La comunidad internacional expresó durante las últimas horas su indignación por la masacre de al menos 132 civiles, entre ellos siete niños, en la localidad de Solhan, al norte de Burkina Faso, hecho perpetrado en la noche del 4 al 5 de junio por hombres armados no identificados aunque en la zona operan grupos terroristas vinculados a la red Al Qaeda.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, manifestó su indignación ante el masivo ataque, al que calificó de atroz.
En un comunicado divulgado por su portavoz, Stéphane Dujarric, el titular de la ONU instó a redoblar el apoyo internacional a “la lucha contra la violencia extremista y las pérdidas humanas inaceptables”.
Como “el ataque más mortífero” de la historia de la nación y “crimen de guerra” catalogó la Unión Africana al incidente, de acuerdo con un comunicado del presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat.
También condenó la matanza el papa Francisco. Tras el rezo del Ángelus, este domingo, el sumo pontífice se solidarizó con “los familiares y a todo el pueblo que está sufriendo mucho con estos continuos ataques. África necesita paz y no violencia”, dijo.
En mensaje difundido a través de Twitter, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, manifestó que la Unión Europea “apoya más que nunca al país” y al grupo de cinco naciones del Sahel (Burkina Faso, Malí, Chad, Mauritania y Níger) “para afrontar el terrorismo y extremismo juntos”.
El presidente burkinabés, Roch Kagore, dijo a medios de prensa que las autoridades trabajan para identificar y neutralizar a los responsables del “bárbaro” y “despreciable” ataque, que dejó cerca de 40 heridos. Además, decretó duelo oficial de 72 horas a partir de las 00H00 hora local del 5 de junio.
El ataque
A las 02H00 hora local, individuos armados lanzaron un asalto contra un puesto de las milicias antiyihadistas Voluntarios para la Defensa de la Patria, unidades auxiliares formadas por civiles.
Luego de ello, los asaltantes comenzaron a tirotear las viviendas y a los transeúntes. Al replegarse, incendiaron varias casas y el mercado local.
En Burkina Faso operan las organizaciones terroristas Ansarul Islam (local), y el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (GSIM) y al Estado Islámico en el Gran Sáhara (EIGS).
Medios locales divulgaron que Solhan fue objeto de otro ataque en la noche del sábado, perpetrado por unos 200 individuos que se llevaron el ganado y los alimentos de los habitantes.
Cortesía de TeleSUR
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