- El caso de la Reserva Nacional Kawésqar reviste especial atención y preocupación de acuerdo a información recopilada por condiciones anaeróbicas.
- La opinión de un biólogo marino experto oceanógrafo, así como los antecedentes que proporciona SERNAPESCA, son parte de este reportaje.
¿Qué es lo que está sucediendo en mares australes con respecto a la desoxigenación de diversas áreas? ¿Qué son las condiciones anaeróbicas y qué implica para la diversidad y ecosistemas? ¿Qué relación tiene esta condición con la presencia de la industria salmonera? Estas son algunas de las preguntas que se responden en el siguiente reportaje, con diversos antecedentes obtenidos vía transparencia, la opinión de especialistas y la versión desde la institucionalidad pública, en este caso, Sernapesca.
En los últimos años, organizaciones y comunidades han denunciado la falta de oxígeno en mares de la Patagonia austral las que estarían relacionados directamente con la operación de concesiones acuícolas, mayoritariamente de la industria salmonera, con severos impactos en la biodiversidad y funcionamiento del ecosistema.
Los hechos han llevado a que diferencias instancias científicas y de investigación académica realicen monitoreos para buscar respuestas a la preocupante situación actual sobre la desoxigenación de los océanos que amenaza la supervivencia de especies marinas y, por ende, servicios al ser humano.
Sin embargo, para varios referentes especializados, la tragedia en mares australes por la falta de oxígeno tiene una explicación: El crecimiento de la industria salmonera que es incompatible con los objetivos de conservación de los planes de manejo de las áreas protegidas del estado, siendo urgente regular las áreas de reservas nacionales, especial atención a la Reserva Nacional Kawésqar y la Reserva Nacional Guaitecas, áreas protegidas donde hoy existen 58 y 320 concesiones de cultivo de salmón, es decir casi un tercio de la industria salmonera opera en áreas protegidas.
Los desechos que genera la industria de la salmonicultura, provenientes de las heces/excretas y alimentos no consumidos, se van depositando en el fondo marino y demandando más oxígeno, lo que resulta en una menor cantidad de este vital elemento disponible para que las especies bajo el mar puedan respirar y se mantenga la vida.
Condiciones anaeróbicas en Reserva Nacional Kawésqar y centros salmoneros
La Reserva Nacional Alacalufes es el nombre original del actual Parque Nacional Kawésqar, que está ubicada en la Región de Magallanes y Antártica Chilena y comprende los archipiélagos occidentales de las provincias de Última Esperanza y Magallanes. Inicialmente fue creada el 22 de julio de 1969 por D.S. Nº 263 del Ministerio de Agricultura. Posteriormente, se establece el Decreto N° 6 del Ministerio de Bienes Nacionales, publicado en el Diario Oficial con fecha 30 de enero de 2019, fijando sus límites, dejando bajo el estatus de parque nacional las áreas terrestres dela antigua reserva nacional Alacalufes, y dejando bajo categoría de “reserva nacional”, sin embargo de acuerdo al artículo 158 de la Ley General de Pesca y Acuicultura desde el año 2002 si se permiten salmoneras dentro de reservas nacionales.
De acuerdo a información publicada por la Corporación Nacional Forestal (CONAF), “La unidad destaca por la protección de las especies de fauna como el zorro culpeo y el huemul. En ambientes marinos, se ven ejemplares de foca leopardo, ballena, delfín austral y chileno. Además, habitan aves tales como el fío-fío, churrín del sur y carpintero gigante. En cuanto a flora, están los árboles siempre verdes, como el coigüe de Magallanes, ciprés de las Güaitecas y canelo”.
El Parque Nacional Kawésqar no cuenta actualmente con una protección de su subsuelo como lugar de interés científico para efectos mineros, por el contrario, es susceptible de proyectos o actividades mineras que podrían causar impacto ambiental.
A su vez, pese a ser un área protegida, en 2022 la reserva nacional Kawésqar, cuenta a la fecha con 67 concesiones otorgadas para actividades salmonícolas, más, a lo menos otras 58 en trámite, lo que ha sido denunciado por las comunidades kawesqar por la defensa del mar, quien ha señalado que cuando se creó el Parque Nacional , este sólo incluyó la parte terrestre, dejando las aguas aledañas, compuestas por fiordos y canales, bajo la categoría de Reserva, para permitir la operación y crecimiento de la industria salmonera.
CONAF es el órgano encargado del desarrollo y conservación de las áreas silvestres protegidas y en este caso, es quien debe implementar un plan de manejo para el Parque Nacional Kawésqar en el área terrestre y en la Reserva Nacional Kawésqar en el área marina, este plan de manejo podría impedir la operación y crecimiento de la industria salmonera dentro de la reserva nacional kawesqar, sin embargo, dado el daño ambiental que ya se ha provocado dentro de la reserva nacional por parte de la industria salmonera, al provocar fondos marinos muertos: sin oxígeno.
Diversos antecedentes sobre los centros salmoneros al interior de la reserva y en zonas contiguas, da cuenta de una realidad preocupante, de acuerdo a informaciones recabadas a través de ley de transparencia. Nueve centros han reportado condiciones de “fondos marinos muertos”, al interior de la Reserva Nacional Kawésqar.
Se desprende de la información, que 18 centros dentro de la reserva nacional han presentado condiciones anaeróbicas en sus informes ambientales y 9 informes ambientales han generado condiciones anaeróbicas desde el año 2019, es decir desde cuando se crea la Reserva Nacional Kawésqar.
Ver aquí cuadro de datos recopilados con información de los centros de cultivos, las empresas salmoneras involucradas, condiciones anaeróbicas, denuncias de sobreproducción, fechas de infracciones, entre otros.
Ver aquí. Centros salmoneros y condiciones anaeróbicas en Reserva Nacional Kawesqar
“Fiordos y canales se han llenado de estas alcantarillas”
Tarsicio Antezana Jerez, es biólogo marino de la Universidad de Chile, PhD. y MSc. en oceanografía de la Universidad de California, San Diego (UCSD), Estados Unidos, académico y científico, quien ha señalado: “El agotamiento progresivo del oxígeno que permite la vida en el mar ha sido denunciados amplia y persistentemente como un impacto grave que genera la megaindustria acuícola y principalmente la salmonicultura. Sus residuos orgánicos sobrepasan la capacidad regenerativa natural del océano acumulándose y formando ambientes anóxicos putridos que impide la vida de las comunidades biológicas del fondo, y las comunidades de microorganismos planctónicos suspendidos y de peces que viven en aguas adyacentes”.
El especialista agrega: “La que fuera una prístina región de fiordos y canales se han llenado de estas alcantarillas, lo cual ha llegado a normalizarse como una externalidad y una zona de sacrificio más”
También indica: “Debemos insistir que los indicadores anaeróbicos que establece la institucionalidad acuícola para limitar la producción de salmones, superan ampliamente la capacidad de carga de esos ecosistemas. Ni la industria ni la institucionalidad han aceptado reconocerlo, ni el consecuente deterioro progresivo, ni su extensión en el ecosistema circundante”.
Política “Turquesa” y los impactos de la industria salmonera
Cabe consignar, que en el marco de la COP 27, el gobierno de Chile promovió la denominada “Política Exterior Turquesa”, con una serie de objetivos y prioridades al posicionamiento de Chile como un actor relevante en la mitigación del cambio climático, la protección del océano y los ecosistemas con especial énfasis en avanzar “hacia un modelo de desarrollo más sostenible”.
En este escenario descrito por la Cancillería de Chile, el gobierno lidera “Américas por la Protección del Océano”, que tiene por objetivo establecer una red de áreas marinas protegidas ecológicamente interconectadas que abarque desde Canadá hasta Chile, destacando los mares “desde el fin del mundo”, dice el eslogan.
Sin embargo, un punto de inflexión en ese sentido, es la debacle de la industria salmonera, más aún, el gobierno no ha asumido una política concreta para sacar las concesiones acuícolas de las empresas y corporaciones transnacionales al interior de áreas marinas protegidas.
Al respecto, Tarsicio Antezana, señala: ”Chile ha pretendido liderar políticas ambientalistas en foros internacionales ampliando sus zonas de protección pero en el océano abierto, y esquivando el grave problema del deterioro sistemático y progresivo de los ecosistemas costeros y estuarinos (la Patagonia). Así se promueve a la mega-industria acuícola y se la blinda, incluso en parques y zonas protegidas”.
Agrega el profesional: “Chile por sí solo no resolverá los impactos del cambio climático global, pero si podría abordar con decisión y visión de futuro la progresiva destrucción y la protección del patrimonio marítimo nacional”.
La versión desde la institucionalidad pública
El Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura, SERNAPESCA, es el órgano del estado encargado de la aplicación de la normativa sanitaria, ambiental y operacional, que rige las actividades de acuicultura, tanto en aguas marítimas como terrestres. Asimismo, realiza el monitoreo, análisis y la emisión de informes técnicos en aquellas materias relacionadas al desarrollo de las actividades de acuicultura desde el punto de vista sanitario y ambiental, como también, de proponer acciones orientadas a propiciar el desarrollo armónico de la actividad.
Consultada con respecto a los antecedentes que maneja con respecto a ambientes anaeróbicos en las áreas de la Reserva Nacional Kawesqar, el organismo desde Magallanes respondió con un panorama general de la región de Magallanes, señalando lo siguiente: “El Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura posee la información de calificación ambiental de 116 centros de la región de Magallanes (dato a inicio de diciembre de 2022). Considerando la última Información Ambiental (INFA) realizada de estos centros, el 69% (80 centros) se encuentra en condición ambiental aeróbica y el 31% en condición anaeróbica”.
El área técnica de SERNAPESCA explica al respecto: “De la cantidad de centros anaeróbicos de la región mencionados anteriormente, corresponden mayormente a centros categoría 5 (14 centros), que miden solamente parámetros de oxígeno disuelto a 1 metro del fondo y categorías 4 y 5 (11 centros) que, además, de las mediciones de la columna de agua requieren filmaciones del fondo para la detección de bacterias anaeróbicas. En menor medida – 11 centros – están clasificados en categoría 3 y categoría 3 y 5, que miden además variables de pH, redox y materia orgánica en sedimentos”.
Agregan: “Por otra parte, los centros anaeróbicos fueron calificados en esa condición principalmente porque en 14 centros (39%) el contenido de oxígeno disuelto se encontró bajo los límites de aceptabilidad establecido en la normativa (2,5 mg/L para INFAS de término de ciclo y 3,0 mg/L para INFAS post anaeróbicas), en 12 centros (33%) presentó bacterias en el fondo. Otros 10 presentaron diversas causas”, que se detallan en la siguiente figura.
Al respecto, se le consultó a SERNAPESCA sobre las medidas se están adoptando para evitar impactos ambientales en la Reserva Nacional Kawesqar como consecuencia de actividades acuícolas. El organismo se limitó a responder desde el “Reglamento Ambiental para la Acuicultura (RAMA)”, instrumento que debería contribuir a prevenir efectos y consecuencias, sin embargo la realidad ha sido otra.
El RAMA, regula las medidas de protección para que los centros de cultivo operen “en niveles compatibles con las capacidades de carga de los cuerpos de agua, de modo que se asegure la vida acuática y se prevenga el surgimiento de condiciones anaeróbicas en las áreas de impacto de la acuicultura”, señala SENAPESCA. Sin embargo los datos demuestran que este instrumento no está cumpliendo el carácter preventivo, es decir, impedir se generen condiciones anaeróbicas.
Los profesionales del área técnica de SERNAPESCA, señalaron: “Debido a lo anterior, los centros de cultivo durante su operación, deben realizar monitoreos de parámetros ambientales en los sedimentos y la columna de agua cuyos resultados son contrastados con límites de aceptabilidad, definidos en la normativa bajo el concepto precautorio de la Ley General de Pesca y Acuicultura. La elaboración y revisión de estos monitoreos la realiza el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura y en el caso que los límites de aceptabilidad se excedan, es decir, se determine la condición ambiental anaeróbica, el centro de cultivo no puede iniciar un nuevo ciclo productivo hasta que mediante otro monitoreo, se compruebe que la condición aeróbica se ha re- establecido”.
También recalcaron por otra parte, que “RAMA establece los requisitos generales de operación tendientes a la mantención del equilibrio ecológico de la zona concedida, por lo que exige al titular entre otros, la mantención de la limpieza de playas y sectores aledaños, las medidas de seguridad de las estructuras de cultivo de modo de prevenir escapes y desprendimiento de ejemplares exóticos y las medidas para evitar que eventos de mortalidad de peces produzcan efectos en el medio ambiente, principalmente en lo que se refiere la mantención y certificación de capacidades instaladas para la extracción, desnaturalización y almacenamiento de los peces muertos”.
Anuncian modernización de los mecanismos de fiscalización de la actividad acuícola
El Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura, señaló también, que está “modernizado sus mecanismos de fiscalización de la actividad acuícola para resguardar la sustentabilidad de esta actividad, y para garantizar inocuidad de los salmones que se transforman en alimentación para Chile y el mundo”.
Agregan: “Se han incorporado monitoreos satelitales, cámara submarina, y una embarcación que permite autonomía en la fiscalización, especialmente en Magallanes. Además, hemos implementado un programa de certificación voluntaria para centros que optimicen el uso de antibióticos, generando así incentivos innovadores para que el cumplimiento de los usuarios vaya incluso más allá de la norma establecida”.
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** Importante señalar que también se había requerido el pronunciamiento de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) considerando que es el órgano encargado de la administración del parque y reserva nacional kawasqar, sin embargo, a pesar de los requerimientos vía telefónica y correo electrónico a la dirección de Magallanes, hasta el momento no fue posible obtener su versión.
CONAF es el organismo encargado de establecer el Plan de Manejo en estas áreas de la reserva Nacional kawasqar.
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Ver también:
Fiordos Patagónicos (Adelanto) – National Geographic