La solidaridad mundial contra la sangrienta represión de Irán contra un movimiento de protesta liderado por mujeres se pondrá a prueba el miércoles, cuando las potencias mundiales voten si expulsar al país de un organismo de la ONU encargado de empoderar a las mujeres.
Activistas y grupos de derechos dicen que el papel de Teherán en la comisión de 45 miembros sobre el estatus de la mujer es una farsa, considerando que las fuerzas del régimen han golpeado y asesinado pacíficamente a mujeres que pedían igualdad de género.
El consejo económico y social de la ONU (Ecosoc), que supervisa la comisión, se reunirá en Nueva York para considerar una resolución redactada por Estados Unidos para expulsar a Irán “con efecto inmediato”.
Teherán acaba de comenzar un mandato de cuatro años en la comisión.
Se espera que se apruebe la votación, con el apoyo de muchos de los 54 miembros del consejo, incluido el Reino Unido. Sin embargo, Teherán y sus aliados han estado presionando a los miembros, y el número final de abstenciones dará una indicación de la desunión diplomática sobre el tema.
Irán y varios aliados escribieron al consejo el lunes, argumentando que una votación “sin duda crearía un precedente no deseado”. Su carta instó a los miembros a no respaldar el proyecto de votación para evitar una «nueva tendencia a expulsar a los estados soberanos y legítimamente elegidos de cualquier organismo del sistema internacional».
El mes pasado, un organismo separado de la ONU, el consejo de derechos humanos, votó abrumadoramente a favor de establecer una investigación de investigación sobre los abusos de los derechos humanos en Irán, una medida que podría hacer más probables los juicios en tribunales internacionales.
La ONU dice que más de 300 personas han muerto en la represión, incluidos al menos 40 niños. Los médicos le han dicho a The Guardian que las mujeres están siendo señaladas en las protestas, y las fuerzas de seguridad les disparan escopetas en la cara, los senos y los genitales.
El régimen de Teherán ha encarcelado a cientos y ha comenzado lo que se espera sea una campaña de ejecuciones públicas. El lunes, las autoridades colgaron a un hombre de una grúa por presuntamente matar a dos miembros de una milicia a favor del régimen, la segunda ejecución en menos de una semana de personas involucradas en las protestas contra la teocracia gobernante de Irán.
Amnistía Internacional cree que 20 personas más corren el riesgo de ser ejecutadas por presuntos delitos relacionados con las protestas
Los disturbios en todo el país estallaron hace casi tres meses después de la muerte de Mahsa Amini, una mujer iraní kurda de 22 años que fue arrestada por la policía moral que hace cumplir las leyes del código de vestimenta obligatorio de Irán. Al parecer, Amini fue golpeado hasta dejarlo en coma y murió en el hospital.
Las manifestaciones se han convertido en una revuelta popular que plantea uno de los mayores desafíos para la élite clerical chiíta desde que tomó el poder en la revolución de 1979.
Irán culpa a los enemigos extranjeros y a los medios de comunicación por los disturbios y dice que decenas de miembros de las fuerzas de seguridad han sido asesinados por “terroristas”.
Fuente: The Guardian
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