Espionaje, persecución y «permanente seguimiento». El expresidente de Bolivia, Evo Morales, alertó que se sentía víctima de una cacería que tendría como objetivo derrumbarlo «si no es físicamente, políticamente, con mentiras, intrigas y falsas acusaciones«.
En una serie de tuits publicados el domingo, el líder del Movimiento Al Socialismo (MAS) –que llevó al poder al actual presidente, Luis Arce– adelantó que los movimientos sociales que le acompañan están investigando «si estas acciones ilegales vienen de la derecha» o de la Embajada de EE. UU.
«Nuestro gobierno debe controlar a estos grupos y garantizar la seguridad del pueblo», escribió el exmandatario, que fue derrocado en 2019 mediante un golpe de Estado. «Estamos siendo perseguidos, espiados y sometidos a un permanente seguimiento», insistió.
En respuesta a estas denuncias, este lunes 7 de febrero el ministro de Gobierno de Bolivia, Eduardo del Castillo, anunció que se tomarán medidas para resguardar la vida y la integridad de Morales.
«Todas y cada una de las denuncias que se presentan dentro del territorio nacional son investigadas por la Policía Boliviana. Cualquier denuncia que se efectúe en nuestro país se investiga con la misma celeridad, [pero] tratándose de un expresidente que se siente perseguido, se tomarán los recaudos correspondientes para precautelar su vida y su integridad», dijo citado por La Razón.
Evo Morales ha quedado en el centro de la polémica tras la detención en La Paz de Maximiliano Dávila, exjefe antidrogas de la última etapa del gobierno, por presunto vínculo con el narcotráfico. La aprehensión fue efectuada a finales de enero por el Ministerio de Gobierno de Arce y la Policía de Bolivia.
El procedimiento provocó que la agencia estadounidense Administración de Control de Drogas (DEA) acusara a Dávila de estar involucrado en presuntas actividades ilícitas en EE. UU. Del mismo modo, a principios de este mes, el Departamento de Estado anunció una recompensa de hasta 5 millones de dólares «por información que conduzca a la condena» del exfuncionario.
«Estamos comprometidos a buscar justicia contra aquellos en posiciones de poder que explotan a las personas vulnerables a través del narcotráfico», escribió el portavoz Ned Price.
El domingo, el canciller boliviano, Rogelio Mayta, confirmó que Washington no había solicitado aún la entrega de Dávila, sino su detención preventiva con fines de extradición. No obstante, resaltó que para ejecutar un procedimiento de esa naturaleza se toman en cuenta varios aspectos, y uno de ellos es la reciprocidad.
La detención de Dávila provocó algunos señalamientos en contra de Morales, a quien intentan vincular con las presuntas actividades ilícitas que habría llevado a cabo su exjefe antidrogas.
Por eso, el domingo, Evo Morales expresó: «La derecha y los serviles al imperialismo quieren descuartizarme como a Túpac Katari, si no es físicamente, políticamente, con mentiras, intrigas y falsas acusaciones que no podrán probar por la transparencia de toda nuestra vida. Con unidad, el MAS-IPSP es imparable».
Fuente: RT.