Fotografía de Jesús Martínez
En su primer discurso presidencial ante la ciudadanía, realizado el día de ayer en la Plaza de la Constitución, el mandatario Gabriel Boric hizo una acotada mención a la nacionalización del cobre.
“Iniciar mi mandato como Presidente Constitucional de la República de Chile es hacerme parte, hacernos parte de una historia que nos excede a todos, pero que al mismo tiempo le da forma, le da sentido y dirección a nuestra mirada. Por aquí pasaron antes que nosotros miles de personas (…) Por acá pasó también Eduardo Frei Montalva y la promoción popular, el compañero Salvador Allende y la nacionalización del Cobre, Patricio Aylwin y la recuperación de la democracia, Michelle Bachelet abriendo caminos inexplorados con la protección social”.
La referencia hace alusión a la estatización de la Gran Minería del Cobre a través de la creación de la Corporación Nacional del Cobre de Chile (CODELCO-CHILE), mediante la ley de reforma constitucional Nº17450, en julio de 1971 durante la presidencia de Salvador Allende.
Dicha ley contó con el apoyo y aprobación unánime del pleno del Congreso Nacional el 11 de julio de 1971, completando el proceso de nacionalización de la minería del preciado metal iniciado durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva con la llamada “Chilenización del Cobre”.
En su discurso en 1972 ante las Naciones Unidas en Nueva York, el entonces presidente Salvador Allende, manifestó:
“Hemos nacionalizado las riquezas básicas. Hemos nacionalizado el cobre. Lo hemos hecho por decisión unánime del Parlamento, donde los partidos de gobierno están en minoría. Queremos que todo el mundo lo entienda claramente: no hemos confiscado las empresas extranjeras de la minería del cobre. Eso sí, de acuerdo con disposiciones constitucionales, reparamos una injusticia histórica, al deducir de la indemnización las utilidades por ellas percibidas más allá de un 12% anual, a partir de 1955”.
Antes de la nacionalización, las grandes empresas de la minería del cobre –como las estadounidenses Kennecott y Anaconda– habían generado utilidades por más de U$S4.000 millones en las últimas cuatro décadas y habían iniciado planes de expansión.
“Un simple y doloroso ejemplo, un agudo contraste: en mi país hay seiscientos mil niños que jamás podrán gozar de la vida en términos normalmente humanos, porque en sus primeros ocho meses de existencia no recibieron la cantidad elemental de proteínas. Cuatro mil millones de dólares transformarían totalmente a Chile. Sólo parte de esa suma, aseguraría proteínas para siempre a todos los niños de mi patria”, sentenció Allende.
Este proceso se vio interrumpido por el Golpe de Estado de 1973, que dio inicio a la dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet. Bajo estas circunstancias en 1981 se aprobó la Ley Organizada Constitucional de Concesiones Mineras, que permitió que los yacimientos mineros pasaran a ser “Concesiones Plenas”. De esta manera la explotación del cobre pasó nuevamente a manos de privados chilenos y de extranjeros.
Nuevo gobierno y discusión constituyente
La nueva ministra de Minería, Marcela Hernando, se pronunció -en una entrevista a Emol- sobre las iniciativas convencionales que apuntaban a la nacionalización tanto del cobre como del litio, señalando que su aprobación era difícil.
“No es una cosa extraña. En Chile ya ocurrió con la estatización en los 70. Eso fue apoyado transversalmente, aquí tendría que haber un acuerdo transversal. Se tiene que llegar a acuerdos que son tremendamente exigentes en cuanto al quórum, por lo tanto, hay que dialogar, dialogar y dialogar”, dijo en dicha ocasión.
También agregó que: “A los privados lo que más les interesa es tener certezas. A eso me refiero cuando digo que hay que bajarle el tono a la discusión, porque aquí nadie está haciendo una revolución ni va a haber una toma de la Bastilla ni nada por el estilo”.
Asimismo, la Comisión de Medio Ambiente de la Convención aprobó en la sesión del sábado 5 de marzo, la iniciativa popular de norma que establece la nacionalización de las empresas de la gran minería del cobre, del litio y del oro.
Este avance fue catalogado como un reconocimiento de que la minería no entrega la rentabilidad que debería entregar y que además provoca un problema ecológico ya conocido, por la convencional Constanza San Juan, en conversación con Radio Bíobío.
Esta junto a otras normas pronto serán deliberadas y votadas en el Pleno de la Convención. Por su parte, el presidente Gabriel Boric aún no se ha pronunciado de manera específica sobre la histórica demanda de nacionalizar nuevamente el cobre.