Brahim Ghali, el líder del Frente Polisario, abandonó el hospital de Logroño en el que estuvo ingresado mes y medio con destino al aeropuerto de Pamplona, ambas ciudades en el norte de España, para regresar a Argelia, según informó la televisión pública española TVE.
Ghali tomará un avión de las Fuerzas Aéreas Argelinas a las 00.40 (23.40 GMT), ya que tras declarar por videoconferencia ante el juez de la Audiencia Nacional española por acusaciones de delitos de lesa humanidad, genocidio y torturas, este decidió dejarlo en libertad al no encontrar indicios de su participación en los hechos.
La atención médica dada por España por razones humanitarias a Ghali, que estaba gravemente enfermo de coronavirus, destapó una fuerte crisis diplomática entre España y Marruecos en las últimas semanas. Sin embargo, en un duro comunicado emitido en la mañana del 31 de mayo, las autoridades marroquíes desligaron la escalada diplomática con España de la atención humanitaria a Ghali y lo vincularon a «una cuestión de segundas intenciones hostiles de España con respecto al Sáhara, una causa sagrada de todo el pueblo marroquí».
El hecho es que desde que Ghali ingresara en el Hospital San Pedro de Logroño, a mediados de abril, algo que no le fue comunicado por España a Marruecos, Rabat emitió dos comunicados mostrando su decepción por un gesto que calificaba «contrario al espíritu de asociación y buena vecindad» y en el que calificaba la llegada de Ghali a España de «maniobras tramadas a espaldas de un socio y un vecino».
Después de esas dos notas de Rabat, el 17 de mayo, dio comienzo una crisis migratoria con la llegada masiva e ilegal de inmigrantes a la ciudad autónoma de Ceuta, ante la pasividad de las autoridades marroquíes. En la mañana del 1 de julio, un avión que se dirigía desde Argelia a la península ibérica para recoger al líder saharaui tuvo que darse la vuelta, al no obtener los permisos para sobrevolar el espacio aéreo español.
Fuente: Agencia Sputnik.