en nosotras, a conocernos.
Posiblemente, para muchas de nosotras sea algo difícil, más si vives en una ciudad en donde salir de ella se ve impedido o por el trabajo o por diversas atribuciones… que como la palabra lo dice “atribuciones”… cosas que nosotras mismas hemos puesto como impedimentos para no estar en bienestar…. Ahora… la manera de no caer en aquellos estados es sacar algo en limpio de aquello. Nuestra menstruación es algo muy poderoso y bueno que posibilita que nuestras tres grandes amigas, la fe, la intuición y la naturalidad afloren para reencontrarnos en ese campo mental, emocional y físico…
Cuando empecemos en nuestro momento, que es nuestro, cuanto más abiertas nos encontremos, cuanto más convencidas nos encontremos de que en ese momento sacaremos a otra nueva mujer, más fácil y llevadero será aquel momento, que es simplemente el cambio de aquel surco en la conciencia que nosotras mismas hemos impuesto. Comencemos a quitarnos frases como, me enfermé, siempre me duele, o lloro siempre que mi período llega, y tantas frases que no nos hacen bien, ni a nosotras, ni a aquellos que nos rodean… hacer un trato con nosotras mismas es lo importante ser cómplices con nuestra feminidad, con nuestro espejo interior, de este modo nuestras decisiones serán observadas, nuestros estados de animo serán observados con un prisma más candido, menos enjuiciador. Le aremos un regalo a nuestra niña interna, a nuestra hada y diosa interna, así como a aquel compañero que a nuestro lado esté…
Otro dato importante en este momento sagrado, es comenzar a integrar la palabra «honrar», en nuestro vocabulario, comenzar por algo tan cercano a nosotras como hacernos cargo de nuestro cuerpo, dejando de ceder poder y energía al resto, ya sea la empresa farmacéutica, médicos, etc… Estar en sintonía con nuestros ritmos y entregarnos a ellos puede abrirnos las puertas de una nueva independencia y luz para conocernos más, y no reprimir ni la feminidad ni nuestra esencia.
Parece poca cosa pero no lo es. Tomar conciencia de nuestras menstruaciones y sus dones supone potenciar no sólo nuestro crecimiento emocional, intelectual y espiritual, sino también el de la sociedad y el entorno en que nos desarrollamos.
Como dato les comparto a lo que podemos recurrir para comenzar a retomar este poder en nosotras, y empoderarnos con humildad y conexión.
¿Qué hacer? Estos son mis consejos:
* Dejar de ser esclavas de la píldora y demás medicamentos femeninos y de los laboratorios farmacéuticos, a la vez que ganamos más conocimiento y compromiso con nuestro cuerpo: con reflexión, con transición, cada una a su ritmo y posibilidades.
* Escribir tu sincronario lunar, anotando qué día llega tu luna, en qué fase lunar y cómo te vas sintiendo en todo el proceso, de 28 días aproximadamente que dura el ciclo. (abajo te comparto un ejemplo)
* Sacar cada noche la cabeza por nuestras ventanas y mirar al Cielo: ver qué luna hay, agradecer al universo la belleza de la noche y la Vida y sentirnos una con la Creación.
* Atender nuestras verdaderas necesidades de quietud y silencio durante nuestra luna o menstruación. La vida de la mayoría de nosotras es tan agitada que no podemos menstruar con naturalidad y seguimos exigiéndonos más y más. Debemos permitirnos menstruar física y mentalmente.
* Boicotear a las marcas convencionales de tampones, toallas higiénicas. Por siniestras, ocultadoras de información, más preocupadas por sus beneficios que por nuestra salud y por haber provocado en el pasado con su negligencia (y la de los organismos de control oficiales) miles de mujeres afectadas con diferentes enfermedades y cientos de muertes.
* Usar otras alternativas más respetuosas con nuestros cuerpos y el planeta (Véase copa luna como opción.)
* Prestar atención a nuestros sueños e intuiciones durante nuestra lunita, descifrar el mensaje y hacerles caso.
* Y sobre todo: recordar que hay un mundo mejor que podemos crear.
Fuente: www.afloramujerluna.blogspot.com