La minga (congregación) indígena que permanece en la colombiana ciudad de Cali (suroeste) como respaldo a las protestas que desde el pasado 28 de abril se desarrollan en contra del Gobierno, anunció que regresará al departamento del Cauca (suroeste) en las próximas horas.
«La orientación de las autoridades es que el paro continua, pero la minga se irá a sus territorios a hacer sus relevos y la concentración será en la zona Sath Tama Kiwe, en El Pital (municipio de Caldono, en el Cauca)», dijo Noelia Campo, consejera del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), citada por la emisora RCN Radio.
Señaló que continuarán el paro y la minga, «pero concentrados desde el Cauca». La decisión de regresar a su departamento se tomó durante una reunión en la estatal Universidad del Valle, en el sur de Cali, donde permanecen reunidos desde su llegada a la ciudad.
En ese encuentro, los indígenas rechazaron las reuniones exploratorias que realiza el Comité Nacional del Paro (CNP, conformado por sindicatos, organizaciones sociales y otros) con el Gobierno central, ya que aseguran que éste no representa los pensamientos de la movilización popular.
Los indígenas abandonarán Cali este miércoles, luego de realizar una caravana por los que han denominado «puntos de resistencia» de la ciudad.
Enfrentamientos y violencia
El anuncio de la retirada se da luego de que el domingo habitantes de un barrio del sur de Cali se enfrentaron con ellos al intentar quitar las barricadas con las cuales los nativos los mantenían encerrados en sus calles desde que comenzó la protesta, lo que derivó en fuertes enfrentamientos que dejaron diez indígenas heridos.
Durante los disturbios varios vehículos fueron incinerados y algunas viviendas resultaron averiadas por parte de los nativos, mientras que varios residentes del área les dispararon con armas de fuego.
Los afectados afirman que esos residentes actuaron «como paramilitares» y los acusan de ser partidarios del uribismo, movimiento liderado por el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), que se dice contrario a las manifestaciones y bloqueos.
En el marco de las movilizaciones contra el Gobierno han sido documentados abusos de la Fuerza Pública, algunos de cuyos integrantes también dispararon contra personas y reprimieron con violencia a los manifestantes.
Según la Defensoría del Pueblo, 41 civiles han muerto por parte de la Fuerza Pública en el marco de las protestas, así como también un policía, y 116 personas más permanecen desaparecidas.
Ante tales abusos, la Organización de Naciones Unidas (ONU), la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea y organizaciones de derechos humanos, entre otros, han denunciado ante la comunidad internacional un uso desproporcionado de la fuerza por parte de la Policía de Colombia.
Cortesía de Sputnik
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