La primavera que perdimos el tren

Hace 31 años que dejó de funcionar el tren que conectada a la Argentina y a Chile: una gran pérdida material y simbólica.

La primavera que perdimos el tren

Autor: Lucio V. Pinedo

Cuando la naturaleza se preparaba para la regeneración y la vida, murió un medio de comunicación indispensable para la relación entre Argentina y Chile. El tren Transandino dejó de funcionar el 21 de septiembre de 1984, mientras, en el poder chileno, estaba Augusto Pinochet y, del lado argentino, acababa de volver la democracia, tras un endeudamiento perpetrado por los militares.

El Ferrocarril Trasandino Los Andes – Mendoza, conocido en Chile oficialmente como Ferrocarril Trasandino Chileno (FCTC) y en la Argentina como Ferrocarril Trasandino Argentino (FCTA), fue un ferrocarril, hoy en ruinas, que unía la ciudad chilena de Los Andes y la ciudad argentina de Mendoza. Fue inaugurado el 5 de abril de 1910 luego de superar muchas dificultades los años anteriores.

Locomotora electrica del Ferrocarril Trasandino de Los Andes a Mendoza arrastrando un tren de carga en plena montaña nevada. 1970

Locomotora eléctrica del Ferrocarril Trasandino de Los Andes a Mendoza, arrastrando un tren de carga en plena montaña nevada (1970).

Trazado

Su trazado comenzaba en la ciudad de Los Andes y subía a través del cajón del río Aconcagua y Juncal, hasta Las Cuevas, donde se encontraba el túnel principal que cruzaba hasta la Argentina. Luego, bordeando los ríos Las Cuevas y Mendoza, llegaba hasta la ciudad del mismo nombre a través de un trazado de menor pendiente, y mucho menos accidentado. Su construcción significó un gigantesco esfuerzo de la ingeniería, las finanzas y la diplomacia, ya que, al involucrar a dos países que para ese entonces se encontraban en litigio por la definición de sus fronteras, fue necesario redoblar los esfuerzos para conseguir todos los permisos y garantías necesarias.

Los promotores

Sus impulsores y realizadores fueron los hermanos chilenos Juan y Mateo Clark, descendientes de un inmigrante inglés que se había instalado en forma muy próspera en Valparaíso. El interés de los Clark por lograr una mejor ruta para el intercambio comercial entre los pueblos del interior de la Argentina con el puerto chileno de Valparaíso los impulsó a emprender este proyecto. Además, para ese entonces, ellos mismos habían tendido, en 1871, el primer servicio telegráfico a través de la cordillera, entre Santiago de Chile y Mendoza (Argentina).

La construcción del Ferrocarril Trasandino del lado argentino fue concedida según ley 583 del 5 de noviembre de 1872. La ejecución del proyecto, su administración y explotación comercial fue otorgada a una firma inglesa, encabezada por el ya mencionado Juan E. Clark, quien presentó, en 1886, los estudios efectuados de la línea por el paso de Uspallata.

La concesión a los Clark en el lado chileno se produjo en 1874. Lamentablemente, la empresa «Ferrocarril Trasandino Clark» siempre tuvo problemas financieros, puesto que el costo de la construcción no fue correctamente evaluado al principio y debieron hacerse esfuerzos gigantescos para conseguir más apoyo de los incrédulos accionistas y de los Estados chileno y argentino.

Tramo de vía destruida en las cercanías del túnel de la frontera del Ferrocarril Trasandino de Los Andes a Mendoza, con cremallera Abt.

Tramo de vía destruida en las cercanías del túnel de la frontera del Ferrocarril Trasandino de Los Andes a Mendoza.

El presente

Si bien prácticamente todo el tendido de montaña se encuentra abandonado y destruido por las avalanchas y los cursos de agua, aún se conserva en operaciones el tramo más bajo, en territorio chileno, que va desde la ciudad de Los Andes hasta la localidad de Río Blanco. Allí el ferrocarril, luego de ganar altura a través de una Z, llega hasta las instalaciones de la mina de cobre de Saladillo, perteneciente a Codelco. Desde este lugar, recoge el concentrado de cobre en polvo y lo transporta en contenedores en forma de «olla», hasta la ciudad de Los Andes, donde una grúa realiza el transbordo de los contenedores a otro tren de trocha ancha, para luego seguir camino hasta la fundición de Ventanas, ubicada en la costa de la Región de Valparaíso chilena y a otros puntos de la red central de ferrocarriles hacia el sur de Santiago.

Respecto del trazado desde Río Blanco hasta la frontera, se encuentra abandonado. Todavía se conservan los rieles y la cremallera, aunque gran parte de la postación del tendido eléctrico ha sido robada debido a que estaba construida con tubos de acero. Lo mismo ocurrió con los edificios de las estaciones de Hnos. Clark (ex Juncal) y Caracoles, además de la subestación eléctrica ubicada junto a la estación de Juncal. En muchos lugares, las avalanchas y aluviones, tanto de nieve como roca, han arrastrado la línea o socavado el terreno sobre el cual estaba sustentada, por lo que es frecuente ver tramos donde los rieles se han quedado al aire. Lo mismo ocurre con la gran cantidad de cobertizos, muchos de los cuales se conservan hasta hoy, aunque en muy malas condiciones, ya que han pasado décadas sin recibir mantenimiento.

El futuro

Hoy en día, existe un proyecto, impulsado por la empresa argentina Tecnicagua, que propone reconstruir el Trasandino y que cuenta con el apoyo de los gobiernos chileno y argentino, dado que el ferrocarril podría contribuir a descongestionar la carretera y tendría una gran disponibilidad a lo largo del año. Sin embargo, a causa de las limitaciones físicas del trazado (altura, pendientes, curvas, gálibos), existen dudas acerca de la conveniencia y rentabilidad del proyecto.

Aunque desde hace muchos años que el Ferrocarril Trasandino es solo parte de la historia, tal vez haya una posibilidad de que vuelvan a circular los trenes a través de la Cordillera de Los Andes.


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