El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, declaró este lunes 27 de diciembre que no descarta que Occidente quiera provocar una «pequeña guerra» en Ucrania y culpar a Moscú.
«No descarto que exista ese deseo de alimentar los sentimientos militaristas [en Ucrania] de hacer una ‘pequeña guerra’ para luego culparnos e imponer otras sanciones para dañar nuestras capacidades competitivas», afirmó Lavrov.
Según el canciller ruso, Estados Unidos y los miembros de la OTAN «están ‘inyectando’ armas y jactándose de que desde el 2014 han suministrado [a Kiev] municiones, armas y sistemas de ataque por valor de 2.500 millones de dólares». «Hubo informes en octubre y noviembre [de suministros] por valor de otros casi cien millones de dólares y de Javelin, un sistema antitanque, y munición», añadió.
Además, el alto diplomático calificó de «grosera» la posición de los países occidentales y de la OTAN sobre la situación en Ucrania. «Es una grosería hablar desde las posiciones que Occidente y la OTAN han adoptado ahora. Los bálticos, los polacos y los ucranianos les presionan, es absolutamente evidente», dijo en una entrevista concedida al periodista Vladímir Soloviov.
Hablando del presidente ucraniano, Lavrov apuntó que Vladímir Zelenski, «suele cometer actos simplemente imprudentes» y las autoridades occidentales han empezado a comprender el peligro que representa. «Tienen miedo de la imprudencia, miedo de que alguna estupidez» pueda «encender un conflicto que, en general, nadie necesita», añadió.
Fuente: RT.