La ola de bronquiolitis en niños asociada al virus respiratorio sincitial (VRS) está tensionando las urgencias pediátricas de todo el país, que están atendiendo un 40% más de casos que antes del comienzo de la pandemia, según datos de la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas (Seup).
Sin embargo, el pico de contagios de bronquiolitis aún no ha llegado y se desconoce cuándo se alcanzará, aunque en otros años lo común era que el máximo se observase a mediados de diciembre. «Si nos queda todavía un mes, la situación que podemos vivir es de total colapso», ha alertado al respecto el pediatra de la Seup David Andina en TVE.
La mayoría de los niños están presentando más de un germen asociado, como ha explicado en el Canal 24 horas la responsable de urgencias pediátricas del Hospital Clínico de Santiago, Susana Rey, que ha instado a las familias a vacunar a los niños de la gripe para evitar las complicaciones de la enfermedad.
Concretamente, la confluencia de la bronquiolitis por VRS con la gripe y la COVID ha disparado las consultas en menores de 4 años.
El aumento de los tres virus se produce sobre todo en la franja de edad de 0 a 4 años, según cifras del sistema de Vigilancia Centinela de Infección Respiratoria Aguda de la segunda semana de noviembre.
¿Qué es la bronquiolitis?
La bronquiolitis es una infección de las vías aéreas más pequeñas en los pulmones que afecta, sobre todo, a los niños más pequeños. Puede aparecer en cualquier época del año, aunque es más frecuente en los meses de invierno y al comienzo de la primavera.
Esta enfermedad puede causar dificultad respiratoria y, en los casos más graves, ingreso en la UCI. Se desarrolla como un resfriado, con mucosidad nasal, fiebre o febrícula (menos de 38 grados) y tos. A los niños se les acumula moco en estas vías, lo que puede derivar en dificultad respiratoria.
Los lactantes de entre 2 y 6 meses y, en general, los menores de 2 años son los que tienen más posibilidades de enfermar a causa de un virus que, en adultos y otros menores, se pasa como un simple resfriado. Los menores de tres meses, además, tienen mayor riesgo de hospitalización.
¿Por qué han aumentado los casos?
Los primeros casos de bronquiolitis se empezaron a atender en julio, mientras que en época prepandemia este virus aparecía en octubre, por lo que la estacionalidad se ha adelantado este 2022.
Los pediatras de la Seup consideran que existen varias razones que explican esta situación, pero las más probables pasan por la falta de circulación de este virus en los últimos dos años.
La retirada de las mascarillas junto a la ausencia de inmunidad en los niños que nacieron o pasaron sus primeros años en plena pandemia son otros de los motivos que contemplan los médicos.
Planes de contingencia y un observatorio en tiempo real
Ante esta situación y el colapso de las urgencias, los pediatras han expresado su preocupación por el retraso en la atención debido al elevado volumen de enfermos y escasez de recursos humanos y también por la falta de espacio para ubicar a los pacientes.
Por ello, han pedido planes de contingencia que contemplen la habilitación de salas para que los menores puedan esperar en condiciones adecuadas, mientras aguardan por una cama para su hospitalización. También han solicitado pruebas de detección rápida de VRS, gripe y COVID, además de ecografía pulmonar a pie de cama con el fin de agilizar el circuito asistencial.
Además, esta sociedad demanda la creación de un observatorio en tiempo real del virus respiratorio sincitial que permita predecir su evolución e implementar con tiempo las estrategias de actuación.
La OMS recomienda monitorizar en tiempo real la circulación simultánea de los virus de la gripe, SARS-CoV-2 y VRS en todos los países con sistemas de vigilancia centinela.
Consejos para prevenir la bronquiolitis
La presidenta de la Sociedad Catalana de Pediatría, Anna Gatell, ha explicado en una entrevista en Cafè d’idees, en Ràdio 4, las recomendaciones para prevenir la enfermedad.
El lavado de manos es esencial, pero también evitar los lugares con mucha afluencia de gente, ventilar los espacios, no compartir biberones, chupetes o cubiertos sin lavar y no fumar donde haya niños.
Desde el Departamento de Salud han remarcado que no deben darse jarabes para la tos, mucolíticos ni antibióticos para tratar la bronquiolitis. Pero sí es vital mantener una buena hidratación, ofreciendo pequeñas cantidades de líquidos y alimentos al niño.
Fuente: The Guardian