Más de 70 establecimientos médicos de Birmania se negaron a trabajar y se adhirieron al movimiento de desobediencia civil lanzado tras el reciente golpe militar en el país, según la página del grupo Civil Disobedience Movement en Facebook.
«El 3 de febrero nuestro movimiento comenzó la campaña de desobediencia civil. De acuerdo con las listas a nuestra disposición, los médicos, auxiliares y otros trabajadores sanitarios de más de 70 hospitales y establecimientos de salud locales en 30 ciudades ya se unieron al movimiento», informó el administrador de la página.
Asimismo en la página están publicadas decenas de declaraciones de los colectivos médicos que se sumaron a la iniciativa.
«Nos unimos al movimiento de desobediencia civil, con lo cual a partir del 3 de febrero, dejamos de cumplir cualquier trabajo a excepción de primeros auxilios o tratamiento urgente. Volveremos al trabajo en su totalidad solo con el Gobierno que elegimos en el poder», se lee en una de las declaraciones.
Además, al movimiento se sumaron organizaciones estudiantiles de varias escuelas y universidades médicas así como el personal de varios departamentos regionales y municipales de salud.
El 1 de febrero, pocas horas antes de la constitución del nuevo Parlamento en Birmania, los militares dieron un golpe de Estado, detuvieron a numerosos líderes políticos, entre ellos el presidente Win Myint y la consejera de Estado Aung San Suu Kyi, y decretaron el estado de emergencia por un año.
Los jefes militares, que gobernaron Birmania durante décadas, justifican el golpe por las denuncias de fraude masivo en las elecciones generales de noviembre pasado, que dieron la victoria a la LND.
El comandante en jefe del ejército, general Min Aung Hlaing, anunció que, después de investigadas las presuntas irregularidades, habrá nuevas elecciones y el poder será traspasado al partido ganador.
Fuente: Sputnik
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