El 14 de febrero el tema de la lactancia materna ha vuelto a tomar posición pública, pero no por sus beneficios, sino por la denuncia de una madre que ha sido violentada por un hombre en un patio de comida mientras amamantaba a su hija. En lo ocurrido, el hombre que increpa a la mujer la llama a cubrirse, sintiéndose él en un derecho de “no ver esto”.
Desconoce este hombre, como muchas personas en Chile, que el 22 de noviembre de 2016, un grupo de expertos en derechos humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) manifestó que el amamantamiento debe considerarse un asunto de derechos humanos tanto para los bebés como para madres y debe ser protegido de acciones que buscan impedirlo, tanto sociales como comerciales.
Incluso los expertos señalaron que los gobiernos deben detener la comercialización “engañosa, agresiva e inapropiada” (ONU, 2016) de sustitutos de la leche materna ya que afectan negativamente a las decisiones que toman las mujeres sobre cómo alimentar a sus hijos.
Estas prácticas de mercadotecnia a menudo afectan negativamente a las decisiones que toman las mujeres sobre cómo alimentar a sus bebés e impiden que tanto bebés como las madres disfruten de los beneficios para la salud que ofrece la lactancia.
Asimismo, indicaron que los Estados no usan todas las herramientas a su alcance para combatir las prácticas inadecuadas de comercialización de esos productos y les instó a llevarlas a la práctica.
El grupo de expertos hacen un diagnostico sobre los principales factores que obstaculizan la lactancia materna: la falta de información de los trabajadores de la salud, las tradiciones culturales y familiares y la estigmatización que sufren las mujeres que amamantan en lugares públicos y en el lugar de trabajo.
En todos los casos anteriores, a pesar de existir recomendaciones de entidades nacionales e internacionales, existe una denostación social al acto de amamantar, según la cual la lactancia debe llevarse a cabo en el espacio de lo privado y en un periodo de tiempo acotado.
La mujer que amamanta se encuentra como es común en una encrucijada fatal: es el mismo Estado y las entidades de poder quienes han definido a la lactancia como un acto clave en el desarrollo del nuevo ser humano, pues el recién nacido y su supervivencia pasa a ser una “cuestión de Estado”, donde las mujeres puérperas deben dedicarse a la lactancia en plenitud; pero a su vez dicha actividad las aleja a ellas (y así también a sus hijos/hijas lactantes) de las esferas públicas y por ende de la posibilidad de toma de la palabra en los espacios públicos y políticos.
En el espacio de lo privado de las mujeres lactantes desde ya una década ha comenzando a emerger un cuestionamiento a las prácticas establecidas de la medicina alópata, a lo dictaminado por las leyes de Estado en relación al trabajo y al hostigamiento social en torno a amamantar. Sin embargo, dicha perspectiva disidente no tiene cabida en la esfera de lo público, por ende no tiene visibilidad política. Es el propio espacio público que ha sido negado para las madres con bebés, ha sido negada la aparición de estos cuerpos expuestos.
TETARTE
En este contexto, el proyecto artístico fotográfico Tetarte, es un camino que se abre para la ocupación del espacio público de madres, de bebés, y de la lactancia materna. Tetarte nace en 2013, siendo su creadora la fotógrafa Paloma Leiva, quien se vio expuesta a la presión desde los tres meses de vida de su hija al cese de lactancia. Así nace Tetarte, de manera tímida en su casa, retratando a madres amamantando, fotografías que lleva a un blog junto a textos informativos. Las fotografías comienzan a circular por grupos de Facebook, organizaciones conectadas por Internet y de boca en boca, haciéndose conocidas y despertando el interés por participar de centenares de mujeres.
Es entonces que surge la necesidad de ocupar el espacio público en forma masiva. El siguiente año, 2014 se organizan las “Masivas Tetarte” convocatoria a madres amamantando a participar de una fotografía masiva donde el sello será madres vestidas de negro, hijos de blanco y fotografías en blanco y negro. Dicha ocasión convocó a 300 madres con sus bebés, realizándose a su vez en tres localidades de Chile: Santiago, Valparaíso y Rancagua.
Las Masivas Tetarte comienzan a ser un acto político que tiene por objetivo desmitificar la lactancia materna, promoverla y visualizarla como acto humano y natural. Junto con las fotografías, las imágenes van acompañadas de frases que informan sobre la lactancia materna creando impacto en la opinión pública.
Este 2018, las Masiva Tetarte se realizarán el día 4 de marzo, participando a nivel nacional 19 localidades, sumando a esto 24 en el extranjero, lo que convierte al proyecto artístico en un movimiento que nos representa desde un aspecto muy importante para la sociedad que es la información y protección a nuestros hijos, y además lo convierte en el evento cultural autogestionado más grande hasta la fecha generado en Chile.
El posicionamiento del proyecto Tetarte en el extranjero ha llevado a ser premiado por la comisión nacional de lactancia de Costa Rica, quienes aprovechando las fotografías que serán tomadas este marzo, las difundirá en los billetes de Lotería; por su lado en Colombia contará con 17 localidades participantes, contando con el financiamiento del Estado.
Acá en Chile el proyecto se sostiene de manera independiente, de hecho son ellas quienes colaboran con Cesfam o cuando las llaman a participar de algún evento pro lactancia. Paloma Leiva, creadora de Tetarte indica que “el trabajo, sin financiamiento durante seis años, ha sido una lucha dura, pero cuando una madre nos dice: gracias a Tetarte salvé mi lactancia, te das cuenta que la recompensa de nuestro trabajo es inmensa”. Paloma agrega que “las mujeres necesitamos recuperar nuestros espacios; que nos cuestionen la lactancia es que nos cuestionen nuestro instinto primal. No se trata de lo que diga la sociedad, se trata de lo que mi hija necesita; así trabajamos todas las miembros de Red Tetarte, con un horizonte claro, la información es poder, el proyecto busca informar, sin cuestionamientos y con un profundo respeto a la decisión de cada madre”.
Tetarte, además de ser un proyecto autogestionado, es un proyecto descentralizado, así es como Tetarte se posiciona a 43 equipos a lo largo de Chile y el extranjero liderado por mujeres, todas madres que dan la lucha con y por sus hijos.
La información en detalle de cada localidad participante en Facebook: Tetarte el arte de amamantar.
Por Cristina Barría y Paloma Leiva