Fue presentado un sistema innovador que utiliza niebla artificial para evitar la dispersión de las partículas, en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid, España), donde efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) han simulado actuaciones de descontaminación química y extinción de incendios con el prototipo.
“Todo está preparado y probado, ahora sólo hay que empezar a instalarlo y comercializarlo”, ha asegurado el profesor de la Universidad de Alcalá de Henares José Luis Pérez-Díaz, director del proyecto Counterfog.
Tras cuatro años de investigación y financiado con fondos europeos, el profesor universitario ha dado “una respuesta económica al acuciante problema de la contaminación”.
¿Cómo funciona?
El sistema consta de una o varias boquillas o aspersores unidas a una tubería o columna que irradian un chorro de niebla con gotas de líquido del tamaño de micras, que chocan con las partículas nocivas del aire, las suman y dejan caer o adhieren a superficies, donde después se pueden tratar de una forma segura.
Su instalación está recomendada en cualquier situación donde los agentes contaminantes supongan un riesgo para la salud de las personas, tales como: un escape de gas o radiactivo,; un ataque terrorista con agentes biológicos o químicos; un accidente en una fábrica; el humo de las ciudades o un incendio.
En este caso, es especialmente útil además contra la expansión del fuego, ya que, según ha explicado el director del proyecto, “la acumulación de humo es clave en el inicio de un incendio y este sistema, además de enfriar el humo, lo retira”.
“Es un sistema para proteger a la sociedad frente a riesgos, unos más probables que otros, pero en cualquier caso muy graves, que pueden a acabar con la vida de mucha gente”, señaló el experto.
Contra el humo de los carros
Counterfog es un sistema que colocado a modo de barrera a lo largo de la carretera, sea “la solución para limpiar el aire de las ciudades, frente a las restricciones de tráfico o las limitaciones de las calefacciones”.
Perez – Diaz indicó que “lo importante no es el tamaño de la ciudad, sino lo que ésta esté contaminada”, aunque los cálculos han permitido demostrar que “con dos o tres columnas se protege un edificio y con unas pocas más se puede proteger una manzana”.
Inversión económica
“Con una inversión mínima para una ciudad como Madrid se puede lograr un control óptimo de la contaminación” y en este sentido “hay que animar a todos los que estén preocupados porque respiremos un aire más limpio para empezar a utilizarlo”.