Este miércoles, se confirmó la renuncia de María José Zaldívar a la cartera de Trabajo, algo que ésta venía pidiendo al Presidente Piñera hace ya un tiempo, hasta que finalmente hoy el mandatario accedió. Pero sorpresa causó el nombramiento de quien pasará a ocupar su cargo, pues se trata del diputado e ejercicio, Patricio Melero (UDI), generándose reacciones y críticas a su nombramiento, en particular, por su pasado como dirigente durante la Dictadura, y su larga trayectoria parlamentaria (8 periodos), en donde siempre estuvo alineado con el sector empresarial y votó en contra sistemáticamente de beneficio a trabajadores y trabajadoras.
Y es que Patricio Melero es un político de dilatada trayectoria. El ingeniero agrónomo y militante de la Unión Demócrata Independiente (UDI), ha recorrido un largo camino como funcionario público: fue alcalde designado de Pudahuel entre 1985 y 1989. En los últimos años de la década de los 80′ ayudó a fundar la UDI, partido del cual sería secretaria general, y su presidente (2012 – 2014), siendo hoy uno de sus históricos dirigentes del partido. Tras la llegada de la democracia pactada, se mantuvo como diputado por el distrito 16° por siete períodos consecutivos (1980-2018) y luego -cuando cambió la denominación del distrito incluyendo más comunas-, fue electo como diputado por el 8° distrito, cargo que ocupó hasta hoy.
Conflictos de interés:
La familia del nuevo ministro del Trabajo no es ajena a la vida pública: el diputado Melero es hermano del actual presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Manuel Melero, quien -tras las críticas al conocerse el nombramiento de su hermano hoy- anunció que renunciaba a la presidencia de la CNC, pero -hasta lo que se sabe- seguirá influyendo desde el directorio de dicho gremio.
Melero, de delator a parlamentario anti trabajadores:
En su juventud, Patricio Melero fue un activo defensor de la dictadura que encabezó Pinochet, siendo uno de los 77 jóvenes que estuvieron en el llamado «Acto de Chacarilla», un homenaje de estilo fascista donde se rindió honores al dictador.
Melero escaló de vicepresidente designado de la Federación del Centro de Estudiantes de la Universidad de Chile (FEFECH), al Frente Juvenil de Unidad Nacional, y de ahí a la polémica Secretaría Nacional de la Juventud, acusada de espiar y denunciar a alumnos y docentes contrarios al régimen.
El periodista Mauricio Weibel, en su libro “Los niños de la rebelión”, cuestionó el rol de Melero durante la dictadura. En un documento -adjunto de su libro-, Weibel demuestra que desde la Secretaría Nacional de la juventud, presidida por Melero, se entregaba información sobre alumnos y docentes opositores para tomar las medidas que la CNI (órgano represivo de la dictadura) estimaran convenientes.
Ver documento:
El político no ha estado exento de polémicas en su carrera. En 2014 fue uno de los parlamentarios que se mantuvo de pie durante el minuto de silencio en homenaje a Augusto Pinochet, en el octavo aniversario de su muerte, luego que el UDI Ignacio Urrutia, solicitara dicho homenaje.
Votó en contra del proyecto de despenalización del aborto en tres causales, argumentando que “el proyecto negaba y cerraba la posibilidad de vivir a muchos niños.” Sobre la causal de violación, quien hoy es el nuevo ministro del Trabajo, se mostró a favor de que los “niños sean entregados en adopción.” Aquella vez expresó: “la madre no puede responder ni puede disponer de su cuerpo, porque el embrión, si bien se desarrolla dentro del cuerpo de la madre y está unido físicamente a ella, (…) se trata de un ser nuevo y distinto de la mujer que lo contiene.” En ese mismo hilo, fue uno de los firmantes del requerimiento de inconstitucionalidad del proyecto.
Comisión de Trabajo:
Melero es un fiel defensor de las doctrinas neoliberales, reconocido anti sindicalista -aunque ha moderado su discurso respecto a ello- y defensor del actual modelo. Eso ha quedado claro por su paso en la Comisión de Trabajo, donde habitualmente vota en contra de iniciativas que implique beneficios para los trabajadores y trabajadoras, y ha sido un impulsor de las políticas de flexibilización laboral.
Cuando el proyecto de ley que busca reducir la jornada laboral a 40 horas semanales salió de la Comisión de Trabajo para su discusión, Patricio Melero fue uno de los seis parlamentarios que se abstuvo de votar. La discusión del proyecto en la Cámara baja no estuvo exenta de roces: Melero encabezó el intento de censura a la diputada Gael Yeomans, quien era presidenta de la Comisión de Trabajo. Unos meses después, Yeomans llevó a Melero ante la Comisión de Ética por sus intervenciones en tono “violento y amenazador”, pero dicho requerimiento fue desestimado.
Melero argumentó su voto en contra del proyecto en la Cámara Baja debido a que habían trabajos que no podrían cumplirse en 40 horas, y utilizó a modo de ejemplo la labor de la Conaf: “¿Qué vamos a hacer con los trabajadores de Conaf cuando estén apagando un incendio, les vamos a decir se acabó la jornada? Y el Estado no va a seguir apagando el incendio, va a tener que contratar más trabajadores”, esgrimió.
También votó en la Comisión Mixta en contra del proyecto de post natal de emergencia, que beneficiaba a mujeres trabajadoras. Esa vez Melero votó en bloque junto al senador de su mismo partido Víctor Pérez (quien luego sería ministro hasta que renunciara en medio de una Acusación Constitucional) y el senador RN Andrés Allamand, quien también saliera del parlamento para asumir -hasta hoy- la cartera de Relaciones Exteriores.
Melero ha sido también un férreo opositor a los «retiros del 10%» que se han tramitado en el Congreso (dos hasta ahora), y ha votado en contra cada vez, a pesar de que en su propio sector han preferido votar a favor de uno de los proyectos con más apoyo ciudadano, más en el actual contexto de pandemia, donde muchos han perdido sus empleos y han hecho uso de los fondos de pensiones para sobrevivir.
Y es que quien asume hoy en la cartera de Trabajo, además de un «complice activo» de la Dictadura, es también uno de los conocido como «línea dura» dentro de la UDI, para mantener la actual Constitución de 1980, razón que llevó a Melero a ser un dirigente activo en la campaña del «Rechazo», que fue derrotada rotundamente en octubre pasado.
Sin embargo su cercanía con Larroulet, y en particular con el exministro del Interior, Andrés Chadwick (primo hermano del presidente) y su larga trayectoria parlamentaria, lo pusieron como una de las primeras opciones para el cargo. Además, Melero ha sido dentro de «Chile Vamos» quien más ha estado alineado con La Moneda en cuanto a la agenda legislativa. Un político de fuste, conservador, de la camada de históricos de la UDI, asume hoy la compleja cartera de Trabajo, que tiene como primer objetivo, buscar consensos en el congreso -lugar que Melero conoce muy bien- para sacar adelante el proyecto de pensiones que el ejecutivo tiene trancado, sin poder avanzar.
En su reemplazo en la cámara de diputados, la UDI ha designado a Daniel Labbé Martínez, hijo del ex coronel y ex alcalde de Providencia, además procesado por crímenes de Derechos Humanos, Cristián Labbé Galilea. El ex chico reality (de Canal 13), se desempeña actualmente como director ejecutivo de la Corporación de Deportes de La Reina y del Parque Mahuida, ubicado en esa misma comuna.