Después de cada elección, por más ínfima o intrascendente que sea, los políticos y rostros de partidos celebran como si Chile hubiese ganado la Copa del Mundo. Sin embargo… ¿Hay tanto que celebrar? Esa fue la pregunta que la ciudadanía contestó inconscientemente al no ir a votar como esperaban los interesados, pero vamos a los datos duros.
De los 4.844.660 habilitados para sufragar en esta oportunidad, sólo lo hicieron 299.966, es decir, el 6,19%. Los problemas de la democracia representativa se acentúan elección tras elección.
El alcalde Germán Codina, quien busca heredero para Puente Alto tras cumplir con los periodos establecidos por ley, destacó ante la prensa que «la gente salió en masa y le brindó un apoyo contundente», expresó.
Además, se mostró «muy contento, claramente hubo mucha más participación que en un comienzo se había supuesto».
Sin embargo, pese a que la candidata Karla Rubilar (Ind-Chile Vamos), fue mayoría nacional, obtuvo menos del 10% del padrón en la comuna por la que va de candidata, donde además no pudo votar debido a que no estaba inscrita.
Puente Alto cuenta con un padrón electoral que supera las 400 mil personas, específicamente 413.938, sin embargo, entre los 4 candidatos disponibles: Karla Rubilar, Erick González, Luis Escanilla y Vladimir González, sumando votos válidamente emitidos, nulos y blancos, alcanzaron 29.846, es decir, el 7,21 % del padrón.
En el caso particular de Rubilar, la exministra de Sebastián Piñera obtuvo 18.155 votos, un 88,73% del total entre quienes votaron, sin embargo, en relación al padrón de la comuna, representa el 4,39%. ¿Hay tanto que celebrar?