Lois Gibson trabaja para el Departamento de Policía de la ciudad de Houston, en Texas, Estados Unidos, y es considerada la artista forense más certera del mundo.
En 2017 ingresó al libro de Récord Guinnes por crear retratos que permitieron identificar a 751 criminales y lograr más de 1.000 condenas.
Al día de hoy el número de delincuentes identificados supera los 1.200 según el cómputo ue lleva la propia Gibson.
“La primera vez que trabajé en un caso de asesinato para el departamento de policía hice un hermoso sketch desmenuzado, pero me di cuenta de que esa bella obra de arte puede detener a un asesino, que es capaz de matar de la manera en la que casi me sucede a mí”, destacó la artista forense.
Su historia podría seervir de inspiración para crear una serie policial e inclusouna película, ya que Lois experimentó en carne propia lo que han pasado las víctimas que acuden a ella para describir a su agresor. En 1972, cuando tenía 21 años, trabejaba como modelo y bailarina, y sufrió un terrible ataque por parte de un asesino y violador serial, del que por fortuna pudo salir viva.
«Ni siquiera lo denuncié,porque era una violación y yo estaba demasiado avergonzada. Seis semanas después,conducía por una calle por la que no tenía intención de pasar y vi que el hombre que me había atacado estaba siendo arrestado por otro crimen», relató al diario La Verdad.
Este incidente marcó un antes y un después en la vidas de Lois, por lo que decidió dejar Los Ángeles y se marchó a estudiar Bellas Artes a la Universidad de San Antonio, en Texas, donde se graduó con honores en 1976.
Años después su vocación de ayudar a otras persona la llevó a plantarse en las oficinas de la Policía local para ofrecer sus servicios, segura de que podía ayudar a resolver cientos de casos que acumulaban polvo en sus archivos.
«Les dije que yo podía sacar dibujos de los criminales con las descripciones de sus testigos. Ellos no querían, se negaban una y otra vez, pero, como yo había sufrido aquel ataque en el que casi me matan, se vieron ‘forzados’ a probarme. Cada dibujo que hacía resolvía un crimen cuando lo sacaban en las noticias de televisión. Así que, finalmente,en 1989 me hicieron un contrato de trabajo a tiempo completo. La Policía no pudo discutir contra el éxito», relató.
Para Gibson es importante tener empatía suficiente para acercarse a las víctimas de robos, violaciones, ataques, intentos de asesinato, así como a los familiares de quienes ya no pueden contarlo y a los testigos de los crímenes.
Antes de hacer un retrato hablado los escucha y les pregunta primero la raza y el sexo de su atacante, y luego les entrega un libro donde pueden escoger entre cientos de imágenes de cejas, ojos, narices, labios, entre otros rasgos faciales.
La artista forense explica que gran parte delas víctimas asegura no haber visto la cara de su agresor, y lo repiten como un mantra, encontrándose incapaz de dar cualquier tipo de detalle. Sin embargo, la experiencia le ha hecho ver que casi nunca es cierto. Y sabe cómo hacerles recordar. La clave parece residir en la expresión del rostro.
«Si pueden responder a eso, si pueden decirme cuál era su expresión, entonces vieron la cara, pese a estar convencidos de que no», aseguró al medio citado.
Los retratos más famosos
La actriz porno Stormy Daniels conocida por ser la supuesta amante de Donald Trump y haber recibido 130.000 dólares,, justo antes de las elecciones de 2016 para que callara sobre el presunto affaire’ de 2006, revelado por ‘The Wall Street Journal’, le pidió a Gibson realizar el retrato robot de un hombre que, asegura, se le acercó en 2011 para amenazarla: «Deja a Trump solo. Olvida la historia».
En febrero de 1996, Tina Shiets llevó a Gibson las fotos de dos niños de 1 y 2 años. Quería encontrar a sus hermanos perdidos. La artista proyectó los retratos con 31 y 32 años, y salieron en televisión. La tía de ambos, Chris y Craig (en la imagen) los reconoció y llamó en ese momento al programa.
El caso de la pequeña ‘Baby Grace’. La Policía encontró el cadáver descompuesto de una niña y Gibson reconstruyó su cara. Una mujer lo vio y reconoció a su nieta desaparecida.
«No puedo dejar este trabajo»
Hoy con más de 70 años cumplidos, Lois sigue trabajando en su vocación, colabora con la Policía y dicta clases en el Instituto de Arte Forense, fundado por ella, donde enseña a otros a seguir una senda que se resiste a abandonar.
«No puedo dejar este trabajo. Soy una adicta. Es demasiado maravilloso poder detener asesinos con solo un dibujo», destacó.
Cada año, hace alrededor de 120 retratos hablados y tarda menos de una hora en esbozar uno.
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