El Gerente de Protección Contra Incendios de Conaf, Pablo Lobos, advirtió que existe una serie de conductas de riesgo para la generación de incendios forestales, y recordó que «en Chile, el 99,7% de los casos, los incendios tienen una génesis atribuible al ser humano».
Esta cifra, incluye los descuidos o negligencias en la manipulación de fuentes de calor, malas prácticas agrícolas y la intencionalidad.
«Para entender el riesgo al que nos exponemos, hay que mencionar tres factores que concurren para facilitar la ocurrencia de un incendio forestal. Baja humedad relativa, altas temperaturas, velocidad del viento y una condición propicia de elementos combustibles presentes en el lugar», planteó.
Lobos señaló que las altas temperaturas que nos acompañarán durante todo el verano son una constante de riesgo para la ocurrencia de incendios y que además «hay sumar un factor determinante para que se desencadene una desgracia de proporciones; la acción humana descuidada o con la voluntad de incendiar».
«En este contexto en los paseos al aire libre, recomendamos no realizar actividades con fuego, como son los asados con carbón o leña. Mucho menos fogatas. En su reemplazo se puede optar por llevar alimentos que no requieran fuego o previamente preparados en otro lugar. Es importante señalar que la prevención de incendios debe ser una acción permanente de toda la comunidad, todo el año», agregó.
El Gerente de Protección Contra Incendios de Conaf, enfatizó que un incendio forestal, siempre es un desastre ecológico.
«Cientos de especies mueren víctimas del fuego o pierden su hogar. Es un evento devastador que afecta negativamente a los ecosistemas naturales. Además de estos impactos directos, los incendios forestales también pueden tener consecuencias a largo plazo en el ciclo del agua y la calidad del suelo. La capa vegetal de los bosques juega un papel crucial en la retención y filtración del agua, así como en la prevención de la erosión del suelo», indicó.
«Cuando un incendio destruye esta capa, los efectos los pagan las comunidades que habitan las proximidades del lugar”, acotó.
¿Cuáles son las conductas de riesgo?
-Uso negligente del fuego: El uso negligente del fuego, como encender fogatas sin tomar las precauciones adecuadas, puede desencadenar incendios forestales.
-Arrojar colillas de cigarrillos: Arrojar colillas de cigarrillos encendidas en áreas forestales puede provocar incendios.
-Quemar basura o desechos en áreas forestales puede generar incendios incontrolables. Es fundamental utilizar los métodos adecuados de eliminación de residuos y no realizar quemas en áreas no autorizadas.
-El uso irresponsable de maquinaria, como motosierras o equipos de soldadura, en áreas forestales puede generar chispas o llamas que pueden desencadenar incendios.
-Falta de conciencia sobre las condiciones climáticas: No estar consciente de las condiciones climáticas, como altas temperaturas, baja humedad y vientos fuertes, puede aumentar el riesgo de incendios forestales.
-Acciones intencionales, la conducta deliberada de individuos dirigida a quemar espacios boscosos también puede ser una causa de incendios forestales.
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