Un palestino fue asesinado por fuerzas israelíes durante una redada en un refugio de Cisjordania, en la madrugada de este jueves 12 de enero, confirmó el Ministerio de Salud de Palestina.
La víctima, identificada como Sameer Aslan, de 41 años y padre de ocho hijos, se encontraba en el techo de su casa en el campamento Qalandia, observando la redada con otros familiares, cuando recibió en su pecho el disparo de un francotirador israelí. Unos minutos antes, su hijo de 17 años había sido arrestado por el Ejército israelí.
«[Tras el disparo] sus hijos lo bajaron e intentaron llevarlo al hospital. Una gran fuerza del Ejército los detuvo y pusieron a Sameer en el suelo. Lo dejaron sangrando en el suelo un rato antes de que nos dejaran llevarlo de nuevo. Falleció al llegar al hospital», dijo Zakariya Fayyaleh, administrador del campamento, citado por Al Jazeera.
«Es la primera vez que allanan el campamento de esta manera: el tamaño de la fuerza, la cantidad de casas que allanaron. Destruyeron las pertenencias de la gente, incluso agredieron a mujeres», denunció Fayyaleh, calificando de «sin precedentes» la redada.
Por su parte, las fuerzas israelíes mediante un mensaje de Twitter aseguraron que realizaban una operación durante la cual fueron atacados con «piedras y bloques de cemento desde los techos de manera que se puso en peligro la vida» de los soldados que «respondieron dispersando la manifestación y disparando». El comunicado agrega que «se detectó una lesión» pero no dice nada sobre la muerte de Aslan.
Desde el inicio de 2023, es la séptima muerte provocada por militares israelíes, incluyendo tres niños, y la tercera en las últimas 24 horas.
Fuente: RT.
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