El pasado 31 de mayo, Codelco y SQM han establecido un acuerdo histórico para la explotación de litio en el Salar de Atacama, proyectado hasta el año 2060. Este pacto, que implica la creación de una sociedad conjunta con mayoría estatal, fue firmado por Máximo Pacheco, presidente del directorio de Codelco, y Ricardo Ramos, gerente general de SQM.
Durante el evento realizado en conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente en San Pedro de Atacama, asistentes confrontaron al equipo de SQM, instancia en la que Julio García, gerente de Medio Ambiente de la minera, agredió a manifestantes presentes en la actividad.
Lady Sandon, representante de la Comunidad Coyo, explicó que se cuestionó el actuar del municipio de San Pedro de Atacama por no haber invitado a las comunidades a participar y mostrar su trabajo a favor del medio ambiente. En respuesta, el municipio señaló que la responsabilidad de la invitación recaía en el presidente del Consejo de Pueblos Atacameños (CPA), a pesar de que la Unidad de Medio Ambiente (UMA), que incluye representantes de cada comunidad, estaba en el lugar. Sandon criticó que a pesar de este descuido, el municipio sí encontró tiempo para invitar a SQM.
-El reclamo fue al municipio, porque invitó a una empresa infractora ambiental-, añadió Lady Sandon.
El Ciudadano tuvo acceso a documentos, como la presentación del CPA ante la Comisión de Medioambiente y Bienes Nacionales del Senado el 1 de septiembre de 2020, la que señala que SQM ha sido objeto de un procedimiento sancionatorio iniciado el 28 de noviembre de 2016, y el que resultó en la imputación de seis infracciones ambientales; una gravísima, tres graves y dos leves.
Estas infracciones incluyen la extracción de salmuera por sobre lo autorizado, afectación de la vitalidad de algarrobos, entrega de información incompleta sobre la extracción de agua, y la modificación no autorizada de variables en los planes de contingencia.
Respecto a las agresiones cometidas por el gerente de Medio Ambiente, Julio García, el caso quedará en manos de Fiscalía, para que tales actos no queden impunes.
Las comunidades atacameñas y los vecinos de San Pedro de Atacama exigen que se tomen medidas firmes no solo contra los actos de agresión física, sino también contra las prácticas ambientales negligentes y destructivas que han caracterizado la relación de SQM con el ecosistema del Salar de Atacama.
Por Javiera Poblete