Las lecciones de Cobra-Bruma

Después de 15 años de vigencia, la Ley de Pesca y su fraccionamiento vuelven a estar en el centro del debate público

Las lecciones de Cobra-Bruma

Autor: El Ciudadano

Después de 15 años de vigencia, la Ley de Pesca y su fraccionamiento vuelven a estar en el centro del debate público. El ambiente entre pescadores artesanales y trabajadores industriales venía caldeándose desde el inicio del proyecto de ley que establece un nuevo fraccionamiento de los recursos, centrando el debate en los porcentajes de merluza y jurel.

Por Alejandro Navarro Brain

La noche del 7 de abril vino a instalar un escenario adicional a la tensión ya existente en el mar de la Región del Biobío: la noticia de la desaparición de la lancha Bruma y sus siete tripulantes. Pasan las horas y es evidente que los rastros encontrados dan cuenta de una destrucción total y masiva de la embarcación. La búsqueda aérea mantenía las esperanzas de los familiares, las que se terminan abruptamente con el hallazgo intacto de la balsa de supervivencia, lo que anula toda posibilidad de sobrevida. Hace unas horas, la Armada decretó oficialmente el término de la búsqueda.

Ante lo sucedido, la empresa Blumar decretó Estado de Crisis K1, el máximo en la escala de amenazas y desastres. La presencia de Enrique Sarquis, principal accionista de Blumar, aún convaleciente de una enfermedad, da cuenta de la importancia asignada a esta crisis.

Blumar contrató a la empresa de comunicaciones SIMPLiCE, lo que, según El Diario Financiero, provocó un inmediato cambio en la conducción comunicacional. Una primera conferencia de prensa, el mismo día en que asumieron, así lo evidenció.

A partir de allí, el concepto instalado fue: “naufragio”. Se habla de ocupantes de la nave siniestrada, y desaparece la palabra “colisión”. Nunca más la empresa volvería a utilizarla. Incluso intenta introducir el concepto de “abordaje”, que en términos marítimos corresponde a una colisión entre dos naves.

Se aborda también la desaparición del trabajador Juan Sanhueza, reconocido y apreciado al interior de la empresa por sus compañeros, con 30 años de servicio en Blumar. Desde entonces, se le denomina “Vigía del Cobra”. Se informa que fue encontrado muerto, pero se oculta el suicidio. Ambos hechos tienen implicancias completamente distintas, más aún si el contexto de este lamentable suceso no contó con ningún respaldo institucional para su búsqueda, según informó su hijo y su familia. El hecho se produjo luego de que no asistiera a una capacitación psicológica previa a declarar ante la Fiscalía.

La empresa contrató al destacado penalista del Biobío, Alejandro Espinoza, quien se transformó en el vocero público de Blumar en lo referente a la investigación, y desde hace días asesora a la empresa, a sus ejecutivos y a los trabajadores.

Las últimas declaraciones del abogado Espinoza han buscado establecer dos elementos clave para la investigación, dándolos por ciertos sin presentar pruebas:
1. Cobra no participó en el naufragio de Bruma, solo arrastró sus restos. Por eso no los vio: estaban en su ruta de navegación, ya hundidos. Es la tesis del “arrastre de restos”.
2. Bruma no tendría activados sus aparatos de localización. Es decir, para cualquier nave era invisible. Y no habría reportado a la Armada que se fondearía.

A lo señalado en TVN Regional se suma el debut de la inefable fiscal regional Marcela Cartagena, de deplorable conducción en investigaciones a su cargo, como el caso de las donaciones de pesqueras a políticos (cerrado sin formalizados), el caso “Tomacito” (cero resultados), y el caso Fundaciones que, a años de iniciado, aún no permite determinar responsables por la pérdida de miles de millones en el Gobierno Regional. Sus primeras declaraciones en este caso fueron: “No podemos establecer aún una hipótesis definitiva”.

Esta constatación es muy fuerte: Blumar ha contratado a la empresa ULTRASEA, que trabaja actualmente con dos robots con capacidad de inmersión hasta 1.000 metros, los cuales fueron puestos a disposición de la Armada.

La pregunta que cabe es: ¿cuál es el rol de la Armada en un proceso investigativo de esta naturaleza? ¿Cuál es su responsabilidad en la supervisión del sistema POSAT? ¿Existe vigilancia 24 horas sobre el rumbo de las naves en el mar? ¿Cuál es el procedimiento de la Armada en la prevención de colisiones? ¿O su única función es determinar si una nave está pescando en zona prohibida?

Además, ¿quién es el fiscal permanente de Directemar?
Es el abogado Pedro Herrera Cabrera, quien encabeza las investigaciones de la Armada, es necesario explicitar sus funciones, saber si tiene dedicación exclusiva y en síntesis saber su historia como las conocemos de los Fiscales y cualquier autoridad pública.

El rol de la Armada y del sistema POSAT apenas es mencionado. Aún no sabemos a quién corresponde la supervigilancia de la navegación en rutas marítimas. ¿Por qué el abogado Espinoza afirma tajantemente que Bruma tenía sus equipos apagados? ¿Es esa información de la Armada? ¿Se observan estas rutas durante 24 horas? ¿Alguien debió advertir si una nave desaparece de su localización? ¿Está esto sancionado? ¿Cómo ocurre esto en la supervigilancia aérea nacional y mundial? ¿Cuál es la probabilidad de que hechos como estos se repitan en las costas o en el mar jurisdiccional de Chile?

El sistema de navegación marítima de Chile está cuestionado y es urgente saber qué medidas se han tomado para prevenir hechos similares. Es decir, la colisión de dos naves en el mar chileno. ¿Qué pasó con POSAT en estos lamentables sucesos?

Hace una semana, trágicos hechos ocurrieron en Santiago, en las afueras del Estadio Monumental, cobraron la vida de dos jóvenes. Las medidas del Gobierno no se hicieron esperar.

¿Qué pasa con nuestra navegación marítima? Aún estamos a la espera de las acciones de la Autoridad Marítima para devolver la seguridad al tránsito de nuestras flotas, tanto artesanal como industrial.

Sería muy oportuno tener información sobre sistemas similares en el mar y en el espacio aéreo de las líneas comerciales. ¿Cuál es la probabilidad de que dos aviones choquen en el aire? ¿Y cuál es la probabilidad de que dos naves colisionen en alta mar? Cabe recordar que no hace muchos años colisionaron dos submarinos dentro de una base naval. Hecho lamentable, pero real. También es válido preguntarse si…
¿Puede una empresa investigada como posible responsable de la muerte de siete personas recorrer el sitio del suceso y recoger información sobre los hechos por su parte y sin presencia de la Fiscalía? Esto es grave. Y NADA se ha aclarado. Se rompe el principio de objetividad de la investigación, establecido en la Constitución y en el Código Penal. A ningún inculpado por la muerte de una persona se le permite ir al sitio del suceso a recoger pruebas de esa muerte.

Así se lo presentamos, junto a dirigentes de la pesca, al fiscal nacional, junto con solicitarle el nombramiento de un fiscal especial con dedicación exclusiva. ¿El resultado? La designación de una fiscal regional que solo acumula fracasos investigativos.
Claro, se están construyendo las bases para una hipótesis que libere a Blumar de responsabilidad.Esa es la tarea de la defensa de la Empresa.

La historia se repite: un gigante contra un pequeño hombre. Está fuera de todo debate que hubiese intencionalidad; fue un grave y lamentable accidente. Una desgracia. Y aun en eso hay responsabilidades. No sabemos cuáles son las cláusulas que permiten operar el seguro del Cobra. Este es total para la nave y sus tripulantes. Lo que arroje la investigación puede ser determinante para que este opere o exista inhabilidad para su cobro. Así como un automóvil siniestrado en un accidente con resultado de muerte no accede al seguro si el conductor no estaba habilitado o en sus capacidades.

Espero que el fiscal explique cómo funcionan los seguros del Cobra ya que los pescadores buscan Justicia para sus seres queridos desaparecidos y Seguridad para los que continúan su trabajo diario en el Mar.

¿Qué antecedentes existen para una hipótesis diferente? a la que Cobra embistió a Bruma. Esto sería como narrar el combate naval de Iquique y el hundimiento de La Esmeralda como un simple naufragio en las costas de Iquique, sin señalar que fue espoloneada por El Huáscar. Es narrar la historia omitiendo la causalidad.

Las lecciones que el caso Cobra-Bruma va arrojando deben marcar un antes y un después en la seguridad marítima, no solo para los pescadores, sino para todos quienes hacemos uso de nuestro mar y cuya reglamentación debe ser respetada por todos, sin excepción.

Alejandro Navarro Brain
Exsenador de la República


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