Desde los inicios de la civilización, la leche de burra ha estado presente en nuestra dieta, ya que posee una amplia gama de beneficios para la salud y, a su vez, propiedades cosméticas, lo que en comparación con la leche de vaca, sus propiedades nutritivas y medicinales son muy superiores.
A pesar de que su consumo ha decaído en los últimos años debido a la masificación de la leche de vaca, los nutrientes de la leche de burra son inmejorables, ya que van desde el reforzamiento del sistema inmunológico hasta embellecer uñas y cabello.
Ya los griegos consideraban la leche de burra como un remedio contra los envenenamientos, dolores articulares y beneficioso para cicatrizar las heridas de guerra.
Sus propiedades están concentradas en las altas dosis de Inmunoglobulina y Lizozima, proteínas que encontramos en la leche materna, lo que hace que la leche de burra sea considerada la más parecida a ésta.
También posee una gran riqueza de nutrientes que combaten el estreñimiento, el cansancio físico y problemas de sueño y ansiedad. Y dado que es baja en grasas su consumo es muy recomendable en niños, ancianos y personas convalecientes de cirugías.
Para la nutricionista Angélica Vergara el aporte nutricional de la leche de burra es muy completo, ya que posee una gran cantidad de vitaminas y proteínas que actúan como una barra protectora de nuestro sistema digestivo y a su vez, con propiedades regeneradoras de la piel.
“El consumo de un vaso de 200 cc al día es un fuerte golpe vitamínico para nuestro organismo, sobre todo en personas que sufren de problemas estomacales y de fatiga, además de reducir los niveles de colesterol malo en nuestra sangre”.
Pese a sus innumerables beneficios para nuestra salud, la leche de burra ha sido desplazada por la leche de vaca, ya que ésta puede producir más de 20 litros al día frente al litro y medio que puede brindar una burra mientras está en el período de amamantar a sus crías. Además las burras no producen leche hasta los cuatro años, aunque favorablemente para ellas, producen leche de calidad hasta muy avanzadas en edad.
DERIVADOS DE LA LECHE DE BURRA
Aunque resulte frívolo mencionar sus propiedades cosméticas, la verdad es que la leche de burra ha sido utilizada en un sinfín de productos como cremas desmanchadoras, aceites cicatrizantes, antiarrugas e incluso en suplementos alimenticios para bajar de peso.
Sin embargo, lo que está revolucionando el mercado es un energizante sexual masculino a base de leche de burra y hierba del clavo.
Según los productores de IGORLAC PLUS, estos dos productos son potenciadores sexuales masculinos por sí solos y su combinación logra un efecto vigorizantes aún mayor para solucionar problemas de falta de apetito sexual y otras alteraciones. Además posee propiedades antienvejecimiento celular por lo que retrasa la aparición de síntomas propios de los años, como la disfunción eréctil y falta de energía.
Conocido es el mito relacionado a los burros, pero desde esta perspectiva de la medicina natural son concretos los grandes beneficios que la leche de burra aporta a nuestro organismo.
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El Ciudadano