Foto portada ambulancia Puerto Chacabuco: referencial internet
Trabajador salmonero fallece luego de accidente en el Centro de engorda Williams, en la Región de Aysén.
Aproximadamente a las 15:50 horas del domingo 23 de julio, se produjo un fatal accidente en el Centro de engorda Williams, en la Región de Aysén de la empresa Multi X, producto del cual falleció Esteban Vargas Galarce, supervisor de faenas de 63 años, oriundo de Viña del Mar, quien operaba por la empresa contratista Vigmar Ltda.
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De acuerdo a versiones de prensa, el trabajador había sufrido un accidente por golpe en el tórax con pérdida de conciencia. Posteriormente se habría dispuesto su evacuación rumbo a Puerto Chacabuco con la finalidad de llegar al Hospital de Aysén, sin embargo, en su traslado, falleció, lo que habría sido constatado por personal paramédico del SAMU de Puerto Chacabuco.
“La compañía Multiexport (MultiX), es de propiedad de la multinacional estadounidense Cargill, de la transnacional japonesa Mitsui, y del empresario chileno José Gutiérrez. Esta empresa se ha especializado en las producciones de salmón Coho y truchas destinadas a Japón, y al resto del mercado asiático”, destacaba así Radio del Mar.
Una nueva muerte en la industria salmonera
El Centro Ecoceanos, frente a estos hechos, señala que “La mega industria chilena de cultivo y exportación de salmones de cultivos, posee el récord mundial de accidentes y mortalidades laborales, especialmente en los buzos que laboran a profundidades prohibidas y sin el equipo adecuado en los centros de cultivos Chile sigue siendo el productor de salmones de cultivo que presenta la mayor tasa de mortalidad y accidentabilidad de esta mega industria a nivel mundial. A lo anterior se une el hecho que es el país exportador de salmónidos con las más extensas jornadas laborales, los menores salarios, y las mayores infracciones a los derechos de maternidad y de género de sus trabajadoras”.
El reporte “Salmones de sangre del sur del mundo” elaborado por el Centro Ecocéanos, señala que entre el 2013 y 2023 han muerto 75 trabajadores y trabajadoras en accidentes laborales, debido a las precarias condiciones de seguridad laboral, el empleo de empresas subcontratistas, complicidad y falta de fiscalización estatal, y el establecimiento de contratos precarios y temporales de 4 a 6 meses. Estos accidentes y muertes sucedieron mientras laboraban en los centros de cultivo, las plantas procesadoras industriales, y las actividades de transporte marítimo y terrestre vinculados a los monocultivos industriales de salmón.
Las estadísticas de Ecoceanos señalan que los buzos ( trabajadores submarinos que operan bajo los centros de cultivo) representaron el 42% de las de muertes en la industria salmonera durante el 2021.”Estas cifras son inaceptables al compararlas con las estadísticas de accidentabilidad de la industria salmonera en Noruega,Canadá o Escocia”, destaca la organización.
En atención al trabajador fallecido que prestaba servicios para una empresa contratista, Ecoceanos explica esta realidad como una alta precarización del trabajo en el cluster del salmón, “caracterizada por el uso intensivo de empresas subcontratistas, la imposición de contratos temporales, la prevalencia de trabajos repetitivos bajo condiciones de humedad y bajas temperaturas, lo cual generan altas prevalencias de enfermedades invalidantes”, afirma Juan Carlos Cárdenas, director de la organización.
“Es en este contexto donde se desarrollan las subestándar prácticas de buceo inseguro en las balsas- jaulas a profundidades mayores a 40 metros, las cuales no respetan los reglamentos de buceo al no contar con los equipos, la supervisión, prácticas, y los resguardos necesarios”, afirma el ambientalista.
Las estadísticas del Centro Ecocéanos registran durante los primeros 8 meses del 2022, el fallecimiento de cinco trabajadores y trabajadoras de la industria del salmón. Esta tercermundista realidad incluye el fallecimiento de Yaneth Pérez de 32 años, mujer buzo que operaba para la empresa noruega-norteamericana Nova Austral, a través de la subcontratista Austral Service Spa. El centro de cultivo Aracena 2 donde falleció la trabajadora, se encuentra al interior del Parque Nacional De Agostini, al sur de la ciudad de Punta Arenas
Dentro de los registros de Ecoceanos en el 2023, sin considerar el último deceso del 23 de julio de este año en Aysén, considera dos muertes laborales: El 6 de enero murió aplastado por una boya que cayó desde una grúa, un tripulante de iniciales LJLL de 36 años, del Remolcador Menor “Nachito”, Matrícula 2326 de Coquimbo, que trabajaba en el sector de Hornopirén para la industria salmonera
Posteriormente, registra la muerte de un joven trabajador de 25 años y de otro que quedó gravemente herido por quemaduras por una explosión e incendio en la embarcación salmonera “Doña Ester” en la zona de Llaguepe, Cochamó, región de Los Lagos.
Situación de los trabajadores navieros de la flota salmonera
En esta década, según Ecoceanos, las operaciones de las flotas de transporte de carga de la industria salmonera aumentaron en un 200% en las aguas de la Patagonia, generando un alto impacto en las condiciones laborales de las tripulaciones, y ambiental en estas prístinas áreas marinas. La Federación Nacional de Sindicatos Marítimos y Gente de Mar (FESIMAR) debido a las altas tasas de accidentabilidad y accidentes, exigen a la industria naviera y de salmonicultura el cumplimiento de estándares de seguridad en defensa de los derechos laborales y la protección de la vida de los trabajadores.
“La mayoría de los accidentes se deben a las precarias fiscalizaciones, operaciones con malas condiciones de seguridad, autorizaciones de zarpar sin implementos de socorro.Si en las naves mayores de transporte las condiciones laborales son precarias, en las naves menores son mucho peores, con escasas fiscalizaciones en estas naves”, señala la organización.
Según Ecoceanos, “Otro punto específico está relacionado con los derechos de las mujeres en las plantas procesadoras industriales. En particular por la falta del derecho a la salud, con condiciones sanitarias inadecuadas en sitios de trabajo, por descuentos salariales de las horas médicas de las embarazadas e incluso con la solicitud de test de embarazo antes de contratar. A estos hay que añadir falta de resguardo para evitar acoso sexual o situaciones de riesgo a la salida del lugar de trabajo, donde se han registrado violaciones”.