“Pensiones dignas”: Senadora Campillai homenajea a víctimas de la matanza de Iquique reivindicando derechos laborales

A 113 años de la masacre de la Escuela Santa María de Iquique, la senadora Fabiola Campillai exige justicia histórica, memoria y derechos laborales en homenaje a las miles de víctimas que dieron su vida por condiciones dignas.

“Pensiones dignas”: Senadora Campillai homenajea a víctimas de la matanza de Iquique reivindicando derechos laborales

Autor: Seguel Alfredo

Senadora Fabiola Campillai recuerda la masacre de la Escuela Santa María de Iquique y reivindica derechos laborales junto a pensiones dignas

En el 113° aniversario de la masacre de la Escuela Santa María de Iquique, la senadora Fabiola Campillai hizo un llamado a la memoria histórica y a la reivindicación de los derechos laborales, rindiendo homenaje a los miles de obreros que perdieron la vida en esta tragedia ocurrida el 21 de diciembre de 1907. “Hoy, a 113 años de esa masacre, en homenaje a los trabajadores y sus familias que exigieron condiciones laborales mínimas, es necesario levantar la demanda por más derechos laborales y por un sistema previsional de reparto, tripartito y solidario, que garantice ahora pensiones dignas para todas las chilenas y chilenos.”, señaló Campillai a través de sus redes sociales.

El fatídico episodio, uno de los más emblemáticos del movimiento obrero chileno, se desató cuando entre 15 mil y 23 mil huelguistas se congregaron en Iquique, exigiendo mejoras laborales básicas como un salario justo y regulación en las pulperías. La negativa de las compañías salitreras y la postura represiva del gobierno de Pedro Montt culminaron en la masacre, ordenada por el general Roberto Silva Renard. Según cifras, entre 2,200 y 3,600 trabajadores fueron asesinados, mientras el gobierno de la época admitió solo 126 bajas.

Campillai recordó que las víctimas fueron “obreros chilenos, bolivianos, argentinos y peruanos en un brutal acto de represión por parte del Ejército de Chile, bajo el mando del comandante Roberto Silva Renard”.

Memoria Chilena señala que la huelga salitrera comenzó el 10 de diciembre de 1907 y paralizó por completo el puerto y las actividades mineras. A medida que más gremios se sumaban, la tensión creció. La respuesta estatal fue confrontacional, restringiendo libertades y ordenando el desalojo de la escuela. Cuando los trabajadores se negaron a retirarse, las tropas abrieron fuego indiscriminado, dejando la Plaza Montt sembrada de cadáveres y heridas imborrables en la historia social del país.

El impacto de la masacre trascendió fronteras y generaciones. Intelectuales y artistas plasmaron la tragedia en sus obras, mientras sectores populares reformularon sus estrategias de organización. “Las demandas de los obreros incluían un salario de 18 peniques, control en la venta al público en las pulperías, entre otras peticiones mínimas.”, enfatizó la senadora.

La matanza marcó un antes y un después en la historia obrera chilena. La notoriedad pública del caso abrió debates sobre la “cuestión social” y obligó al Estado a enfrentar las consecuencias de su represión. Sin embargo, como puntualizó Campillai, “aún queda mucho por hacer para garantizar condiciones dignas para las trabajadoras y trabajadores de nuestro país”.

“Lamentablemente, los avances en derechos sociales y laborales han estado marcados por trágicas respuestas del Estado, dejando miles de muertos entre los pueblos de Latinoamérica y el mundo”, señalo la senadora Fabiola Campillai.

En memoria de los mártires de Iquique, Campillai instó a avanzar en las reformas laborales y previsionales, asegurando que sus sacrificios no sean olvidados.


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