Existen ciertos actos que se atribuyen al individuo y que se dan habitualmente; otros que según la psicología se dan de manera casi exclusiva en multitudes o grupos de personas y sus manifestaciones obedecen a ciertos escenarios vinculados a la oportunidad y al poder. En psicología social están bastante fundamentados aquellos a los cuales hoy me quiero referir: las turbas o linchamientos, acciones mediante la cual un grupo de individuos, con una cuota de ventaja, sea por su número, contexto o circunstancia, se toma la libertad de ajusticiar o derechamente masacrar a otro grupo menor o en este caso, con menos poder.
Estos grupos carecen de liderazgo o bien es poco identificable, pues se escabulle en la masa u opera a través de ella, lo cierto es que la responsabilidad se le atribuye al conglomerado. Fuente Ovejuna, es un buen libro y también, un buen ejemplo, pero sin duda, ya sea por difusión o taquilla, el libro y también película, Brujas de Salem, son una muestra de esto. Un pequeño e inescrupulosos segmento de ese pueblo ubicado en la costa noreste de Estados Unidos, en ese tiempo colonia Británica, inicia, por motivos financieros justificados como actos de Fe, una cacería de brujas que condujó a que más del 30% del poblado fuera condenado por herejía y ajusticiado, masacrado, según lo establecido por la norma eclesiástica a principios del 1600, norma que quemó, torturó, violó y asesinó a destajo en nombre de Dios.
En nuestra región y nuestro país, tenemos el triste orgullo de que hoy somos testigos de una cacería de Brujas, una cacería política que se da de manera descarnada y solapada por la complicidad de colegas y sin duda de los medios de comunicación y justificada en nombre de la probidad. Miles son ya los funcionarios públicos despedidos y alejados de sus puestos de trabajo en Chile, vamos a los cientos en Aysén y con ello el desamparo económico para sus familias, para sus hijos, incluso para sus padres, una injusticia que sólo se vio la última vez que estuvo la derecha en el poder y cuando para defenderse tenían un régimen y las armas, digo esto no sólo por resentimiento, sino porque ya no los tienen y no debiéramos tener el mismo miedo de antaño. Todo se justifica, bajo el cargo herético de Operadores Políticos. Profesionales, Administrativos, auxiliares, chóferes, todos despedidos sin justificación alguna, sólo que ya no se necesitan sus servicios. Silentes sus colegas, silentes ahora también sus familias.
Pero esto no es sólo culpa de la derecha, porque muchos no creyeron como iba a actuar la Derecha, o era más cómodo esperar que otros hicieran algo; otros, se tragaron la Carta a los Funcionarios Públicos de Piñera y los discursos fraternales de Pilar Cuevas, o quisieron hacerlo porque dijeron que eran lo mismo derecha y Concertación. Y nombro a Pilar Cuevas, porque se delegan las funciones y no las responsabilidades y de ella a Piñera el empresario, porque su brazo armado en Aysén es la intendenta y con su venia se despiden a todos estos hombres y mujeres a través de sus Gobernadores y Directores, cómplices y culpables ya. Los Inquisidores son ellos y gracias a ellos estos cesantes. Pero no sólo eso, sino que donde han despedido, han contratado gente menos idónea, suponiendo que la que había no lo era, sin concursos, ni sorteos, los ganadores ocupan hoy el puesto de quienes perdieron y adhieren a este nuevo régimen inquisidor.
Pero la responsabilidad no es sólo de esta piraña política que convenció a muchos con sus camisas arremangadas y relojes de colores. Es de quienes no hicieron lo que tenían que hacer. No me alegro por quienes hoy están quedando sin trabajo, menos por los que serán despedidos en las próximas semanas y meses, pero no puedo trazar estas líneas, sin decirles que para que hayan asumido estos depredadores, alguien no cumplió con lo que debía hacer. Para exculparse dirán la Concertación, para eximirse dirán los operadores políticos, lo cierto que culpa tienen, pero quienes no salieron a la calle en diciembre, no para votar por la Concertación, MEO o Arrate, sino para frenar a esta derecha avasalladora, son tan culpables e inocentes, como quienes votaron por Piñera y permitió la ascensión de cada uno de sus secuaces verdugos.
Algunos, sin conocimientos o ignorantes derechamente dirán: “Ahora nos Toca a Nosotros”. La última vez que se persiguió así en Chile, bajo la dictadura de Pinochet, sus economistas nos dejaron endeudados hasta el cuello y no contentos con ello, dejaron amarrados a sus funcionarios en puestos de plantas. Hoy aún los puedes encontrar deambulando dentro de los servicios porque no fueron despedidos, inclusive Seremis y Directores, hoy gozan de una carrera funcionaria premiados por amparar una dictadura y el saqueo de nuestro país. La Concertación no pudo hacerlo, porque en el Parlamento junto a la Ley de Presupuesto se discuten las plantas de cada institución y bajo el discurso que el estado no debe ser más grande, se ampliaron los contratas y honorarios, en mayor medida, siendo hoy carne fresca para estos depredadores.
Lo cierto es que esto no puede ser una catarsis y para nada intenta serlo, sino un llamado de atención. Cuando se distribuye el primer número de El Opositor, dos correos personales de dos personas diferentes, claramente identificadas con los que hoy ya no son Gobierno, solicitan sacarlos de la lista oculta de distribución. Un periodista, nos felicita por el esfuerzo, pero nos llama la atención por utilizar los seudónimos y el anonimato. Miles de despidos en Chile y cientos en la región, justifican que quienes quieran aportar en este “así llamado pasquín”, puedan mimetizar sus esfuerzos tras otra identidad. Esta persecución infame, justifica que se lea el “Opositor” en su casa o en una ventana oculta, porque si por ellos fuera, todos quienes piensan distinto hoy no estarían trabajando, porque su diversidad entiende y cubre desde RN a UDI y simpatizantes, todo el resto parece ser interpretado como enemigo, como sustituible, como reemplazable y por supuesto, perseguible. No nos da garantías el Gobierno del empresario y su represión regional.
Hoy, se levantaron algunos en educación, se les reconoce, pero sobre todo ese ejemplo debe ser repetido. Si creen que por agachar la cabeza, por ocultarse en el escritorio, por criticar junto a su cerveza del día viernes están haciendo algo, quedó demostrado con estos miles de despidos, con estos cientos de despidos de Aysén, que no es así y que rostros sonrientes como los que encabezan la Gobernación de Aysén, pueden en dos meses no dejar a ningún Concertacionista con trabajo, sin ninguna justificación, sólo amparándose en el silencio cómplice de los colegas que vieron cómo uno a uno iban saliendo, esperando que ese mismo silencio los ocultara, silencio que llegó a tanto que cuando le llamaron para notificarle, no hubo quien gritara con él. No esperen que los medios busquen la verdad, porque a los medios hoy les pagan por su silencio o derechamente por mentir y finalmente, para quien no le guste el anonimato, está invitado a aportar en elopositoraysen.bligoo.cl y firmar con su nombre.
Por Camilo Inti Ernesto Gutiérrez Vera
Hombre de Izquierda