Encuentran restos de lo que constituiría una nueva especie humana que se extinguió hace miles de años.
Un equipo e investigadores ha encontrado restos de la que podría ser una nueva especie humana que se extinguió hace miles de años. El análisis de un fragmento del dedo meñique hallado en una cueva de Siberia indica que su portador vivió hace unos 40.000 años. Aunque compartió territorio con humanos modernos y neandertales, sus genes indican que no era una de estas especies. Los investigadores responsables del estudio, publicado hoy en Nature, la han bautizado provisionalmente Woman-X, Mujer-X.
«El nombre indica que no sabemos realmente lo que es», explica a Público Johannes Krause, investigador del Instituto Max Planck de Alemania y uno de los autores del estudio. El nombre ni siquiera indica que el fósil perteneciera a una mujer, sino que la parte de ADN analizada, la mitocondrial, la legan sólo las madres a sus hijos, añade.
CRIATURA NUEVA
«Quienquiera que llevase este ADN es una nueva criatura de la que hasta ahora desconocíamos su existencia», explicó durante una teleconferencia Svante Paabo, autor principal del estudio y uno de los expertos mundiales en extraer y analizar material genético antiguo. Este investigador del instituto Max Planck presentó el genoma parcial del neandertal en 2009. Su trabajo actual supone un nuevo hito, ya que es la primera vez que se sugiere la existencia de una nueva especie humana a partir de su ADN y no de sus huesos.
Los responsables se han cuidado mucho de nombrar a la Mujer-X como una nueva especie, ya que sólo se puede hacer tal cosa si se tiene suficientes huesos que lo prueben. Sí aseguran que sus genes contienen diferencias respecto al resto de homínidos nunca vistas.
«Es un estudio sorprendente», señala Antonio Rosas, paleobiólogo del CSIC que ha estudiado los fósiles neandertales de Asturias que se usaron para secuenciar el genoma de la especie. «Este trabajo muestra cómo la paleogenética se ha convertido en una herramienta clave dentro de este campo», opina.
El nuevo fósil se halló en 2008 en Denisova, una cueva en los montes Altai de Rusia. Era posiblemente de un niño de unos cinco años, debido a su tamaño, según los investigadores.
Su ADN mitocondrial es único. Mientras los neandertales y los humanos modernos se diferenciaban en un 1,2%, la Mujer-X se diferenciaba de ambas especies en un 2,5%, es decir, es doble, explica Krause.
Los tres vivieron muy cerca. Otros yacimientos de la zona indican que en un radio de 100 kilómetros y en la misma época vivieron los neandertales y los humanos modernos. Incluso compartieron refugio, ya que en Denisova se han hallado brazaletes y otros útiles hechos por humanos modernos. «Es tentador que fueran en realidad restos de esta nueva especie, pero no es muy probable», señala.
Los investigadores han comparado el genoma mitocondrial de la Mujer-X con el de 54 humanos modernos, seis neandertales, un bonobo y un chimpancé. Sus cálculos indican que el nuevo linaje se separó del que provienen los humanos modernos y los neandertales hace un millón de años, 500.000 antes de que lo hicieran las otras dos especies. Esto descarta que la Mujer-X fuera descendiente del Homo Erectus, que abandonó África hace unos dos millones de años, antes de que aparecieran en ese continente los primeros humanos modernos. Según el nuevo estudio el nuevo linaje se separó de estos en África y después colonizó Eurasia, una nueva migración de la que hasta ahora no se tenía constancia.
Otra opción que el estudio no ha podido descartar del todo es que se trate de una rareza dentro del Homo heidelbergensis.
El aspecto de la Mujer-X sigue siendo un misterio. Su ADN mitocondrial no permite averiguar su sexo, el color de su pelo o si, en algún momento, se apareó con neandertales o humanos modernos en las montañas de Altai. Su genoma completo, que se presentará antes de año, será posible de aportar algunos de estos datos, explica Krause.
Por Nuño Domínguez
Fotografía: Imagen de la película En busca del fuego (1981)
Fuente: Diario Público