Un día antes de cumplirse 29 años de su captura, este sábado 11 de septiembre murió en prisión Abimael Guzmán, líder fundador de Sendero Luminoso, el grupo armado maoísta que operó en los años ochenta y noventa.
La Comisión de la Verdad y Reconciliación reveló que la guerra dejó cerca de 70 mil muertos. Poco más de la mitad de esas muertes son atribuidas a Sendero, reseñó el portal Página 12.
Guzmán fue capturado en 1992 y condenado a cadena perpetua, sentencia que cumplía en una celda unipersonal en una base de la Marina. Ahí falleció a las 6:40 de la mañana de este sábado por “complicaciones en su estado de salud”. Tenía 86 años. No se dio detalles de esas complicaciones.
Una vez difundida la noticia de la muerte de Guzmán, desde todos los sectores políticos se calificó al líder senderista como “un terrorista sanguinario”, “un genocida” y otras expresiones similares. Se abrió un debate sobre qué hacer con su cuerpo.
Hay propuestas de cremar su cadáver y arrojar sus cenizas al mar, recordando lo ocurrido con Osama Bin Laden, para evitar que su tumba se pueda convertir en un lugar de peregrinación de seguidores del senderismo. El ministro de Justicia, Aníbal Torres, señaló que esa posibilidad se estaba evaluando. El único familiar de Guzmán es su esposa, Elena Iparraguirre, que está en prisión, también con una condena a cadena perpetua. Fue capturada junto a Guzmán. Era la número dos de Sendero.
En presidente Pedro Castillo se pronunció con un mensaje por Twitter. “Falleció el cabecilla terrorista Abimael Guzmán, responsable de la pérdida de incontables vidas de nuestros compatriotas. Nuestra posición de condena al terrorismo es firme e indeclinable. Solo en democracia construiremos un Perú de justicia y desarrollo para nuestro pueblo”, escribió el presidente.
El ministro del Interior, Juan Carrasco, calificó a Guzmán como “el más grande genocida en la historia del Perú”. Otros ministros se pronunciaron en la misma línea de condena al fallecido líder senderista.
Estas reacciones del gobierno de condena a Guzmán se dan en medio de una campaña de la oposición de derecha, política y mediática, que acusa a Castollo y a algunos ministros a tener una supuesta cercanía con herederos políticos del senderismo, agrupados en el Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef), que pedía una amnistía para Guzmán. El gobierno rechaza esa vinculación.
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