El pasado jueves 13 a las 11 de la mañana el ministro de Salud, Jaime Mañalich, entregó la Encuesta Nacional de Salud 2010, segunda de estas características tras la acontecida el año 2003. El estudio se realizó entre los años 2009-20010 a cargo de la Universidad Católica, y en general los números arrojan un progresivo deterioro de la calidad de vida de los chilenos.
Los primeros datos entregados en la conferencia de prensa se enfocaron principalmente a los problemas desprendidos del consumo de alcohol, tabaco y obesidad. Haciendo una comparación con lo entregado en la misma encuesta el 2003, existe una tendencia al alza en los distintos problemas de salud estudiados. Los más alarmantes tienen que ver con el tema de la obesidad, donde las cifras se dispararon hacia un 67% de los encuestados. De esta cifra se desprende que existirían en Chile aproximadamente unas 300.000 personas con obesidad mórbida.
El tema de la obesidad también está directamente ligado al aumento de los índices de diabetes. En la encuesta, el alza de un 6% al 9% podría representar a unos 1.200.000 casos de diabetes en Chile. El problema más grave es que estos datos son tres veces mayor en el sector más bajo de la población, según la subsecretaria de Salud Pública, Liliana Jadue.
Uno de los llamados de atención hechos por Mañalich es que el consumo de sal entre los chilenos es el doble estipulado por la OMS (Organización Mundial de la Salud). Según el ministro “hemos hecho la promesa de ser un país desarrollado en la siguiente década”, sin embargo nos encontramos con que “el chileno el 2020 va a ser gordo, bueno para el trago, va a sufrir de diabetes y va tener el colesterol alto”, en un escenario que no garantiza el desarrollo de la población, en el aspecto de su salud.
Los datos entregados a la prensa están disponibles en la página web del ministerio, sin embargo ellos son solamente una selección de la encuesta, pues el total de datos serán analizados en su totalidad durante el año 2011. Uno de los puntos no entregados a la prensa y que brillaron por su ausencia fue la distribución por sector socioeconómico de los problemas de salud, datos que si estarían estipulados en la totalidad de la Encuesta Nacional de Salud 2010.
Por Gustavo Peralta Vargas
El Ciudadano