Inicia un nuevo proceso electoral, el primero que enfrenta Morena como partido gobernante, no sólo en la presidencia de la República, sino como mayoría en la Cámara de Diputados y en varios Congresos locales como el de Puebla; eso sin contar los cientos de alcaldías a lo largo del país donde buscará reelegir a sus presidentes y presidentas municipales.
El caso de Morena es único, al menos en la historia política de México, ya que al poco tiempo de su fundación se volvió el partido hegemónico. Pero esto sólo pudo ser posible a partir de un bloque fundador que abandonó de forma masiva al Partido de la Revolución Democrática con personajes como el propio Andrés Manuel López Obrador, Alejandro Encinas, Claudia Sheinbaum o Marcelo Ebrard, por nombrar algunos; más otros que se integraron en el camino provenientes de partidos como Acción Nacional (PAN) o el Revolucionario Institucional (PRI); los otros dos que han ostentado la presidencia de México.
Pero al perder a su líder y fundador, ahora presidente de México, ¿Qué le espera a Morena en el futuro, no en el inmediato que tiene como fecha clave el próximo 6 de junio, sino a mediano y largo plazo?
¿Podrá Morena dejar de ser una amalgama de “tribus” o un partido que dé cobijo a todos los políticos enojados que se mudan porque no recibieron una candidatura en sus anteriores institutos políticos?
¿Puede Morena dejar de ser un movimiento y encontrar su identidad como partido? ¿Quiénes serán el relevo a perfiles presidenciables como Sheinbaum o Ebrard?
A esta y otras interrogantes respondió Isaac Montoya, dirigente de la Secretaría Nacional de Jóvenes de Morena, quien charló con El Ciudadano en la víspera del inicio de la campaña electoral.
“Esto nace como un movimiento generacional antes que inicia Morena como partido; nace como movimiento, en 2010, con jóvenes con ideas libres, conscientes, en todos los estados del país”.
“No es que Morena salga a buscar jóvenes o se salga a vender, es que las juventudes se encontraron a Morena”; nos comenta y señala que lo que atrajo a los jóvenes fue que el proyecto de un partido que compartía sus convicciones y tenía un proyecto alternativo de nación, “en una etapa en que la juventud era perseguida, torturada, asesinada”.
Lo anterior, sumado a la cooptación de jóvenes, en especial en comunidades indígenas o marginadas, por parte del crimen organizado, orilló a muchos a unirse al partido que prometía un cambio a las políticas implementadas desde la presidencia por el PAN y el PRI.
Nace el “Morenaje”
Llamado Morenaje en un principio, la Secretaría Nacional de Jóvenes se forma con la idea de capacitar a los cuadros que más tarde ocuparán las candidaturas y los cargos importantes dentro del partido.
Apoyados por un grupo de intelectuales afines a López Obrador, como Enrique Dussel o Armando Bartra, arrancó esta formación político-ideológica de todos los cuadros para lograr alcanzar en el futuro el cambio de régimen.
Este grupo, entre otras tareas, publicó un volumen que recopila textos que apoyan a la formación de estos nuevos cuadros. También, trabajan de la mano con el Instituto Nacional de Formación Política, el cual organiza talleres e imparte conferencias sobre una gran variedad de temas que van desde la soberanía energética hasta la lucha por los derechos sexuales y reproductivos.
Montoya apunta que ninguno de los otros partidos les ofrecía a estos jóvenes la posibilidad de convertirse en líderes de sus comunidades y en “cuadros profesionales políticos que al día de hoy son máximos referentes de la Cuarta Transformación”.
¿Cómo convivir con políticos llegados de otros partidos?
Morena arrolló en las elecciones de 2018 gracias al apoyo de cientos de personajes provenientes de otras fuerzas políticas, algunas contrarias a la ideología de la 4T, como el PRI y el PAN. ¿Es posible trazar el futuro de este partido con un rumbo ideológico claro?
Isaac Montoya comenta que para los lograr los cambios y las reformas, para atender a los marginados y a los sectores olvidados de la sociedad se requiere de nuevos actores políticos, y aunque estos no tengan mucha experiencia, es algo que pueden compensar con su compromiso.
Además, señala, quienes vengan de fuera no pueden llegar a imponer sus condiciones “porque esto terminaría por afectar este proyecto de transformación nacional”. Por ello, resalta la importancia de preparar desde ahora a quienes serán en el futuro los candidatos de Morena, personajes identificados con los principios del partido y con una clara ideología de izquierda.
Contrario a lo que podría pensarse, la afiliación de jóvenes al partido se ha mantenido estable los últimos años. La llegada de la pandemia de Covid-19 impide de momento realizar el registro de nuevos miembros, pero los y las jóvenes se han seguido acercando a Morena y realizan el trabajo de a pie.
Montoya considera que juega a favor de Morena el hecho de que la alianza entre PRI, PAN y PRD no tiene una ideología que los unifique, más allá de recuperar los privilegios que tuvieron como gobierno. Además, adelanta que hay un acuerdo con varios candidatos y candidatas a las gubernaturas para incluir a los cuadros jóvenes del partido en sus administraciones, en caso de ganar el próximo 6 de junio.
Por último, recomendó a los jóvenes que quieran adentrarse en el tema, la lectura de “20 tesis de política”, un libro de Enrique Dussel que puede descargarse de manera gratuita en la página del filósofo.
Morena busca su identidad y de momento, Isaac Montoya y miles de jóvenes buscarán darle al partido un rostro que haga que no se alejen los militantes de izquierda que fueron clave en la formación de este movimiento.