“Mi deber constitucional es hacia la sociedad israelí y todos sus habitantes, no hacia un gobierno cuyos miembros y coalición piden una limpieza étnica e incluso un verdadero genocidio”, recalcó el diputado israelí Ofer Cassif, al repudiar la masacre que el gobierno encabezado por Benjamín Netanyahu sigue perpetrando en la Franja de Gaza donde durante los últimos dos meses ya fueron asesinados casi 23 mil palestinos tal como lo confirmó sobre el pasado fin de semana el Ministerio de Salud gazatí.
Vale señalar que Cassif integra en el Knéset la bancada de la coalición de izquierda Hadash, como miembro del Partido Comunista de Israel (PCI). Y, en este contexto, hizo público su apoyo a la presentación que el 28 de diciembre hizo el Estado de Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de las Naciones Unidas que, si prospera, va a llevar al Estado de Israel ante ese
tribunal, para responder sobre una acusación de genocidio.
“Los actos y omisiones de Israel que denuncia Sudáfrica, tienen un carácter genocida porque su objetivo es destruir una parte sustancial del grupo nacional, racial y étnico palestino”, recordó respecto a la presentación que fue apoyada por Jordania y Bolivia, cuya primera audiencia se va a llevar a cabo mañana jueves.
Cassif es judío y comunista, y no duda en denunciar que lo que está haciendo el gobierno de coalición que va de la derecha hacia la extrema derecha sionista, que lidera el Likud, resulta sencillamente un intento de “limpieza étnica e incluso un verdadero genocidio”. Por lo que no dudó cuando afirmó que “son ellos los que dañan al país y al pueblo, son los que llevaron a Sudáfrica a recurrir a La Haya”.
Y resaltó que “cuando el gobierno actúa contra la sociedad, el Estado y sus ciudadanos, especialmente cuando los sacrifica y comete crímenes en su nombre en aras de mantener su existencia, tengo el derecho y hasta el deber de advertir sobre esto y hacer todo lo posible cuanto esté a mi alcance dentro de la ley para impedirlo”.
Ante esto el establishment sionista le saltó a la yugular y ya iniciaron un putsch para intentar expulsarlo de la Legislatura. La bandera en tal sentido la levantó diputado del partido conservador Yisrael Beitenu, Oded Forer, quien dijo que Cassif, “pronto tendrá que encontrarse fuera de las fronteras de la Knesset y, preferiblemente, fuera de las fronteras del Estado de Israel”.
La respuesta del diputado por el PCI fue clara: “mi carrera política es un medio, no un fin”, remarcó y sin dudarlo puntualizó que “no abandonaré la lucha por nuestra existencia como sociedad moral, esto es verdadero patriotismo: sin guerras de venganza y llamados al exterminio, sin derramamiento de sangre innecesario y sin el sacrificio de ciudadanos y soldados secuestrados en guerras falsas”.
Nota publicada originalmente el 10 de enero de 2024 en Nuestra Propuesta.
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