La Red por la Defensa de la Precordillera envió una carta a la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, donde solicitan formalmente “la protección definitiva del Bosque Panul, a través de la creación de un ‘Parque Público’”. La moción es apoyada por destacados académicos, como Humberto Maturana o Andrei Tchernitchin, organizaciones vecinales de Lo Cañas, Alto Macul y La Florida, así como congregaciones religiosas, jardines infantiles y colegios de la zona, además de una importante cantidad de organizaciones ambientales.
En la carta enviada a la Presidenta argumentan que este parque público “sería un pulmón en pleno Santiago, y una verdadera dosis de salud y mejor calidad de vida para todos los vecinos y vecinas de la comuna”. Esto porque “pasaríamos de 2 metros cuadrados de áreas verdes por habitante a 9 metros cuadrados, es decir, el mínimo recomendado por la Organización Mundial de la Salud”.
Insisten en la protección, pues las mil hectáreas de este bosque esclerófilo está expuesto a un constante deterioro y contaminación, a un uso indiscriminado, y a un continuo peligro de incendios forestales con la consecuente destrucción de su frágil ecosistema.
Además, sostienen que el bosque protege de aluviones e inundaciones, y es un área verde completamente consolidada, es decir, no necesitará de ningún gasto para su mantención.
Exponen que “tanto el Municipio de La Florida, como la Intendencia de Santiago (Gobierno Central), pueden generar un parque a través del Plan Regulador”, por lo que sería solo un tema de voluntad política.
Finalmente, la misiva explica que El Panul es un “tesoro vivo, un punto prioritario para la conservación por su gran biodiversidad, y consideramos que es nuestro deber como generación proteger el último bosque nativo dentro del radio urbano de Santiago”, y critican que “mantener la situación tal como está generará un daño ambiental irreversible para el bosque, y un tremendo impacto negativo en la comunidad que agota esfuerzos para evitar un daño mayor”.
Doce años de protección
La defensa del bosque El Panul comenzó hace doce años, cuando un grupo de personas se organizaron para defender el último bosque nativo de Santiago ya que estaba condenado a la muerte, pues los intereses inmobiliarios ya proyectaban cientos de casas en la precordillera de La Florida.
Este tesoro había que salvarlo y diversas organizaciones y personas se sumaron a esta campaña que tuvo su mayor triunfo el año 2012, cuando después de una intensa lucha, el proyecto inmobiliario fue rechazado por los organismos ambientales, producto de la fuerte resistencia local que defendió el bosque en todos los espacios institucionales y también fuera de ellos.
Sin embargo, ese año 2012, la batalla por la protección de El Panul recién comenzaba y pese a que diversos políticos de diferentes sectores se comprometieron a proteger el bosque esclerófico precordillerano, hasta el día de hoy está absolutamente desprotegido y cuidado solamente por la voluntad de la comunidad que lo ha defendido todos estos años.
Actualmente, el parque El Panul ya es una realidad, pues recibe a miles de visitantes todos los meses, incluso, organizaciones como la Red por la Defensa de la Precordillera organiza salidas educativas, de reconocimiento, limpieza y otras. Sin embargo, la amenaza de los incendios forestales está presente, y solo gracias a la rápida acción de los vecinos han logrado detener los focos que ha puesto en grave peligro las mil hectáreas de este pulmón verde capitalino.
Desde La Red por la Defensa de la Precordillera sostienen que hoy es la comunidad entera la que convive con el bosque, y por eso quienes firman también la misiva incluye a escuelas, jardines infantiles; juntas de vecinos y comités; organizaciones territoriales, ambientales y sociales de base; miembros destacados de la comunidad académica y científica; vecinas y vecinos que disfrutamos y defendemos el Bosque Panul, quienes nos hemos reunido a través de este documento para solicitar su protección definitiva. “Este tesoro natural no puede ser cambiado por cemento para el disfrute de unos pocos”, concluyen.