La decisión del Gobierno de EE. UU. de encargar a sus servicios de inteligencia que investiguen los orígenes del COVID-19 demuestra que Washington está más obsesionado con culpar a China que por establecer la verdad, denunció este viernes 28 de mayo el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Zhao Lijian, durante su conferencia de prensa habitual.
«El rastreo del origen [del SARS-CoV-2] es un problema científico serio y, sin embargo, Estados Unidos tiene la intención de permitir que su servicio de inteligencia desempeñe un papel de liderazgo en la investigación», criticó el vocero. Según Lijian, eso «solo demuestra que los hechos y la verdad es lo último que le importa» a Washington. EE. UU. «no tiene ningún interés en la investigación científica, sino que únicamente busca la manipulación política» para culpar a otros, agregó.
Esta semana el presidente estadounidense, Joe Biden, ordenó a la Inteligencia de su país realizar una investigación sobre si el COVID-19 surgió por primera vez en China de una fuente animal o de un accidente de laboratorio.
Previamente, la cadena CNN informó que la Administración Biden había cerrado una investigación, iniciada el año pasado por orden del expresidente Donald Trump, sobre supuestos vínculos de un laboratorio en Wuhan (China) con el origen del COVID-19. Según fuentes familiarizadas con esa información, ese estudio fue suspendido debido a que tenía evidencias deficientes y recopilación selectiva de los hechos para ayudar a reforzar dicha teoría.
La nueva «‘investigación’ tiene malas intenciones y un motivo oculto«, denunció Zhao Lijian, recordando que el equipo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que investigó los orígenes del nuevo coronavirus en China concluyó que era «extremadamente improbable» que la pandemia se originara en un laboratorio chino.
Asimismo, el portavoz de la Cancillería indicó que EE. UU. tiene el «mayor número de laboratorios biológicos del mundo», y reiteró sobre «la fuga de un virus» de la base militar de investigación bioquímica Fort Detrick, registrada en julio de 2019, y que provocó extrañas enfermedades respiratorias en el norte del estado de Virginia. También mencionó que casi inmediatamente después de esa filtración se registró un brote de una dolencia pulmonar (EVALI), supuestamente asociada al uso de cigarrillos electrónicos con más de 2.800 casos y 68 muertes.
«Cuándo planea Washington dar una explicación detallada» sobre esas enfermedades, cuestionó Lijian. «¿Tiene la parte estadounidense la voluntad y el coraje de invitar a expertos de la OMS a realizar una investigación?», concluyó.
Este jueves ese funcionario dijo que la Inteligencia estadounidense «no tiene credibilidad» para realizar una indagación seria, debido a que tiene un «notorio historial» de fabricación de pruebas con el objetivo de lograr sus objetivos.
Fuente: RT.