Pinterest se ha convertido en un fenómeno para muchos, donde se pueden encontrar ideas para todo: comida, ejercicio, manualidades y belleza. Así es como una de las ideas más populares en el último tiempo son los exfoliantes de café. Se cree que estas son excelentes para limpiar la piel, e incluso minimizar la celulitis.
Por lo mismo, la redactora de Hello Giggles, Anna Gragert, decidió hacer un experimento de una semana en el que veía qué cambios hacía esta mascarilla en su rostro, usándola durante una semana seguida, cada vez que se lavaba la cara.
El uso correcto es usando los cristales de café, en este caso de una marca llamada Folgers, junto a algo de agua caliente. La dejas enfriar y luego lo pones en tu cara. Antes de comenzar, Anna, dice que se sentía bien sobre su piel, pero tenía algunos granitos y cicatrices de acné con las que quería probar suerte. En especial, quería ver si lograba reducir sus ojeras. Este fue el registro diario.
Día 1
Al comienzo todo bien: fue refrescante usar el lavado de cara con café. Hasta hizo que su rostro se sintiera descansado. Lo que sí: sintió que la cafeína cerrara sus poros. Mientras pasaba el día su piel estaba más aceitosa de lo normal, y notó un enrojecimiento en su nariz.
Día 2
El enrojecimiento permaneció el segundo día, y llegó hasta sus mejillas. Pero aún tenía una buena sensación sobre la mascarilla.
Día 3
En el tercer día comenzó a sentir que, de alguna manera, sus pecas se oscurecían. Se hacían notar más en su rostro. Al mismo tiempo, le salió una herida sobre la ceja izquierda, y el enrojecimiento se mantenía.
Día 4
A estas alturas sintió que el café afectaba negativamente a su rostro. Comenzaron a salir bultos en su piel, y su frente estaba demasiado brillante, como con exceso de grasitud.
Día 5
Ya su piel se comenzaba a acostumbrar al café, pero no veía ningún resultado maravilloso. De hecho, sus ojeras parecían aumentar, a pesar de cuidar su sueño.
Día 6
El sexto día el enrojecimiento volvió, y le salió un bulto en la esquina derecha de la boca, lo que pensó que era una reacción alérgica. Y la piel aceitosa no se iba, mucho más intensamente que antes.
Día 7
Para el último día tenía cada vez más cicatrices, puntos negros y mucho brillo en su cara. Esto era muy inusual para ella, viendo que la mascarilla de café no le estaba ayudando.
Por lo que el resultado final y la conclusión no fue del todo positivo:
«He odiado usar este lavado de cara. Mi piel sensible no estaba contenta con él, y tampoco me merecía la pena añadir este tiempo adicional en mi rutina de por las mañanas —porque normalmente me lavo la cara simplemente con agua. En general, hizo que mi piel estuviera más roja, más grasienta, e incrementó el número de puntos negros en mi cara. Además, estoy segura de que no le hizo ningún favor a mis ojeras. El lado positivo, ¡es que me hizo sentirme más despierta!».
Quizás la piel de la escritora no estaba preparada para esto, o no se debe hacer con tanta frecuencia. Cada piel necesita un tratamiento específico. Y eso es lo que debes consultar, quizás antes de probar algo que no te puede hacer del todo bien.