Ser la comuna con más damnificados de la región de O’Higgins es una complicación que han ido superando de a poco. Luego del shock inicial, decenas de ayudas llegan a Peralillo, entre mano de obra y recursos, «gracias a la mención de la Presidenta», reflexiona el alcalde.
El 59% de la comuna está damnificada, según un reciente informe de la Onemi. Mil casas se encuentran dañadas y 350 lo están con problemas graves, lo que equivale a unos 5.700 habitantes damnificados de un total de 13 mil aproximadamente. Esta situación ha sido compensada, en parte, con la ayuda de la Universidad de Santiago, a través de un convenio firmado con el rector de esa casa de estudios y también por el apoyo de particulares que colaboran en la reconstrucción de la comuna.
Así lo informó el alcalde Gerardo Cornejo (RN) en una reunión con los habitantes de Calleuque, sector de Peralillo reconocido por su historia de hacendados y porque ahí tuvo lugar gran parte de la historia inicial del pueblo. Esta primera reunión, realizada también en otros sectores de la comuna, dio cuenta de la desesperación creciente de los vecinos por tener un techo ante la inminente llegada del invierno y la falta de información a la que estaban expuestos.
La Municipalidad cuenta sólo con un director de Obras y una asistente social, quien trabaja junto a dos ayudantes, lo que dificulta, como en la mayoría de las comunas afectadas por el terremoto, la organización y distribución de la ayuda. «Como Municipalidad nos hemos visto absolutamente sobrepasados» expresó Cornejo y destacó la ayuda brindada por la Usach en las tareas logísticas y de mano de obra.
Escuela Rural que alberga a 15 alumnos de 1º a 6º básico con un sólo profesor que a su vez es director.
DAÑO PATRIMONIAL
Peralillo, así como las zonas interiores de las regiones afectadas por el movimiento telúrico poseen un gran valor patrimonial que resultó completa o parcialmente dañado, registrándose en la región el 29% de los monumentos dañados en el país. Resaltan la Parroquia de Guacarhue, en Quinta de Tilcoco, cuyos planos fueron diseñados por Toesca, así como la estación de trenes de San Francisco de Mostazal que deberá ser destruida para su reconstrucción.
Colegio construido bajo el gobierno de Balmaceda que aún está en pie.
En Peralillo, la Escuela Municipal Nº 59, en desuso desde 2004, logró resistir los embates de la tierra pero, aún así, quedó a muy mal traer. Similar suerte tuvo la «Casa Vieja del Parque» de propiedad de la familia Errázuriz, que estaba en trámite de ser considerada patrimonio, pero ahora todo el proceso quedó estancado. Se estima que requiere entre 400 y 500 millones de pesos para su restauración.
Hubo otras edificaciones que no corrieron igual suerte, como la Iglesia de la comuna, que debió ser derrumbada por los severos daños acumulados. Igual destino tuvo la tradicional Casa de la esquina O’Higgins frente a la locomotora de la Municipalidad que hoy sólo es una loza y un letrero que indica su ex – ubicación.
FONDOS DE RECONSTRUCCIÓN
Una fuente importante de ayuda a esta comuna serán los fondos obtenidos a través de las patentes de automóviles que pueden obtener online en Internet. Esta es la única comuna de la sexta región inscrita en el sistema, junto a Pelluhue, Cobquecura, Lota y Licantén. La iniciativa puede ser consultada en la página «Tupatenteparachile.cl».
Además, la comuna forma parte de la ruta del vino, que puede convertirse en un imperativo para su reconstrucción, por el valor patrimonial y económico involucrado. Está en desarrollo la creación de un fondo de particulares que aporten dinero para reconstruir la zona. En el caso de Peralillo «destacan los aportes de las familias Valdés y Foster», según indicó el alcalde Cornejo.
En toda la zona de Colchagua, los empresarios Jorge y José Errázuriz, Carlos Cardoen (reconocido empresario de Santa Cruz), Hernán Vicuña, Luis Allegretti y viñas interesadas están apostando a un fondo de restauración patrimonial que rescate la impronta turística afectada por el terremoto.
Por Leonel Retamal Muñoz
El Ciudadano