El sociólogo Boaventura de Sousa Santos fue acusado de acoso sexual por tres investigadoras del Centro de Estudios Sociales, de la Universidad de Coimbra.
Conducta sexual inapropiada en la academia (Routledge, 2023) es el título del artículo que circuló la semana pasada, en el cual tres investigadoras denuncian al llamado “profesor estrella” con acusaciones públicas por hechos ocurridos entre 2011 y 2019 en el Centro de Estudios Sociales (CES) de la Universidad de Coimbra en Portugal.
El Centro de Estudios Sociales, que está vinculado a la Universidad de Coimbra, anunció que suspendía de todos sus cargos a Boaventura de Sousa Santos, quien permanecía como director emérito, esto mientras se investigan las denuncias por parte de una comisión independiente que el centro va a crear.
El sociólogo negó los hechos y respondió a la denuncia como “un acto miserable de venganza institucional y personal”, al tiempo que indicó que presentará una querella contra las tres ex investigadoras del centro.
A estas acusaciones se suman la de la weychafe mapuche, Moira Millán, quien anunció que hará la denuncia penal por abuso contra el sociólogo portugués
Los hechos que denunció Millán habrían ocurrieron en el 2010 cuando viajó a Portugal, luego de ser invitada a un conversatorio en la Universidad Lusófona por un grupo de argentinos que vivían en Lisboa.
A continuación, la respuesta de Boaventura de Sousa Santos a las acusaciones de la activista argentina:
Falsas y calumniosas exigen una disculpa pública
Boaventura de Sousa Santos
Me encontraba en Chile participando en la Feria del Libro en el momento en que se vertieron graves acusaciones contra mí. Ello retrasó mi respuesta a tales acusaciones al no tener acceso en ese momento a la documentación necesaria para rebatirlas.
Entre finales de 2017 y a lo largo de 2018, una serie de mensajes anónimos fueron grafiteados en las paredes del Centro de Estudios Sociales (CES) y en algunos edificios de la Universidad de Coimbra. En ellos se afirmaba categóricamente una gravísima acusación: «Boaventura es un violador». Tales mensajes, como se puede imaginar, empezaron a causar gran agitación en la comunidad académica del CES. Inmediatamente siguió en el CES un período de reflexión sobre la calidad de la acusación. Incluso sin denuncias formales, el CES no dejó de actuar. Se celebraron asambleas y diversas reuniones en las que se consultó a organizaciones feministas de distintos matices con el fin de adoptar medidas para corregir las posibles prácticas sexistas y violentas en la institución.
A partir de este movimiento, el CES creó un Comité de Ética y una Proveeduría, y estableció un Código de Conducta. Después de este proceso, que sin duda permitió avances importantes y fundamentales para la institución, no hubo ninguna acusación que corroborara la afirmación de que yo era un violador. En aquel momento no se sabía quién o quiénes estaban detrás de los grafittis ni qué los había motivado.
Recientemente, para mi gran sorpresa, tres investigadoras -que formaban parte de la comunidad académica del CES- publicaron un artículo en inglés, cuyo título podría traducirse como «Las paredes hablaron cuando nadie lo hacía», claramente inspirado en la grave y falsa acusación expresada en aquellos grafittis.
Lo que yo no sabía hace cuatro años es que tales pintadas eran consecuencia de la denuncia de una activista argentina, la Sra. Moira Millán, que comenzó a afirmar pública y calumniosamente que yo la habría «secuestrado» y que había intentado violarla tras una actividad académica en la que ella había participado en el CES en junio de 2010.
El pasado 16 de abril se publicó una larga entrevista que concedió al diario español El Salto, en la que relata -con aparente lujo de detalles- cómo se habría producido el supuesto intento de violación. Extractos de esta entrevista fueron publicados no sólo en varios medios de comunicación de Portugal, sino también en medios de comunicación de varios países latinoamericanos.
Partiendo de las declaraciones de Moira Millán en la entrevista, a continuación -basándome en elementos concretos y documentos sólidos- me enfrentaré a la calumniosa narrativa que ha construido para acusarme, indicando punto por punto la verdad de los hechos. Esta acusación es la más grave que se me ha hecho y, por lo tanto, responderé a ella en primer lugar. En cuanto a las demás acusaciones que han salido a la luz, cuando tenga conocimiento de ellas, reuniré la información y tomaré las medidas adecuadas.
Moira Millán no ha aportado ninguna prueba de su acusación. Dice que no tiene correos electrónicos porque su correo electrónico fue hackeado. Pero yo tengo los correos electrónicos y las facturas asociadas para demostrar lo que digo.
“Pregunta – Moira, ¿cómo sucedieron los hechos con Boaventura? En el 2010 viajé a Portugal invitada por un colectivo de argentinos residentes en Lisboa para un conversatorio en la Universidad Lusófona y aviso a Boaventura porque nos conocíamos del Foro Mundial de Brasil, en donde todo fue agradable, respetuoso, mientras intercambiamos perspectivas políticas. Él me contestó inmediatamente para invitarme a Coimbra y dar una conferencia a sus estudiantes. Acepté y aunque en ningún momento me ofreció remuneración, le exigí que me pagara los gastos porque mi situación económica era muy precaria y Boaventura aceptó pagarme el billete, el alojamiento y las dietas. (…)”
La verdad – Contrariamente a la afirmación anterior, fue la Sra. Moira Millán quien se puso en contacto conmigo, por correo electrónico, el 29 de abril de 2010, ofreciéndose a realizar una actividad en la Universidad de Coimbra, ya que ese año estaría de paso por Portugal. El mensaje del correo electrónico era el siguiente:
“Mari mari Boaventura! Saludos desde el territorio mapuche!
Finalmente intento establecer un contacto duradero con Ud estimado compañero, en el que me propongo intercambiar, pensar, reír, soltar sueños e ideas, que le parece? Se prende en esta invitación? Si dice sí no sabe en lo que se mete, ja, ja, ja!!. Le cuento que estaré viajandoa Portugal en el mes de Junio, me gustaría visitarlo y tal vez organizar alguna actividad juntos, como una charla, o lo que a ud . le paresca mejor. Coordinar tambien alguna actividad para el mes d eAgosto unado visite argentina porque me gustaría que llegue a territorio mapuche. Si le intereza avíseme.
Abrazos
Moira Millán la mapuche de la hoy llamada patagonia argentina»
Como he conocido a cientos de personas en diversas actividades alrededor del mundo, no respondí el correo inmediatamente porque no recordaba a la señora. Fue entonces cuando el 16 de mayo de 2010, una colega socióloga argentina, Norma Giarraca, lamentablemente ya fallecida, puso en mi conocimiento el intento de contacto de la Sra. Moira Millán por medio de un correo electrónico:
“Boa: Moira Millán parece que te conoció en Cochabamba y viaja a Portugal y quiere contactarse contigo, abrazos
Este tipo de intervención es habitual. A menudo, cuando alguien quiere ponerse en contacto conmigo, busca la intermediación de alguien que tenga un contacto más estrecho conmigo. Tras este mensaje de mi colega argentina, un mes después del intento inicial de contacto de Moira Millán, el 27 de mayo, le contesté positivamente, aceptando la propuesta e informándole de que todos los gastos de viaje y alojamiento correrían por mi cuenta, como era habitual con cualquier ponente que se presentara en el CES. El contenido del correo electrónico que le envié fue el siguiente:
“Estimada Moira,
Querida Hermana, Me alegra mucho que puedas visitar mi centro. Te propongo la fecha de 14 de junio, as las 18:00h. La sesión será una presentación tuya, de 30 a 40 minutos, sobre la lucha mapuche en Argentina, seguida de debate. Tenemos muchos estudiantes de doctorado que estarán interesados en debatir contigo sobre el tema. Si puedas quedarte en Coimbra esa noche, reservamos el hotel y con mucho gusto te invito a cenar. También cubrimos los gastos de tu viaje Lisboa-Coimbra-Lisboa. Por favor trae el boleto de tren.
Después definimos los detalles y de saber a qué hora llegas a la estación de tren (Coimbra-B), alguien del Centro de va recoger. De Lisboa a Coimbra hay muchos trenes y el viaje demora 2 horas.
En este momento estoy en los EUA a camino de Ecuador para trabajar con el movimiento indígena de Ecuador que pasa también por un momento difícil. Después de mi llegada a Portugal, puedes contactarme por dos maneras:
- Mi telemovil:
- Mi secretaria (Lassalete):
Quedamos pues en contacto y estoy ansioso por te dar la bienvenida a Coimbra.
Un abrazo,
Boaventura
PS: Si tienes algunos documentos sobre la lucha y sobre tu propia en tu computadora, te agradezco que me lo envíes.”
Continuación de la respuesta de Moira Millán a la primera pregunta en la entrevista al diario
El Salto:
“(…) Llegué a Coimbra y di la conferencia. Al terminar, era bastante tarde y su asistente me dijo que tenía que ir a cenar a un determinado lugar. Pensé que iba a ir todo el equipo, pero al llegar, comprobé que él estaba solo. El lugar que eligió era un restaurante de su familia e hizo abrirlo para que cenáramos los dos solos. Comenzó a beber mucho y a decir cosas desubicadas para “coquetear”.»
LA VERDAD – La conferencista salió de Lisboa en dirección a Coimbra en tren el 14 de junio a las 13h30, llegó a la estación de Coimbra B después de las 15h30 y tomó un taxi hasta el Hotel Botánico, donde se alojaría hasta el día siguiente. Tras instalarse, la conferenciante tomó un taxi hasta el CES, donde tuvo lugar la conferencia y el debate. Posteriormente, todos los gastos de viaje fueron debidamente reembolsados, como puede comprobarse en los documentos adjuntos.
La actividad, que comenzó poco después de las 18.00 horas, duró más de dos horas y terminó hacia las 21.00 horas. Nos dirigimos inmediatamente al lugar de la cena. Contrariamente a lo que afirma Moira Millán, la invitación a la cena ya se había hecho por correo electrónico, con mucha antelación y con carácter formal. Siempre he llevado a los participantes en las actividades del CES, hombres y mujeres, como invitados, y como parte de los programas de estas actividades, a cenar a un restaurante cercano al CES.
La cena no fue en ningún restaurante privado de mi familia, ya que mi familia no tiene ni ha tenido nunca ningún restaurante. La cena tuvo lugar en el restaurante «Trovador», un restaurante muy conocido en Coimbra, situado a unos 750 metros del CES, en la plaza de la Sé Velha, frecuentada por mucha gente, a la que fuimos a pie. Los que conocen perfectamente la zona saben que en junio ese no es un restaurante para los que buscan intimidad, como dio a entender la Sra. Moira Millán. La cena puede probarse con el recibo expedido por el restaurante. La cena, que para mí era una cena de trabajo, transcurrió sin contratiempos y de forma agradable; traté a la invitada siempre con todo el respeto, la cordialidad y la hospitalidad que me correspondían en mi calidad de anfitrión. Terminamos la cena cuando el restaurante estaba a punto de cerrar y, como ya era tarde, acompañé a la invitada al Hotel Botánico, siempre a pie.
Continuación de la respuesta de Moira Millán a la primera pregunta en la entrevista al diario
El Salto:
“Durante todo el tiempo puse límites y cuando terminamos de cenar, me dijo que quería regalarme unos libros y le pedí que me los diera al día siguiente. Él me dijo que no y que su casa estaba muy cerca. Accedí. No recuerdo en qué piso vivía, pero sí que había que pasar por un sistema de seguridad para entrar en el edificio. Entramos en el apartamento, se puso cómodo y comenzó a beber whisky. Me quise ir, pero me pidió que me sentara. Lo hice, pero frente a él. Al hacerlo, él se abalanza sobre mí y comenzó a manosearme, a querer besarme y yo le empujé e indignada le dije “¡No! Me enfadé, me quedé quieta, pero él volvió a lanzarse sobre mí y ahí yo, muy enfadada le empujé con más fuerza: tuve
claro de que no me iba a dejar violar aunque fuera Boaventura.
Él se dio cuenta de que no iba a poder consumar ninguna violación porque yo no se lo iba a permitir, pero al mismo tiempo, me sentía secuestrada: no sabía cómo salir del edificio, no sabía a qué distancia estaba del hotel o si estaba lejos, no tenía dinero para pagar un taxi. Tampoco tenía mi billete de regreso a Lisboa. Realmente estaba en sus manos y esa sensación me produjo miedo e ira. Traté de calmarme y le hice reflexionar, entonces él se tranquilizó.”
LA VERDAD – Como ya he dicho, nunca la invité a entrar en mi casa. No hay ningún sistema de seguridad para acceder al edificio donde vivo, contrariamente a lo que afirma la Sra. Moira.
Continuación de las respuestas de Moira Millán a la entrevista en el diario El Salto:
“¿Cómo conseguiste el billete de regreso?
Al día siguiente voy a pedírselo a su secretaria, pero me dice que lo tiene él y que me espera en un restaurante. Al oír eso me enfadé muchísimo: era como seguir en la humillación y en sus manos, como un niño caprichoso que como no me había podido tener el día anterior quería tenerme al día siguiente.
Su asistente lo pasó mal y ella no tenía la culpa así que fui para encararme con él. Y ahí estaba esperándome con un ramo de flores, suplicándome y rogándome que le perdonara, pero yo cogí mi billete y me fui.”
LA VERDAD – Tal situación nunca se produjo. Al día siguiente del debate, el 15 de junio, Moira Millán se marchó del Hotel Botánico, mi secretaria fue al hotel para darle el billete y llevarla a la estación. Nunca volví a verla.
Continuación de las respuestas de Moira Millán a la entrevista en el diario El Salto:
“Desde entonces, ¿Boaventura se ha puesto en contacto contigo?
No, él me tiene terror, sabe lo que hizo. Y yo se lo he dicho a bastante gente de la Academia porque hemos coincidido en conferencias internacionales en donde también le invitan, entonces, y cuando han querido ponerme en la misma mesa, me he negado y si insistían, amenazaba con denunciarle públicamente por abusador. Por ejemplo, Clacso lo ha sabido siempre porque yo se lo dije, por eso le convierte en absolutamente cómplice.”
LA VERDAD – Después de la actividad en Coimbra, Moira Millán intentó ponerse en contacto conmigo varias veces por correo electrónico, una correspondencia que va desde junio de 2010 hasta diciembre de 2014. En algunos de estos correos me pidió dinero para financiar algunos de sus gastos, incluyendo solicitudes de pago de deudas, alquiler de casa, para escribir un libro y para financiar un documental en el que ella sería la protagonista.
Nunca podría haberla apoyado en estas peticiones porque el CES nunca ha tenido la práctica de financiar actividades no académicas. A continuación, comparto algunos de los correos electrónicos en los que intentó volver a ponerse en contacto conmigo.
Respondí a este correo electrónico al día siguiente:
24 de junio, 2010
«Querida Moira
Me alegra saber que te gustó el pasaje por Coimbra. Tuve un gusto enorme en recibirte en Coimbra e tu charla fue muy festejada por todos. También yo me sentí muy desafiado por tus perspectivas sobre las luchas indígenas. Ahora que tienes un agente, será más fácil la comunicación. Espero reverte en el Foro Social Américas o en Buenos Aires.
Un fuerte abrazo
Boaventura».
Días después, Moira Millán volvió a ponerse en contacto conmigo por correo electrónico:
29 de junio, 2010
“Abrazos desde aquí amigo yo también quisiera verte en Paraguay y luego en Bs As ojalá se pueda dar, ayúdame para que así sea. Abrazos enormes y cálidos
Moira”.
Poco más de un mes después, Moira Millán vuelve a ponerse en contacto conmigo por correo electrónico con una solicitud de ayuda económica, que incluye una frase que contradice por completo la idea de que ella hubiera sido víctima de un intento de violación por mi parte:
03 de julio, 2010
“(…) Hoy en este momento necesito 500 euros a mas tardar para este viernes ya que debo pagar una deuda urgente se me vence el plazo el 8 de julio, te ruego si me pudieras ayudar en eso te lo agradecería.
Abrazos y mil disculpas por tirarte encima mis pesares, sos una de las pocas personas en las que confío mucho.
Abrazos
Moira».
Tras enviarme varios correos más, a los que no respondí, Moira Millán volvió a enviarme un correo electrónico en 2011, pidiéndome de nuevo ayuda económica, esta vez para financiar los gastos de publicación de una novela:
11 de marzo, 2011
“(…) Necesito tu ayuda, cuando nos conocimos te comenté mi deseo de escribir una novela (…) Si alguien pudiera solventar mis gastos de alquiler y alimentación como una inversión en este trabajo literario estaré muy agradecida y creo que no se arrepentirá será una buena forma de invertir el dinero. (…)”.
Moira Millán me envió más correos electrónicos, con copia a otros colegas, pidiéndome ayuda económica de nuevo en 2013, con el objetivo de promover un documental que la tuviera como protagonista.
Al año siguiente, en 2014, también se puso en contacto conmigo solicitando apoyo para una marcha de mujeres indígenas en Argentina:
30 de julio, 2014
“Hola Boaventura tanto tiempo!!!! Cómo estás? Qué cuentas? Te cuento que me encuentro junto a un montón de compañeras, hermanas de diferentes pueblos indígenas organizando la primer marcha de las mujeres originarias de Argentina. (…) Aquí va el proyecto que le estamos enviando a diferentes organizaciones para que nos ayuden a financiar la marcha por favor ayúdanos a buscar apoyo económico para la marcha. (…)
Poco después, volvió a ponerse en contacto conmigo para pedirme ayuda para viajar a Portugal y saber si era posible organizar alguna actividad que fuera rentable:
Unos días más tarde, refuerza su petición de ayuda económica para viajar a Portugal:
Moira Millán envió más correos electrónicos, pero como no respondí a sus peticiones, los contactos terminaron en diciembre de 2014 y no volví a saber nada de ella. Hasta que me topé con la falsa acusación que me ha hecho en distintos medios de comunicación. Moira Millán es una mujer indígena mapuche. Siento el mayor respeto por la lucha de su pueblo y he demostrado mi solidaridad con el pueblo mapuche en numerosas ocasiones, la última de ellas habiendo defendido ante la Asamblea Constituyente chilena los principios de plurinacionalidad y autogobierno, principios tan queridos por el pueblo mapuche. Sin embargo, no puedo aceptar que se hagan falsas acusaciones en mi contra, como lo demuestran claramente los hechos.
Me gustaría evitar tener que recurrir a la vía judicial para resolver este asunto, lo que sería posible si la Sra. Moira Millán reconociera la falsedad de las graves acusaciones que ha vertido sobre mi persona y pidiera disculpas públicas.
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