Mujeres Viviendo con VIH/SIDA en Chile: Más derechos, más visibilidad en Día Internacional de la Mujer

Hasta hace pocos años se pensaba que el VIH/SIDA se instalaba preferencialmente en poblaciones con menor nivel de educación

Mujeres Viviendo con VIH/SIDA en Chile: Más derechos, más visibilidad en Día Internacional de la Mujer

Autor: Nicolás Massai

vihHasta hace pocos años se pensaba que el VIH/SIDA se instalaba preferencialmente en poblaciones con menor nivel de educación. Sin embargo, los resultados de Fundación Savia no solo desmienten ese error, sino que reafirman la idea de que mayor capital cultural no previene la adquisición del VIH/SIDA.

El 65,7% de las mujeres seropositivas que fueron consultadas el año 2015 ha cursado enseñanza media y universitaria, realizando algunas de ellas estudios de postgrados. Este dato nos lleva a interrogarnos respecto de la incidencia de otros factores o variables en la condición seropositiva (VIH+), como el género, las valoraciones religiosas y otras determinantes socio-culturales que podrían eventualmente influir en la adquisición del VIH en las mujeres.

Una tendencia que se ha mantenido durante años es la buena y alta valoración que tienen las mujeres seropositivas respecto de sus equipos tratantes. En general, la valoración positiva no ha bajado del 80% de quienes han sido consultadas durante los últimos 5 años.

Es posible que incidan en estos resultados, por un lado, la admiración por el conocimiento especializado que maneja el equipo tratante en el tema del VIH/SIDA y por otro, la confianza de sentirse acogidas en un tema sensible socialmente por parte de un equipo profesional. Se puede suponer que como la sociedad estigmatiza y desvaloriza a quienes viven con VIH, particularmente a las mujeres seropositivas, el trato de estos equipos profesionales y las consideraciones particulares del programa, producirían un efecto positivo y acogedor en las personas que atienden esos  profesionales.

Mayoritariamente la adherencia no es una actitud sostenida en el tiempo, sino se ve enfrentada y desafiada por distintos factores que se relacionan con el bienestar social y la salud mental. En efecto, entre las razones que parecen incidir están las sociales y económicas, como los problemas de inseguridad del empleo (no asisten al médico porque no se atreven a faltar o a atrasarse en el trabajo por temor al despido), stress (sufren de olvidos y de un profundo cansancio que les dificulta mantener su compromiso adherente con los tratamientos antirretrovirales), depresión u otros malestares y afecciones de la salud mental (especialmente cuando el acceso a atención psiquiátrica es bajo, hay personas que no tratan sus primeros síntomas, profundizando esos malestares hasta instalar cuadros depresivos, de pánico y angustias).

Por eso es que las organizaciones y comunidades de mujeres seropositivas buscan resguardar su  salud mental, esperando mejorar el sistema de atención psiquiátrica para las integrantes de los programas de atención en VIH/SIDA.

Algunas de las drogas y medicamentos incluidos en las terapias antirretrovirales para tratar el VIH producen efectos en la nutrición de quienes están en tratamiento. Algunas mujeres concentran gran cantidad de grasas en diversas partes de sus cuerpos dejando a otras partes totalmente despobladas. Esto se conoce como lipodistrofia y se la atribuye como efecto secundario de la proteasa un componente antirretroviral y también a posibles efectos de la insulina, ambas afirmaciones, por  ahora son propuestas hipotéticas.  Es importante en este sentido asegurar el acceso a nutricionistas o nutriólogos que puedan asesorar en el enfrentamiento del procesamiento de las grasas. Este año, el 53% de las mujeres seropositivas consultadas aseguró tener acceso a nutricionistas en sus centros de salud.

Las mujeres que viven con VIH por su condición de inmunodepresión están expuestas al desarrollo de patologías, que pesquisadas y tratadas a tiempo pueden revertirse. Es el caso de algunos tipos de cáncer y otras afecciones.

VIH-1-500-LActualmente el programa de VIH/SIDA presentó el Protocolo de Atención a Mujeres Viviendo con VIH. Prestaciones en Salud Sexual y Salud Reproductiva disponibles en la Red Asistencial Pública. El objetivo de este protocolo es articular las intervenciones disponibles en salud sexual y salud reproductiva, según las normativas vigentes, considerando la especificidad que requieren las mujeres que viven con VIH/SIDA, contribuyendo así a mejorar la calidad de atención. De modo que la idea es brindar atención integral a mujeres VIH/SIDA en la red asistencial de Salud Pública, especificar las particularidades de entrega de servicios de salud en el ámbito de la salud sexual y reproductiva a mujeres que viven con VIH/SIDA en los distintos niveles de la red asistencial y reforzar a los equipos de salud la atención con enfoque de no discriminación en la entrega de servicios de salud a mujeres que viven con VIH/SIDA.

Sin embargo, este documento no asegura en la práctica la prioridad en la atención y seguimiento de las consultantes VIH positivas. El protocolo no define las responsabilidades en el seguimiento de los casos. Es un desafío no solo detectar el cáncer cérvico uterino, sino asegurar su tratamiento. Es preciso entonces, priorizar en la caso de las mujeres seropositivas la realización y diseño de estrategias eficaces para asegurar estos propósitos que inspiran al Protocolo.

Por otro lado, algunas mujeres tiene acceso al PAP en sus programas de atención VIH, en cambio otras deben recurrir a otros consultorios o redes de salud primaria. Por eso se detectan brechas para un acceso oportuno al PAP. En algunas situaciones mujeres que viven con VIH prefieren no acudir a centros de salud por no afectar la privacidad de sus datos clínicos.

Recomendaciones

El Observatorio en Políticas Públicas en VIH/SIDA y los Derechos Humanos de Fundación Savia plantea una serie de observaciones e importantes recomendaciones.

vihLas mujeres que viven con VIH son bastante desconocidas para la comunidad en general. Se desconocen sus necesidades psicológicas, clínicas y sociales. Aportar a dar a conocer a lo menos algunas de sus expectativas en salud, ya es una avance. De ahí la importancia del Observatorio en Políticas Públicas y los Derechos Humanos.

Se concluye que uno de los aspectos más destacables en este trabajo es que recoge la voz de las usuarias del programa. Son las propias mujeres que evalúan la calidad de la atención y que señalan los aspectos deficitarios o aquellos a destacar.Este ejercicio es también de la mayor relevancia pues permite observar la política pública y su forma de implementación en lo que se refiere a la atención de mujeres seropositivas.

La posibilidad de aunar criterios de trabajo para el fortalecimiento de las comunidades de mujeres seropositivas, recogiendo y articulando opiniones propias, que pueden eventualmente convertirse en criterios de trabajo compartidos, es otra de las contribuciones del observatorio. En ese sentido, será un desafío cada año ampliar la participación de mujeres que viven con VIH en el proceso del observatorio.

En el año 2016 surge una iniciativa de la mayor relevancia: La constitución en la Región Metropolitana de una mesa de trabajo sobre el protocolo de atención en salud sexual a las mujeres seropositivas en salud pública. Resulta evidente la necesidad de recomendar su seguimiento y ampliación. En la medida que se pueda asegurar la atención adecuada, el monitoreo de las mismas  y la prontitud de las atenciones, la salud de las mujeres seropositivas atendidas en el sistema público se mantendrá.


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