Es difícil imaginar que en el Chile de hoy la ciudadanía tenga la capacidad de expresarse a través de un voto, sin que en ese ejercicio político se estén eligiendo autoridades locales. Pues bien, lo ocurrido en Peñalolén es realmente admirable por la manera en que se le dobló la mano al negocio inmobiliario, en una pujante comuna como la que dirige Claudio Orrego, Alcalde DC.
No es menor el triunfo de los vecinos y de una de sus principales figura, Lautaro Guanca, fundador del Movimiento Pobladores en Lucha (MPL) y actual presidente del Partido Igualdad (PI), puesto que lograron instalar en el imaginario social la necesidad de generar las condiciones para que ciertos espacios urbanos que, originalmente serían para las inmobiliarias, ahora se pensaran para aquellos vecinos carentes de una vivienda digna. La propuesta emanada desde los vecinos cercanos a Guanca y desechada por el “príncipe Orrego”, contemplaba una cantidad no despreciable de viviendas para los allegados en los terrenos del ex campamento Nazur, dejando cerca de un 50% del espacio geográfico para áreas verdes. En términos reales, tal iniciativa dejaba a unas 700 familias en condiciones de acceder a una vivienda social, tanto para los allegados como para quienes aún viven en la toma de Peñalolén.
En la vereda del frente estaba la postura de mercado del Alcalde, quien aspiraba a que esos terrenos formaran parte de nuevos proyectos inmobiliarios y se pudieran trasladar hacia la periferia, a todas las nuevas viviendas sociales. Es decir, era un síntoma de exclusión social absoluto y abría la posibilidad para que el crecimiento comunal en esa materia, fuera bastante desigual y marginal por varios años. Por eso el logro sociopolítico alcanzado por las distintas organizaciones que componen el Concejo de Movimientos Sociales de Peñalolén (CMSP) no puede ser un solo un dato más que engrose la lista de participaciones ciudadanas, sino que más bien, constituye un triunfo político sobre quien representa la defensa del mercado y la desvalorización de las necesidades humanas.
Es una falacia pensar que fue el Alcalde el que instó a que se le consultara a los vecinos sobre el nuevo Plan Regulador de la comuna de Peñalolén (PRC), sino que esta acción emanó desde los vecinos organizados, quienes no estaban de acuerdo en la propuesta del gobierno local. El CMSP reunió las firmas necesarias para solicitarle a Orrego que se consultara a los vecinos, aunque no exento de obstáculos para impedir su ejecución. El oportunismo y el lobby político operaron con total libertad, como si el triunfo estuviera asegurado. Pero los cercanos al “príncipe” no contemplaron una fuerte derrota en sus ambiciones, y con el 52,2 % la opción NO se impuso a los negocios del Alcalde. Algo así como 30 mil votos para ser algo exactos.
El desafío ahora es poder fortalecer la orgánica interna, ampliar el círculo de demandas ciudadanas y vehiculizar las necesidades comunales en un gran proyecto social y político. El que los vecinos de Peñalolén hayan respaldado la acción del concejo, no hace más que confirmar que la democracia en Chile debe ser ampliada, mejorada y oxigenada por el bien de las instituciones locales y que con estos grandes detalles, los ciudadanos retoman el protagonismo que, lamentablemente, han ido perdiendo. Se puede decir con absoluta propiedad que en este ejercicio cívico la voz del pueblo primó por sobre las leyes del mercado.
Por Máximo Quitral
Historiador y politólogo