Los talibanes reanudarán los castigos corporales que practicaban durante su primera etapa en el poder en Afganistán, pero posiblemente cambiarán su política de hacerlos públicos, dijo uno de los fundadores del movimiento y actual responsable de prisiones, el mulá Nurudín Turabi, en una entrevista publicada por AP este jueves.
«Cortar manos es sumamente necesario por razones de seguridad», declaró el dirigente islamista, quien en los años 1990 estuvo a cargo del Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, que desempeñaba funciones de policía religiosa.
«Nadie nos va a decir cuáles leyes debemos tener. Seguiremos los lineamientos del islam y nuestras leyes estarán basadas en el Corán«, aseveró Turani, al tiempo que agregó que algunos aspectos de la aplicación de los castigos podrían ser cambiados. Así, indicó que la cuestión de si continuar haciéndolos de manera pública, como en la etapa anterior, está siendo debatida por los dirigentes del movimiento.
Entre 1996 y 2001, los talibanes gobernaron Afganistán aplicando una estricta interpretación de la sharía, la ley islámica. Así, a los ladrones se les amputaba una mano y a los que fueran declarados culpables de robo en carretera, una mano y un pie. Mientras, los asesinos eran fusilados de un tiro a la cabeza disparado por un miembro de la familia de la víctima.
Desde que los talibanes tomaron Kabul el pasado 15 de agosto, se ha generado una ola de incertidumbre sobre el futuro de las mujeres en esa nación, respecto a si podrán trabajar, recibir educación en todos los niveles y poder relacionarse con los hombres, pues la última vez que los talibanes ostentaron el poder (entre 1996 y 2001) bajo el así denominado Emirato Islámico de Afganistán, las mujeres fueron privadas de muchos de sus derechos, no podían salir a la calle sin burka y sin la compañía de un hombre, mientras que a las niñas se les prohibió asistir a la escuela.
Fuente: RT.