¿Por qué celebramos el Día Internacional Contra la Homofobia y Transfobia?

En la actualidad, más de 70 países en el mundo criminalizan la homosexualidad y condenan los actos sexuales entre personas del mismo sexo con penas de prisión. En al menos cinco de esos países (Mauritania, Iran, Sudán, Arabia Saudí y Yemen, además de algunas zonas de Nigeria y de Somalia) se mantiene para estos casos la pena de muerte.

¿Por qué celebramos el Día Internacional Contra la Homofobia y Transfobia?

Autor: Lucio V. Pinedo

Hoy se celebra el Día Internacional Contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia (IDAHOT por sus siglas en inglés), un esfuerzo de muchas organizaciones internacionales que buscan la celebración de un día en común. Muchos países en América Latina y en el mundo tienen sus días establecidos para celebrar el orgullo gay y no siempre coinciden.

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El 17 de mayo de 1990 se eliminó la homosexualidad de las listas de enfermedades mentales por parte de la Organización Mundial de la Salud. De allí que se fijó este día, con el fin de que el mundo entero vea que la homofobia y transfobia existen y matan. Se busca formar un reclamo a nivel mundial: una red de activistas, eventos, marchas y protestas a través de una temática conjunta.

Aunque todo el mundo tiene la libertad de trabajar en su propia agenda, el tema anual permite destacar un tema específico. Para 2016, los activistas han elegido «Salud mental y bienestar».

La diversidad sexual y de género todavía son caracterizadas por muchos Estados y por la mayoría de la gente en el mundo como problemas de salud mental, y esta definición es la razón de la persecución pública, la discriminación y el estigma social. Incluso en los lugares más progresistas, este supuesto, a veces inconsciente, todavía está en la raíz de muchos obstáculos a la igualdad plena para las personas LGBTI.

Dentro de la amplia gama de consecuencias que esto tiene para la diversidad sexual y de género, los activistas han querido destacar dos situaciones particulares:

– Un diagnóstico de salud mental como «trastorno de identidad de género» (GID) es obligatorio en casi todos los países para cualquier persona trans que desee hacer la transición. Si bien algún tipo de diagnóstico sigue siendo necesario para la atención de salud, según lo deseado por las personas trans, el hecho de mantener este diagnóstico dentro de las patologías de salud mental contribuye a la estigmatización y la exclusión social, sin contribuir a su bienestar físico o mental.

– El argumento «psiquiátrico» se sigue utilizando en muchos lugares para justificar el «tratamiento» de las personas LGBTI, que tiene como objetivo «reformar» o «curar» su «enfermedad». Si bien existe un consenso cada vez mayor en contra de este enfoque, las «terapias de conversión» siguen constituyendo un desafío importante en muchos contextos.

Encuentra más información en la página de IDAHOT.

Fuente: sinetiquetas


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