El pasado 25 de abril, comenzó la esperada Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. El discurso inicial estuvo a cargo el biógrafo de Borges, Alejandro Vaccaro, quien cuestionó fuertemente a Javier Milei alegando que la actual administración hizo las gestiones necesarias para cortarle el suministro a la Feria, y aún así querer participar de la instancia.
«No registra la memoria de nuestra Feria que el Gobierno Nacional haya estado ausente, sin un stand, en este evento. La excusa de que la participación del Estado Nacional en la Feria implicaba una erogación de 300 millones de pesos no es otra cosa que una flagrante mentira. Después de una ardua negociación, en la cual accedimos a todos sus requerimientos, el Banco Nación decidió retirar, después de muchos años, su sponsoreo de la Feria, dejando trascender que la orden vino ‘de arriba‘», dijo Vaccaro.
Además, señaló que «su presencia en la Feria, vidriera extraordinaria, implica una serie de erogaciones también extraordinarias, que la Fundación El Libro no puede afrontar. Se lo digo con una mano en el Corazón: NO HAY PLATA. Por lo tanto, todo lo atinente a su seguridad y de la gente que concurra a su evento correrá por su exclusiva cuenta, o lo que es peor, será un gasto extra para el Tesoro Nacional».
Así, el presidente trasandino pretendía presentar su último libro titulado «Capitalismo, Socialismo y la trampa Neoclásica», el próximo domingo 12 de mayo, sin embargo, anunció que no asistirá a la instancia dado que «nos hace sospechar de que hay intención de sabotear la presentación, al estilo kirchnerista«, dijo a la radio El Observador.
Respecto a los dichos de Vaccaro, Milei señaló que le pareció «un discurso violento» y lo acusó de manifestarse de esa manera por «sus claras preferencia kirchneristas».
En relación a su ausencia, el autor de «Ñamérica», Martín Capparós, manifestó su conformidad con la decisión del presidente, expresando que «por una vez, tiene razón: no es prudente que se aventure en un gran espacio lleno de libros», dijo a través de su cuenta en «X».