Hace semanas conocimos la historia de Camila Gómez, una joven madre que necesita reunir $3500 millones para comprar uno de los medicamentos más caros del mundo y ayudar a su hijo Tomás Ross, diagnosticado con distrofia muscular de Duchenne, la cual compromete su desarrollo muscular y esperanza de vida.
Así se inició la campaña Yo soy parte del millón, «si un millón de personas, dona $3.500, lo logramos», expresó Gómez.
Hasta el sábado, Camila ya había reunido más del 50% de la meta y caminado más de 400 kilómetros, sin embargo, en conversación con Radio Futuro, quedó al descubierto una lamentable situación que indignó a todos.
No sólo no cuenta con el apoyo del Estado en la compra del medicamento, sino que ha debido lidiar con los constantes intentos de hackeo a su cuenta bancaria.
“Han tratado de meterse a su cuenta de Banco Estado. Ya la desbloqueamos una vez, volvió a pasar. No alcanzó a durar horas desbloqueada la cuenta”, señaló Marcos Reyes, presidente de la Corporación Familias Duchenne en Chile, y padre de gemelos que padecen de la enfermedad, quien además, camina junto a Gómez.
“Recién hoy día vamos a tener el tiempo para que Camila pueda pasar a un banco, desbloquear la cuenta y ver realmente cuánto lleva”, complementa Reyes.