Al menos 23 focos en todo el mundo sufrirán escasez de alimentos en los próximos 4 meses, señala un nuevo informe de la ONU.
Según el documento, difundido el pasado 30 de julio por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), la mayor parte de los afectados serán los agricultores, ya que la burocracia y la falta de fondos obstaculizan los esfuerzos para brindar ayuda alimentaria y no pueden plantar cultivos a gran escala en el momento oportuno.
Este hecho, unido a las consecuencias económicas del covid-19 y a la crisis climática, intensificará la inseguridad alimentaria en 23 lugares en los próximos 4 meses.
«Las familias que dependen de la asistencia humanitaria para sobrevivir penden de un hilo. Cuando no podemos llegar a ellos, este hilo se corta y las consecuencias son sencillamente catastróficas», aseveró David Beasley, director ejecutivo del PMA.
Aislados de la ayuda
En el informe se destaca que, mientras los conflictos, las condiciones climáticas extremas y los choques económicos serán las principales causas de la inseguridad alimentaria a lo largo de los próximos cuatro meses, las restricciones de acceso a la ayuda humanitaria representan otro factor que agrava la escasez de alimentos.
El camino hacia la erradicación del hambre «no está pavimentado con conflictos, puestos de control y papeleo», destacó Beasley.
Zonas de hambre extrema
Según el informe, los focos de alerta máxima por hambre serán Etiopía y Madagascar. Al menos 401.000 personas se enfrentarán a situaciones de hambre extrema en Etiopía, golpeada por los enfrentamientos bélicos entre las tropas federales y eritreas.
Paralelamente, en Madagascar unas 28.000 personas sufrirán escasez de alimentos a finales de este año a consecuencia de una de las peores sequías en los últimos 40 años, el aumento de los precios, las tormentas de arena y las plagas que afectan sus cosechas.
Entre otros focos de hambre, el informe destaca: Afganistán, Angola, la República Centroafricana, la zona del Sahel central, Chad, Colombia, la República Democrática del Congo, El Salvador, Honduras, Guatemala, Haití, Kenia, El Líbano, Mozambique, Myanmar, Nigeria, Sierra Leona, Liberia, así como Somalia, Sudán del Sur, Siria y Yemen.
Alerta creciente
El pasado mes de junio, la FAO y el PMA señalaron que 41 millones de personas corren riesgo de sufrir de escasez de alimentos a menos que reciban ayuda inmediata. En 2020, 155 millones de personas en 55 países se enfrentaban a inseguridad alimentaria.
«Además de la asistencia alimentaria, debemos hacer todo lo que podamos para ayudarles a reanudar su propia producción de los alimentos, para que las familias y las comunidades puedan volver a la autosuficiencia y no depender de la asistencia para sobrevivir», dijo el director general de la FAO, Qu Dongyu.
Cortesía de RT
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