Un conflicto generado por el Estado
Mujeres de la comunidad de la comunidad mapuche williche Kasike Pairo de Apeche, de la comuna de Queilén, llevan largo tiempo tocando puertas de instituciones públicas, buscando solución a una tragedia que se sigue acrecentando, siendo objeto de múltiples formas de violencia, en medio de la inacción de los órganos del Estado.
En diciembre del 2023, la Fundación Escazú denunciaba la situación de la comunidad ubicada en la isla grande de Chiloé en la comuna de Queilén, informando de una serie de graves ataques, amenazas de muerte e intentos de secuestro dirigidos a sus miembros, encabezados por la cacique Oriana Oyarzún Teca.
De acuerdo a lo señalado, estos actos de violencia estaban relacionados con la resistencia de la comunidad contra la tala ilegal e indiscriminada de bosques nativos en el suroeste de Chiloé, una actividad que amenaza el territorio ancestral mapuche-huilliche, existiendo a la fecha unos 60 casos desde 2006, pero “las investigaciones suelen archivarse, y las medidas de protección no han garantizado la seguridad”, se señaló.
Sin embargo, la situación es mucho más profunda y que arrastra diversas aristas como parte de un conflicto histórico de despojo de tierras y la exclusión de mujeres williche a sus derechos de tierras ancestrales.
Este lunes 10 de junio de 2024, se encadenaron en las dependencias de la Delegación Presidencial en Casto: “Como mujeres, estamos denunciando que por años estamos sufriendo violencia física de parte de hombres. Hemos sufrido agresión y no hemos tenido protección, actualmente desde la Delegación Provincial de Chiloé (…) No tenemos eco, ni respuesta ante la injusticia y violencia al que estamos sometidas, y que hemos denunciado por décadas (…) Nosotras como mujeres fuimos golpeadas, violentadas, porque con la complicidad de Bienes Nacionales, nos quitaron nuestro territorio en donde vivíamos”, se señaló en la lectura de una declaración pública.
Video: Kasike Oriana Oyarzún Teca “Nuestra vida está en peligro”
La comunidad mapuche williche Kasike Pairo de Apeche, se remonta al conflicto de tierras que ha generado el Estado y que permitió un conflicto interno entre familias y miembros de comunidades, excluyendo a mujeres con derechos ancestrales, quienes no solamente viven sin el reconocimiento de sus tierras, sino excluidas y violentadas.
Producto de esta situación, se comenta que hace más de 20 años fueron expulsadas del territorio, cuya madre en esa época tenía cerca de 60 años, junto a hijas y nietas, sacadas a golpes de sus tierras desde donde siempre habían habitado, a quienes se les quemó su casa habitación y les mataron a sus animalitos, según denunciaron.
Doña Idalba Nauto Pairo, hoy vive hacinada, empobrecida, sin tierras y enferma, quien, producto de golpes, tuvo un derrame cerebral, según denuncian, cuyas montañas donde habitaban, hoy están siendo destruidas por tala ilegal de madera, en medio de un grave conflicto, donde aseguran, la integridad está en riesgo.
De acuerdo a lo que han señalado, se pretende instalar un proceso de titulación a comunidades, sin embargo, se está excluyendo a Idalba Nauta Pairo y a las mujeres descendientes, bajo la complicidad de las instituciones públicas, negándose, según se denuncia, sus derechos. Desde el Konsejatu Chafün Williche, su secretario, don Manuel Rauque,, da cuenta que la afectada, cuenta con un informe ancestral, que da cuenta sobre los derechos sobre las tierras, pero, sin embargo, no se le quiere devolver.
Violencia institucional
Además de la violencia ejercida por hombres del territorio, las mujeres de la comunidad también denuncian una violencia institucional. Indican que a la Delegación Presidencial Provincial de Chiloé, delegado Marcelo Malagueño, le están pidiendo medidas para proteger sus vidas, “pero solamente recibimos indiferencia, malos tratos y censura dentro de este edificio presidencial”, aseveraron.
También, según consigna Radio La Isla, desde la comunidad han denunciado al propio alcalde de la comuna de Queilen, que se habría reído de sus símbolos y apellidos: “se rieron de las mujeres de esta comunidad”, señaló al medio la consejera Patricia Teca, “yo soy Teca, de mi familia y porque mis padres y mis abuelos fueron todos Teca”, expresó la dirigenta.
La Kasike Oriana Oyarzún Teca, luego de la acción de protesta en las dependencias del edificio este lunes, aseguró a El Ciudadano, que, el delegado presidencial Marcelo Malagueño no las quiso recibir, que negó su presencia y que su respuesta fue enviar un amplio contingente policial: “No nos quiso recibir, saludar ni mediar”.
“Nuestra angustia es demasiado grande y hacemos un llamado al presidente Gabriel boric, para que tome conocimiento de estos tristes hechos que nos afectan como mujeres Williche”, señalaron.
Por su parte, don Manuel Rauque, hizo un llamado al presidente Gabriel Boric, ante la inoperancia pública, para que resuelvan este conflicto, que se vele por la integridad de estas mujeres y que se devuelva las tierras a doña Idalba Nauta Pairo: “Nosotros no queremos más mujeres muertas en Chiloé”.