Grupos de ciudadanos colombianos y mexicanos integrantes del crimen organizado operan en los mercados de las afueras de Tegucigalpa, buscando potenciales clientes para prestarles dinero en efectivo o cobrarles deudas pendientes, informa ‘El Universal’.
De acuerdo con el coronel Santos Nolasco, portavoz de la Fuerza de Seguridad Institucional de Honduras, el dinero proviene del narcotráfico. Los delincuentes lo utilizan para hacer préstamos que luego cobran a intereses de hasta un 20% al día y sin ningún documento que avale la operación. Si el deudor no paga, recibe amenazas y pone su vida en peligro.
Los grupos criminales emprenden estas actividades con la intención de blanquear dinero en un país con controles bancarios frágiles. Las bandas encubren este flujo de dinero con transacciones en la economía informal y la compraventa de bienes y luego se insertan en la economía formal con cuentas bancarias no contraladas.