El Gobierno de España –una coalición entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Unidas Podemos (UP) – está viviendo un nuevo episodio de tensión interna a raíz de la llamada ‘ley trans’, una norma que pretende ampliar los derechos de la comunidad transexual pero que es vista con una perspectiva diferente por los dos socios.
La ministra de Igualdad, Irene Montero (UP), ya tiene preparado el borrador de la norma, que contempla la posibilidad de que cualquier persona pueda cambiar su nombre y sexo en el registro civil sin necesidad de pruebas psicológicas previas.
Del mismo modo, el borrador de la norma permite que partir de los 16 años se puedan tomar decisiones sobre tratamientos hormonales o que las personas con una identidad no binaria puedan eliminar menciones al sexo en sus documentos oficiales.
La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo (PSOE), criticó abiertamente la idoneidad de la ley tal como aparece formulada en dicho borrador.
«Me preocupa fundamentalmente la idea de pensar que se elige el género sin más que la mera voluntad o el deseo, poniendo en riesgo los criterios de identidad del resto de los 47 millones de españoles; eso tiene que tener unas garantías», dijo en declaraciones a la Cadena SER.
Carmen Calvo –que fue ministra de Igualdad antes de la entrada de UP al Gobierno– opinó que para «generar nuevos derechos» debe asegurarse que estos «funcionan con otros existentes».
«El problema es que los derechos nunca son absolutos en democracia, siempre tienen límites, todos tienen perfiles de colisión con otros», insistió.
Además, la vicepresidenta recordó que «todas las leyes de Igualdad» aprobadas en España fueron recurridas por los sectores de la derecha ante el Tribunal Constitucional, por lo que llamó a que la redacción de la norma sea «muy escrupulosa» para hacerla viable.
Horas después, el portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, reprochó a la vicepresidenta sus argumentos «crueles y agresivos» contra la comunidad transexual para rechazar la autodeterminación de género.
En ese sentido, Echenique recordó que las personas del colectivo transexual «tienen muy difícil llevar a cabo su tránsito personal», por lo que defendió la necesidad de elaborar una ley que amplíe sus derechos reconociendo la autodeterminación de género.
El portavoz de Unidas Podemos llegó incluso a afirmar que la postura de la vicepresidenta es un ataque a su partido y no a la ley, ya que en ocasiones anteriores el PSOE se postuló a favor de la autodeterminación de género.
«Esto es sin duda sorprendente y nos lleva a preguntarnos si este debate no tiene que ver con que Unidas Podemos esté en el Gobierno y, en concreto, en el Ministerio de Igualdad», insistió Echenique.
Pese al cruce de reproches entre los socios de Gobierno –algo ya habitual en el día a día de la política española–, las dos partes expresaron su deseo de alcanzar puntos de entendimiento para que la ley llegue a buen puerto.
Fuente: Sputnik
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